Salud Argentina , Santa Fe, Mi茅rcoles, 18 de marzo de 2015 a las 09:54

El mapa americano del sarampi贸n

Los 煤ltimos pacientes detectados vienen de casos importados desde pa铆ses que cuentan con brotes aut贸ctonos. El mayor riesgo lo padecen personas que no est谩n protegidas adecuadamente

UNL/DICYT Según información del Ministerio de Salud argentino, el último caso autóctono de sarampión en Argentina ocurrió en el año 2000, mientras que el último fallecimiento se produjo dos años antes. Sin embargo, siempre existe el riesgo de que la enfermedad ingrese al país, según informó un especialista de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).


El infectólogo Gustavo Ezcurra, profesor en Medicina y docente de la Facultad de Ciencias Médicas (FCM) de la UNL, indicó que siempre existe la posibilidad de introducción de un caso importado desde países que poseen brotes. “El riesgo es que contagien a personas susceptibles, que por distintos motivos no están adecuadamente protegidas contra la infección”, comentó.


En este sentido, agregó que existen factores que hacen que una persona tenga más probabilidades de enfermarse de esos casos importados: “Influyen la edad, la decisión de no vacunarse, la pérdida de anticuerpos o la falta de respuestas a la vacuna, entre otros”, ejemplificó.


De hecho, este verano la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió sobre algunos brotes que aparecieron en Estados Unidos, Brasil y Canadá, que se dispararon a partir de casos importados. La razón de la propagación: para la OPS, bajaron las tasas de inmunización en esos lugares.


Las cifras


De acuerdo con información difundida por la Dirección Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles, a nivel mundial anualmente se producen unos 20 millones de casos de sarampión y muchos de ellos son mortales, ya que entre uno y tres niños de cada 1.000 no logran sobrevivir pese al tratamiento.


En el caso del continente americano, la misma OPS indicó que entre 2013 y 2015 se registraron 971 casos de sarampión en el Distrito Federal de Buenos Aires y en nueve estados de Brasil, con Ceará y Pernambuco a la cabeza. El grupo de edad más afectado fue el de los niños menores de 5 años.


Por su parte, en Estados Unidos, entre el uno de enero y el seis de febrero de 2015, se registraron 121 casos en 17 estados y en Washington, cuya mayoría fue parte de un gran brote multiestatal que aún sigue en curso, vinculados a un parque de diversiones en California y donde el promedio de edad de los infectados fue de 19 años.


También en Canadá se dieron casos. Se trató de dos brotes no relacionados entre sí. Uno fue informado el tres de febrero en la provincia de Quebec, aunque ya se habían registrado ocho más desde el comienzo del año, pero vinculados a casos que se dieron en el estado de California, todos enfermos de una misma familia que no fueron vacunados por razones religiosas.


El otro brote canadiense fue informado el dos de febrero en la provincia de Ontario, donde se conocieron cuatro casos de sarampión que correspondieron a dos menores de dos años y dos adultos de diferentes familias. Hasta el momento no se ha identificado la fuente ni tampoco se encontraron nexos entre los casos.


Recomendaciones


Ante esta situación, la OPS recomendó que todo viajero mayor de seis meses de edad que no pueda mostrar prueba de vacunación o inmunidad, que al menos dos semanas antes de viajar a áreas donde se ha documentado la transmisión de sarampión reciba la vacuna contra esta enfermedad y la rubéola, preferiblemente la vacuna triple viral, que inmuniza también contra parotiditis.


También aconsejó que los niños que reciben la vacuna triple viral antes de cumplir el primer año sean revacunados según el calendario de vacunación de su país. En el caso de Argentina entre el uno de septiembre y el 31 de octubre para sarampión, rubéola y poliomelitis.


Al mismo tiempo, la OPS informó que la excepción a esa recomendación es para quienes no puedan vacunarse por indicaciones médicas o los lactantes menores de seis meses.


Por su parte, el Ministerio de Salud de Argentina instó a la vigilancia epidemiológica de casos sospechosos de enfermedad febril exantemática y a realizar la notificación oportuna en todos los sectores de atención de salud públicos y privados.