Ciencias Sociales España , Salamanca, Miércoles, 28 de julio de 2010 a las 17:30

Una investigación determina la diversidad genética de la población en función de los apellidos

Científicos de la Universidad de Salamanca han estudiado el caso de la zona de Fuentes Carrionas, en Palencia, a lo largo de un siglo

AO/JPA/DICYT Científicos del Área de Antropología Física de la Universidad de Salamanca han realizado una investigación acerca de la diversidad genética de la población basada en la evolución de la diversidad de los apellidos a lo largo de un siglo en una determinada zona geográfica. En concreto, el estudio se ha llevado a cabo sobre los 10 núcleos de población situados en la zona de Fuentes Carrionas, al Norte de la provincia de Palencia, entre los años 1880 y 1980. Los núcleos estudiados han sido: Alba de los Cardaños, Camporedondo de Alba, Cardaño de Abajo, Cardaño de Arriba, La Lastra, Otero de Guardo, Triollo, Valcobero, Vidrieros y Valsurbio.

 

En la actualidad existe una línea de investigación que integra la Biodeomografía y la Antropología molecular, en la que con todas las salvedades y matizaciones que pueden hacerse al respecto, se asimilan los apellidos a “formas” de un locus de un cromosoma. De esta forma se asume que los portadores de un mismo apellido están reciente o remotamente emparentados entre si y por ello portarán un patrimonio genético más similar. Este procedimiento para tratar los apellidos asume su carácter monofilético en la población estudiada.

 

Partiendo de estas premisas, “la utilización de los apellidos como alelos nos permite obtener estimaciones acerca de la diversidad genética de una población así como de los efectos que los movimientos humanos han podido tener sobre ella”, explica María José Blanco Villegas, responsable de esta investigación, que ha sido publicada en la revista científica Human Biology. La elección de Fuentes Carrionas, en la Montaña Palentina, se debe a que es una población muy aislada y de muy pequeño tamaño, lo que permite reconstruir exhaustivamente su historia reciente así como tener un mayor control de diferentes variables estudiadas, según ha comentado en declaraciones a DiCYT.

El estudio se ha realizado partiendo de los libros parroquiales de estos municipios; a partir de los cuales pudimos obtener información acerca de los matrimonios celebrados. Este dato es de mucha importancia ya que “hasta hace muy poco tiempo, los matrimonios que se celebran en una población constituyen la comunidad reproductora de la misma en un momento dado”, explicó Roberto Rodríguez Díaz, el otro investigador que firma el artículo. "Posteriormente, una vez tomados los apellidos y su situación en cada pueblo, realizamos las reconstrucciones familiares utilizando las defunciones y nacimientos; creando una especie de árbol genealógico de cada familia en cada población", señala.

Entre los resultados obtenidos en este estudio, destacan dos aspectos. El primero es la escasa movilidad de la población, dedicada en su mayor parte a la agricultura de subsistencia y marcada también por los accidentes geográficos de esta zona de montaña. Es interesante que la construcción de dos pantanos en la zona (1930 y 1960) y la mejora de las comunicaciones apenas provocaron alteraciones demográficas ya que no incorporaron individuos a la población residente. Sin embargo, los movimientos migratorios iniciados a partir de la década de 1960 sí generaron una emigración de la población a zonas más industrializadas, disminuyendo así su número en dos terceras partes, desde unos 1.500 habitantes en 1880 hasta poco menos de 500 pasados 100 años.

"Estas poblaciones son ideales para este tipo de estudios", asegura Roberto Rodríguez, "ya que es posible conocer ampliamente todos los sucesos históricos, de diferente índole, que las han afectado y por ello constituyen un laboratorio de campo perfecto", donde pueden llegar a recrearse las condiciones poblacionales que pudieron establecerse en las poblaciones humanas del pasado.

 

Consecuencias genéticas


"En poblaciones donde se dan este tipo de condiciones, la actuación de los fenómenos microevolutivos es muy probable y muy impactante", afirma María José Blanco Villegas. Es decir, la probabilidad de que se manifiesten los efectos no deseados de la consanguinidad, la deriva genética o las mutaciones es alta. Con los resultados de este estudio, "podemos extrapolar que en el pasado esas pequeñas comunidades humanas podían estar sometidas a la actuación de esos pequeños fenómenos microevolutivos; siempre teniendo en cuenta las matizaciones que tiene trabajar con apellidos y no con alelos". En cualquier caso, sólo podemos hablar en términos de oportunidad; y por ello podemos decir que la probabilidad de que estas poblaciones con un escaso número de efectivos y un alto grado de aislamiento durante muchas generaciones desarrollen diferencias genéticas que les distancien de otras comunidades humanas es "muy superior que en comunidades grandes en las que existe una constante entrada y salida de individuos", ya que en estas puede sumase la actuación de varios fenómenos evolutivos.


En principio cabría pensar que toda la comarca de Fuentes Carrionas ha sido una unidad reproductora homogénea; sin embargo se da la circunstancia de que en el interior de la propia comarca los accidentes geográficos han representado auténticas barreras genéticas que han dificultado e incluso interrumpido el flujo de individuos entre los distintos núcleos de población que la componen pudiendo incluso fomentar una cierta diferenciación interna. Ello se debe a que se trata de una zona montañosa, con accidentado relieve marcado por altos niveles de altitud casi siempre superiores a los 1.000 metros.


"En la actualidad", comenta María José Blanco, "estamos llevando a cabo un estudio de la misma naturaleza pero a un nivel mucho mayor". Utilizando la misma aproximación metodológica, "trabajamos con todos los apellidos españoles, lo que nos permitirá establecer las distintas barreras genéticas, ya sean de origen geográfico, cultural o de otro tipo" que han podido dificultar el intercambio de individuos . Este estudio toma como fuente las bases de datos de apellidos del Instituto Nacional de Estadística.