Una metodología novedosa para la repoblación de la perdiz roja
CGP/DICYT La perdiz roja (Alectoris rufa) es una especie clave, tanto como presa de especies amenazadas, como por ser la pieza de caza menor más atractiva de la península Ibérica. Pero frente al trascendental papel que juega la especie, sus poblaciones sufren un declive importantísimo desde la década de los 70, con una pérdida continuada de sus poblaciones, probablemente como consecuencia de la destrucción de su hábitat, la intensificación agrícola, o una sobrepresión cinegética.
Fruto del descenso de sus poblaciones, unido al interés socioeconómico de la especie, ha surgido un creciente desarrollo de las repoblaciones de perdiz, con ejemplares procedentes de granjas cinegéticas, encaminadas a cubrir el descenso de las poblaciones de éstas, pero consiguiendo sólo unas mejoras fugaces por no perdurar en el tiempo, fruto sin duda de ser animales no adaptados al medio silvestre.
Ante este panorama, investigadores de la Universidad Católica de Ávila (UCAV) han desarrollado un proyecto enfocado al estudio del instinto de adopción de los machos salvajes de perdiz, con el objetivo de encauzarlo en favor de su conservación.
El trabajo ha centrado el Proyecto Fin de Carrera del alumno Dionisio Grande Andrade, quien ha obtenido una calificación de Matrícula de Honor al proponer una metodología novedosa de repoblación de perdices en el país que aboga por la conservación medioambiental y por el respeto a la naturaleza. Dionisio Grande, ingeniero de Montes y licenciado en Ciencias Ambientales por la UCAV, eligió este tema porque “quería hacer un proyecto que investigase una cuestión cinegética sobre alguna de las problemáticas del sector, especialmente en el ámbito de la conservación”, ha asegurado. Esta propuesta podría utilizarse a favor de la conservación de la perdiz y solucionar el problema de esta especia que se encuentra en “niveles críticos”.
El profesor Fernando Herráez, director del proyecto, apunta las fortalezas de la metodología presentada. “Ha conseguido que a los 60 días en campo estuvieran sobreviviendo, por lo menos, el 15 por ciento de los ejemplares soltados”. Unos datos “exitosos” puesto que con las metodologías existentes el porcentaje se reduce al 3 por ciento, según la información de la UCAV recogida por DiCYT.
Metodología
Para este proyecto de investigación se capturaron machos de perdiz silvestre en el periodo posterior a la separación de los machos de sus grupos familiares de hembras y perdigones. Tras la captura de los ejemplares, éstos fueron introducidos en diferentes "núcleos de adopción" o recintos, situados cercanos a las zonas de captura, en los que tras un periodo de aclimatación, se les aportaron perdigones procedentes de granja con una edad menor de dos semanas, consiguiéndose un cien por cien de adopción y cría de los mismos, después de algo menos de dos meses, éstos fueron liberados junto con sus "padres adoptivos", obteniéndose una tasa de supervivencia durante este periodo del 95% por ciento.
Tras su liberación, se ha podido comprobar, gracias al marcaje con marcas alares, que los ejemplares han mantenido los grupos familiares creados, presentando un comportamiento indiferenciable de sus congéneres silvestres. Y una vez trascurridos más de dos meses desde su liberación se han podido capturar y analizar diversos ejemplares los cuales “han proporcionado unas tasas de supervivencia desconocidas hasta el momento en comparación a las repoblaciones convencionales”.
Así, los investigadores concluyen que los machos silvestres no sólo han adoptado y criado a los perdigones durante su estancia en cautividad, sino que tras su suelta los han seguido instruyendo, guiando y protegiendo, por lo que todo ello provoca un nuevo horizonte de conservación para el ave.