Ciencia España Ponferrada, León, Lunes, 14 de marzo de 2011 a las 18:42

Astr贸nomos bercianos detectan 57 nuevas estrellas dobles con movimiento propio com煤n

Estos pares de estrellas orbitan alrededor de un centro de masas com煤n

Antonio Martín/DICYT Un grupo de integrantes aficionados de la Asociación Astronómica del Bierzo ha detectado, después de varios meses de trabajo comparando placas procedentes de observatorios, 57 nuevas estrellas dobles con movimiento propio común. Los pares de estrellas, que orbitan de forma común alrededor de un mismo centro de masas, se encuentran en una pequeña parte de la constelación de la Hidra, la más grande del firmamento, observable en los atardeceres de marzo. La identificación de estos nuevos pares de estrellas proporciona un valioso material a los astrónomos profesionales, que ahora deberán analizar diferentes aspectos técnicos de las mismas.

 

Desde 2010, varios socios de la Asociación Astronómica del Bierzo han participado en un proyecto en colaboración con astrónomos profesionales para la detección, revisión, confirmación y medida de nuevas estrellas dobles con movimiento propio común (CPM). "Últimamente, es muy habitual este tipo de trabajos conjuntos entre astrónomos profesionales y aficionados", comenta a DiCYT Jesús Valero, presidente de la Asociación Astronómica del Bierzo. Esta sinergia proporciona nuevas identificaciones a los astrónomos profesionales, lo que se traduce en nuevas perspectivas en la catalogación de los cuerpos celestes. "Estas nuevas 57 estrellas dobles supondrá muchas horas de trabajo para ellos", relata Valero.

 

El Observatorio Astronómico de Garraf comenzó en 2008 uno de estos trabajos colaborativos orientado a la identificación de estrellas dobles. Desde entonces, los astrónomos aficionados españoles han podido identificar 600 pares de estos cuerpos. La aportación berciana eleva una décima parte el registro nacional. En total, el proyecto pretende llegar a las 10.000 estrellas dobles identificadas, para lo que no se han puesto un plazo de tiempo. "Es un trabajo de chinos", describe gráficamente Jesús Valero. Cada asociación participante tiene una pequeña región de la bóveda celeste a su cargo. Sus integrantes escrutan con métodos que superan los de un aficionado aficionado individual la región asignada. En el caso de la asociación leonesa, se estudia una "pequeña" parte de Hidra, la más grande las 88 constelaciones modernas, visible desde el Hemisferio Norte. A pesar de su tamaño, esta constelación con forma de serpiente retorcida y alargada y que hace referencia al mítico monstruo helénico de siete cabezas de reptil y cuerpo de dragón, no es visible con facilidad, ya que sólo cuenta con una estrella aparentemente brillante.

 

Los movimientos propios estelares fueron puestos de manifiesto por el astrónomo inglés Edmund Halley durante la segunda mitad del siglo XVIII. Al comparar las posiciones estelares del catálogo de Ptolomeo Almagesto (siglo II) con las del catálogo de Flamsted (siglo XVIII) se dio cuenta de que existían diferencias significativas solamente en algunas de ellas. Posteriormente, Herschel descubrió tres grupos de estrellas dobles: las que orbitaban en torno a un centro de masas común, las que seguían trayectorias lineales que suponían algún tipo de vínculo gravitatorio entre ellas (son las binarias con movimiento propio común, objeto del estudio) y otras que seguían trayectorias no vinculadas. Durante el siglo XX se confeccionaron numerosos catálogos con este tipo de estrellas dobles.

 

Comparación de placas fotográficas

 

Como hizo Halley, los astrónomos han comparado los registros de estrellas para determinar la presencia de estrellas dobles. Así, los participantes en el estudio compararon dos placas fotográficas que tenían 50 años de distancia en el tiempo. Los astrónomos bercianos estudiaron las fotografías tomadas de desde el Observatorio del Monte Palomar, en San Diego (Estados Unidos) de los años 50 y otras desde el Observatorio Astronómico de Canarias de la primera década del actual milenio. Al solapar las imágenes, se dieron cuenta de que algunas estrellas habían cambiado de posición. "Si hay desplazamiento es la señal de que existen estrellas dobles, sino se trata de estrellas blancas", explica Jesús Valero.

 

Existen dos tipos que acogen la denominación de 'estrella doble', según indica Valero. Las primeras son ópticas, por cuestión de nuestra percepción del firmamento, vemos dos estrellas cuando en realidad hay una sola. Otras son físicas, son las que realmente giran unas en torno a otras. El trabajo se centró en un subgrupo de estos pares de estrella físicos, las que tiene un movimiento propio común, esto es, "se desplazan juntas", resume el especialista. El trabajo coordinado por el observatorio de El Garraf (comarca de Barcelona) ha remitido los 600 pares de estrellas descubiertos por los diferentes equipos a Washington Double Star Catalog, organismo que da nombre a cada hallazgo en este campo, dotando a las estrellas de una denominación alfanumérica.

 

Desde Ponferrada han participado cinco socios en estos descubrimientos: Antonio Galeote, Fernando Esteban, Jorge Rojo, Óscar David y el propio Jesús Valero. Algunos de estos estudios se han efectuado desde el propio campus de Ponferrada, donde la Asociación Astronómica del Bierzo tiene establecida su sede.