Ciencias Sociales España , Burgos, Lunes, 30 de noviembre de 2009 a las 17:49

Averiguando la edad de los yacimientos m谩s antiguos de Europa

La combinaci贸n de m茅todos de dataci贸n cronol贸gica permite conocer cada vez con m谩s detalle la vida de los primeros hombres europeos

Elena Rodríguez Montes/DICYT Mathieu Duval es el responsable de la Línea de Investigación ESR (Electron Spin Resonance) del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, CENIEH. En declaraciones a DiCYT ha explicado que su trabajo consiste en estudiar qué métodos de datación cronológica son más apropiados para conocer los años de antigüedad de los primeros yacimientos prehistóricos europeos; una información imprescindible a la hora de construir las teorías evolutivas. Mathieu Duval cerrará mañana, 1 de diciembre, en Cultural Cordón el III Ciclo de Divulgación Científica organizado conjuntamente por el CENIEH y Caja de Burgos. Su conferencia lleva por título Marco cronológico de los primeros doblamientos humanos de Europa.

De todos los métodos de datación, probablemente uno de los más conocidos popularmente es el del Carbono 14. Sin embargo, esta técnica resulta útil tan sólo hasta los 40.000 años de antigüedad, y cuando se trata de yacimientos en los que se han encontrado las primeras trazas de ocupación homínida en Europa, el Carbono 14 se queda obsoleto. En los yacimientos prehistóricos antiguos retrocedemos entre 800.000 y 2'6 millones de años, es decir, al Pleistoceno Inferior. Precisamente el periodo de tiempo que estudiamos es uno de los criterios que determina qué método de datación es más apropiado. El otro, es el tipo de material que se ha encontrado en el yacimiento (cuarzo, piezas óseas, piezas dentales, huellas, etc.). 


Existen tres tipos de métodos de datación cronológica: naturalistas, radiométricos y paleodosimétricos. Los naturalistas se basan en la observación y el seguimiento de un fenómeno biológico o cronológico. Dentro de las técnicas naturalistas encontramos la Estratigrafía, que estudia las capas geológicas; la Biocronología, que permite estimar la edad de un yacimiento en función de las especies animales de las que se han encontrado restos (por ejemplo, apunta Mathieu Duval, sabemos el período en el que vivieron especies como los mamuts o los dinosaurios, por lo que los yacimientos en los que encontremos fósiles de estos animales se situarán en el mismo espacio de tiempo) y por último, el Paleomagnetismo, que es el estudio de la polaridad del campo magnético. Esta polaridad ha ido cambiando durante el tiempo y en el caso del Pleistoceno Inferior la polaridad es inversa, esto es, el Norte magnético en ese período era el Polo Sur.

 

En la segunda categoría de métodos de datación cronológica se encuentran los radiométricos, que se basan en el estudio del fenómeno de la radiactividad natural. A esta clase pertenecen la técnica del Potasio- Argón, con la que se miden los isótopos del potasio y del argón, una técnica válida por ejemplo para datar los depósitos volcánicos, señala el investigador. Por otra parte, el Aluminio- Berilio se encarga del estudio de los isótopos cosmogénicos, es decir, los terremotos creados por los rayos solares y se emplea sobre todo cuando estudiamos restos de cuarzo.


Por último, están los métodos paleodosimétricos, con los que no se mide directamente la radiactividad, sino el efecto de este fenómeno sobre el material para conocer las dosis radiactivas que ese material ha absorbido a lo largo del tiempo que ha permanecido enterrado. Uno de estos métodos es la luminiscencia, que permite determinar la edad de un yacimiento utilizando las propiedades luminiscentes de la materia. La segunda técnica es la conocida como ESR (Electron Spin Resonance) y se basa en el uso de las propiedades paramagnéticas del material, ya que todas las sustancias presentan, en mayor o en menor medida, propiedades magnéticas.


Los yacimientos más antiguos de Europa


Cuando hablamos de yacimientos prehistóricos antiguos nos estamos refiriendo a aquéllos que se sitúan en el Pleistoceno Inferior y que tienen una antigüedad que se sitúa entre los 800.000 y los 2'6 millones de años. En Europa hay entre 10 y 15 yacimientos antiguos y contienen restos que pueden arrojar luz sobre la llegada del género Homo a tierras a Europa. Estas trazas se reparten por todo el continente, pero se concentran en la periferia del Mar Mediterráneo en países como España, Francia o Italia, explica Mathieu Duval. España cuenta con los yacimientos arqueológicos de Gran Dolina y Sima del Elefante, ubicados en la Sierra de Atapuerca; y en Andalucía, en concreto en Orce, tenemos los yacimientos de Barranco León y Fuente Nueva III. Ceprano, Monte Poggiolo y Pirro Nord están en Italia; Grotte du Vallonnet, Pont-de-Lavaud y Lunery son franceses, y más al este, en la República de Georgia se halla el yacimiento de Dmanisi, considerado como el más antiguo fuera de África.