Salud Colombia , Colombia, Miércoles, 25 de mayo de 2011 a las 14:28

Una nueva técnica permitirá detectar la epilepsia en menor tiempo

Los puntos del cerebro donde se origina la epilepsia se identificarán con mayor certeza y rapidez con una técnica no invasiva para mirar en detalle lo que ocurre en el encéfalo

UN/DICYT Una nueva técnica que ubica el punto epiléptico focalizado (área del cerebro donde se activa la descarga neuronal que ocasiona la epilepsia) permitirá un diagnóstico más rápido de la enfermedad, practicar una cirugía con menor probabilidad de efectos secundarios, y con una seguridad del 95%, pues no es invasiva. Así lo aseguran los autores de la investigación Localización de focos epilépticos mediante modelos paramétricos, liderados por el profesor Germán Castellanos Domínguez, del Grupo de Procesamiento de Señales y Reconocimiento de la Universidad Nacional (UN) en Manizales.


A través de modelos paramétricos, ellos emplean las señales de un electroencefalograma para obtener mayor información sobre lo que ocurre en el cerebro. En el estudio también participó el grupo Control e Instrumentación de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP) y el Instituto de Epilepsia y Parkinson del Eje Cafetero – Neurocentro.


Según Jorge Iván Padilla Buriticá, estudiante de la Maestría en Automatización e integrante del grupo de la UN, “el desarrollo del modelo permite mayor realismo y cercanía del cerebro humano y sus características”.
La epilepsia está asociada a descargas eléctricas (generalizadas o focalizadas) que ocurren en uno de los centros nerviosos constitutivos del encéfalo. Es considerada una enfermedad grave con altas contraindicaciones. Las personas que la padecen presentan señales de alerta como convulsiones, contracciones musculares y dificultad para respirar, antes de tener un ataque.


Ubicación precisa del problema


“Nuestra técnica reduce los cálculos, al tiempo que integra la información obtenida en otros modelos, lo cual le facilita al personal capacitado en neurología comparar datos”, asegura Padilla Buriticá.


El proceso se adelanta mediante un software en el que se incluyen los registros médicos existentes sobre los pacientes, y determina con mayor precisión la localización de la zona a eliminar.


“La epilepsia se trata con medicamentos, pero cuando estos no son efectivos se realiza una cirugía en el cerebro que, por medio de una malla con electrodos, permite identificar con exactitud la fuente localizada epileptogénica, es decir, el área a extirpar”, señala Eduardo Giraldo Suárez, estudiante del Doctorado en Ingeniería–línea de investigación Automática, de la Sede Manizales.


De esta manera se reduce el tamaño del fragmento que se va a extraer, evitando que se elimine una gran porción. Así se minimiza la posibilidad de presentar efectos secundarios en el individuo, como disminución de la memoria a corto plazo, problemas en el habla y limitación en los movimientos.


“Durante el proceso implementamos una técnica conocida como elementos finitos de frontera, para obtener una estructura del cerebro similar a la lograda durante la resonancia magnética que se le practica a cada paciente”, argumenta Giraldo Suárez.


“Más adelante –continúa– analizamos técnicas estáticas y, a partir del comportamiento que presentaban, creamos otras que varían en el tiempo y tienen en cuenta la dinámica de las señales del electroencefalograma”.


De fácil lectura médica


El procedimiento está diseñado para que el especialista no necesite ajustar parámetros relacionados con la ingeniería, únicamente debe alimentar el software con señales reales y datos del paciente, que luego son mapeados e incluidos en la resonancia magnética. Así, resulta una medición de fácil interpretación para el médico.


Según el estudiante de doctorado, “la verificación se adelanta simulando la actividad dentro del cerebro, lo cual ofrece confiabilidad y efectividad en el método para determinar exactamente el punto que se está activando”.


La validez de la prueba ha tenido también resultados positivos en pacientes que han pasado por procesos de cirugía. Al aplicarla, el software llega directamente a la zona ya operada.


El área del cerebro estimada a partir de las señales reales se ubica exactamente en la misma que los médicos eliminaron. Esta verificación se adelanta solo con pacientes que han tenido cirugías exitosas.
Para Padilla Buriticá, “las propuestas existentes presentan buenos resultados, pero requieren de una gran cantidad de cálculos y suposiciones que no siempre son fáciles de operar. Nosotros intentamos resolver de forma más sencilla y confiable la localización de los focos epilépticos en las condiciones particulares del Neurocentro”.


Esta técnica también puede implementarse en dificultades médicas reportadas durante la detección de otras enfermedades cerebrales como Parkinson, apnea del sueño, déficit de atención, drogadicción o para el control de dispositivos a partir de señales cerebrales.