Salud Brasil S茫o Paulo, S茫o Paulo, Viernes, 02 de diciembre de 2022 a las 10:01

Anticuerpos contra el sarampi贸n: solo en el 75 % de los pacientes de hasta 15 a帽os en un hospital paulista

Este porcentaje surgi贸 sobre un total 252 participantes en una investigaci贸n en la cual se contemplaron muestras de ni帽os atendidos en el referido centro. Y se ubica por debajo del valor porcentual que se considera ideal para prevenir brotes

AGENCIA FAPESP/DICYT – Un estudio realizado en Brasil y publicado en la revista Vaccines muestra que en la zona de São José do Rio Preto, una ciudad del noroeste del estado de São Paulo, entre los niños de entre 0 y 15 años de edad tan solo el 75,8 % cuenta con anticuerpos contra el sarampión. Este porcentaje se ubica por debajo del valor porcentual considerado ideal para prevenir brotes de la enfermedad: alrededor del 94 %. Estas cifras van al encuentro de las que surgen de otros trabajos recientes, que han apuntado un declive en las tasas de inmunización infantil en el país desde el año 2015.

 

“Es un grito de alerta que indica que los niños brasileños no están alcanzando la inmunidad de rebaño y, por ende, quedan susceptibles a la infección. Y estamos viendo eso en la práctica: el sarampión, que ya había sido erradicado, ha vuelto al país”, comenta Maurício Lacerda Nogueira, docente de la Faculdade de Medicina de São José do Rio Preto (Famerp) y uno de los autores del trabajo, financiado por la FAPESP mediante dos proyectos (13/21719-3 y 19/06572-2).

 

Los investigadores analizaron la presencia de anticuerpos específicos para el sarampión –de tipo inmunoglobulina (IgG)– en muestras de sangre de 252 niños tomadas entre diciembre de 2018 y noviembre de 2019. Los participantes en el estudio ingresaron en el Hospital de Base de la Famerp con sospecha de dengue. Los científicos aprovecharon el material extraído durante la atención clínica para efectuar los análisis de seroprevalencia.

 

Las muestras quedaron estratificadas en cinco franjas etarias: de 0 a 1 año (niños aún no inmunizados); de 1 a 2 años (cuando debe aplicárseles la primera y la segunda dosis de la vacuna triple viral); de 2 a 5 años (cuando los niños ya deberían estar totalmente inmunizados contra el sarampión); de 5 a 10 años, y de 10 a 15 años. En todos los grupos la tasa de inmunización se ubicó por debajo del 80 %.

 

“Todas las franjas etarias se ubican por debajo de lo ideal, pero la que más preocupa es la de 2 a 5 años, que aparece en un 70 %. Esos niños deberían haber sido vacunados durante los últimos dos o tres años. Es posible que la pandemia de COVID-19 haya contribuido con ese resultado. Pero la merma de la cobertura vacunal en Brasil es un problema que empezó antes, entre 2015 y 2016”, afirma Lacerda Nogueira.

 

En un estudio anterior, publicado en la revista Scientific Reports, el equipo encabezado por Lacerda Nogueira había demostrado que casi una tercera parte de los residentes en São José do Rio Preto con edades entre 10 y 40 años no poseen anticuerpos contra el sarampión (lea más en: agencia.fapesp.br/32918/). A partir de esos resultados, el grupo decidió investigar cómo se encontraba la situación entre los más jóvenes.

 

“Sabemos que la cobertura vacunal referente a varias enfermedades ha venido disminuyendo en los últimos años. Entre las causas de ello se encuentra la falta de inversión en campañas de concientización y las dificultades de organización de los municipios. Y aparte está el hecho de que la población le ha perdido el miedo a la enfermedad, ya que los casos no son tan frecuentes”, afirma Lacerda Nogueira. El investigador menciona también la influencia del movimiento antivacunas, que hasta el año 2020 se encontraba ceñido a los sectores más privilegiados de la población, pero que cobró impulso en Brasil durante la pandemia.

 

“La Secretaría de Salud de São José do Rio Preto es sumamente activa, pero sin un movimiento nacional en pro de la vacunación se hace sumamente difícil alcanzar las metas de inmunización. E imagino que en los lugares menos privilegiados del país el índice de cobertura vacunal debe ser aún más bajo”, sostiene.

 

Las estadísticas

 

El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa, para la cual no existen tratamientos específicos. Se estima que nueve de cada diez personas no protegidas (con las vacunas o mediante la infección previa) se infectan tras la exposición al virus. La transmisión se produce a través de las pequeñas gotas respiratorias que el enfermo expele al toser o estornudar. Los síntomas aparecen entre 10 y 14 días después de la exposición e incluyen tos, rinitis, conjuntivitis, dolor de garganta, fiebre e irritación en la piel con manchas rojas. Las complicaciones –tales como otitis, infecciones respiratorias y enfermedades neurológicas– pueden provocar secuelas: sordera, ceguera, retraso del crecimiento y mengua de la capacidad mental.

 

En el año 2019, se registraron 9 millones de casos de sarampión en el mundo, que resultaron en 207,5 mil muertes, de acuerdo con datos del Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. En Brasil, de acuerdo con el Ministerio de Salud, se confirmaron 8.448 casos en 2020 y 676 casos en 2021. La única forma de prevenir la enfermedad es mediante la vacuna triple viral, que inmuniza también contra las paperas y la rubéola y que forma parte del Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) del Ministerio de Salud de Brasil. No obstante, de acuerdo con la cartera, tan solo al 47 % de los niños que componen el público objetivo se les ha aplicado el inmunógeno en el año 2022, cuando que la meta de cobertura es del 95 %. En 2021, se vacunó solamente al 50 % del público objetivo con la segunda dosis, que debe aplicárseles a los niños aproximadamente a los 15 meses de edad.

 

Si bien los índices de inmunización no son suficientes como para frenar la circulación del virus en Brasil, al menos logran disminuir la tasa de transmisión, tal como lo demostró el estudio de la Famerp. Se estima que, en una población totalmente desprotegida, una persona infectada puede contaminar a otras entre 12 y 18 personas. En tanto, en la población de 0 a 15 años estudiada en São José do Rio Preto, la cantidad de casos secundarios varió entre tres y cuatro, cifra que aún se considera preocupante.

 

“El mensaje que deja este artículo es que el problema no se ha resuelto con las campañas de vacunación realizadas hasta ahora. Es necesario hacer un esfuerzo mayor. Esta investigación, gracias a la universidad y a la FAPESP, está aportándoles una información relevante a los gestores sanitarios; y les compete a estos la actitud para tomar decisiones”, afirma Lacerda Nogueira.