Environment Brazil São Paulo, São Paulo, Monday, June 03 of 2024, 17:02

Una investigación optimiza el control biológico de una plaga que afecta a los cultivos de soja

Científicos de la Universidade Estadual Paulista (Brasil) y de la Universidad del Estado de Oklahoma (Estados Unidos) verificaron en campo que la suelta ideal de las avispas que neutralizan a las chinches marrones debe concretarse de 30 en 30 metros

AGENCIA FAPESP/DICYT – Un artículo publicado en la revista Insects señala con precisión la distancia de dispersión de un tipo de avispas que neutralizan a una plaga común en los campos de producción de soja: se trata de Euschistus heros, un insecto conocido como chinche marrón, que se erige como un grave desafío a la producción de soja en América del Sur, y su control resulta difícil a causa de la resistencia a los insecticidas químicos, según afirman los autores del artículo. En tanto, la solución de este problema es la especie Telenomus podisi, una microavispa parasitoide descrita por el entomólogo estadounidense William Harris Ashmead en 1893.

 

Merced a este estudio a cargo de científicos de la Universidade Estadual Paulista (Unesp), en Brasil, y de la Oklahoma State University (OSU), en Estados Unidos, es posible perfeccionar la suelta de las avispas apuntando a asegurar el control biológico de la chinche, que también afecta a áreas de cultivo de algodón y girasol, aparte de campos de pasturas. Esta investigación científica ha recibido diversos apoyos de la FAPESP..

 

Las hembras de T. podisi localizan huevos de E. heros en las plantas y en ellos depositan sus propios huevos, interrumpiendo el desarrollo de la chinche marrón al comienzo de ese ciclo. “Los huevos de la plaga adquieren una coloración oscura y dan origen a nuevas avispas en lugar de generar nuevas chinches. Posteriormente, esas avispas parasitarán más huevos de la plaga”, detalla Regiane Cristina de Oliveira, docente del Departamento de Protección Vegetal de la Facultad de Ciencias Agronómicas (FCA) de la Unesp, en su campus de la localidad de Botucatu. Para ofrecerles a los productores la forma correcta de utilización de este defensivo agrícola natural, se llevaron adelante diversos estudios con miras a entender cómo debe soltárselo: cuál es la cantidad de avispas y la mejor distancia entre los puntos de suelta, entre otros aspectos.

 

El grupo de investigadores verificó en condiciones de campo que la capacidad de dispersión de T. podisi, bajo el influjo del estadio de crecimiento de la soja, varió entre 31 y 39 metros. La tasa máxima de parasitismo de los huevos de chinches fue de alrededor del 60 %. Con base en estos resultados, los autores recomiendan que los puntos de suelta de las avispas se espacien a lo sumo 30 metros entre sí para suministrar un control eficaz de la plaga, una de las más agresivas del cultivo de soja. E. heros genera pérdidas en las vainas (puede imponer una pérdida de hasta un 30 % del potencial productivo). En otoño, los insectos que constituyen esta plaga comienzan la búsqueda de refugios debajo de los pajares, en donde permanecen hasta el verano. Durante ese tiempo, acumulan lípidos y no se alimentan: quedan en un estado de quiescencia (un estado fisiológico de baja actividad metabólica).

 

Debido a que la eficacia del parasitoide depende de su capacidad de hallar hospedantes, el conocimiento referente a la capacidad de dispersión hace posible el ajuste de la logística y de la técnica de suelta. “Esto optimiza el manejo de las chinches mediante programas de control biológico aplicados en extensas áreas de monocultivo”, dice De Oliveira, quien es ingeniera agrónoma egresada de la Universidad Federal de Espírito Santo (UFES), magíster en entomología agrícola por la Unesp y doctora en entomología por la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz, de la Universidad de São Paulo (Esalq-USP), con un posdoctorado en la Mississippi State University (MSU) de Estados Unidos.

 

Aparte de De Oliveira, el paper lleva las firmas de William Wyatt Hoback y Rafael Hayashida, del Departamento de Entomología y Patología Vegetal de la OSU, y Gabryele Ramos, Daniel Mariano Santos y Daniel de Lima Alvarez, de la FCA-Unesp.