Una investigación de la UNAM evita que la radiación en terapias de cáncer dañe órganos sanos
Agencia ID/DICYT Cuando una persona recibe un tratamiento de cáncer por la técnica de “Radioterapia”, está expuesta a radiación ionizante, y para evitar que la energía se dirija a tejido sano y lo dañe, la doctora Guerda Massillon, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estudia las propiedades de diversos materiales llamados dosímetros que miden la dosis de radiación.
La doctora en Física con especialidad en Dosimetría de la Radiación del Instituto de Física de la UNAM, señaló que la radiación ionizante se usa en el diagnóstico y tratamiento del cáncer.
“En casos extremos, si la dosis es muy alta la radiación puede modificar la estructura celular y generar alteración en las células de los órganos que se encuentran a un lado del tumor, esto provoca que pierdan sus funciones”, explicó Guerda Massillon, quien fue galardonada por su investigación con el IUPAP Young Scientist Prize 2015 que otorga la Unión Internacional de Física Pura y Aplicada.
La intención del estudio es analizar la interacción de la radiación ionizante con la materia y conocer cuánta energía recibe el paciente. La doctora aclaró que existen dos tipos de radiaciones: ionizante y no ionizante.
La radiación no ionizante se encuentra en los láseres, haces de luz y ondas que se usan para hacer ultrasonido o imágenes de resonancia magnética. Tienen una mayor longitud de onda, por lo tanto la energía es baja y no modifica la estructura de la materia.
Por otra lado, la radiación ionizante como los rayos-gamma y rayos-x que se utilizan en Tomografías computarizadas o Mamografías sí tienen energía suficiente para modificar la materia, porque la longitud de onda es baja y la energía alta.
Por ejemplo, platicó Guerda Massillon, en las técnicas de detección temprana de cáncer de mama se utilizan equipos con rayos-x. Para que no afecte al paciente, es necesario mantener un control y saber cuánta dosis de radiación recibe, y esto se logra con el uso de dosímetros termoluminiscentes.
Estos materiales son pequeños cristales con capacidad de conservar la energía cuando se exponen a la radiación, los cuales al calentar muestran la cantidad de energía depositada en forma de luz.
La doctora dijo que para probar un equipo de mamografía se coloca el dosímetro termoluminiscentes frente a la maquina (en sustitución del paciente) y se realizan los disparos necesarios. Después se analiza la relación entre la luz emitida por el cristal y la energía depositada, de tal manera que se conozca la dosis precisa que se recibirá al ser expuesto en un estudio.
Cáncer de próstata
Otro ejemplo es la radioterapia, que se usa en el tratamiento de diferentes tipos de cáncer. En el caso del de próstata, se suele insertar una semilla radiactiva en el paciente que va directo al tumor.
“Alrededor de la próstata hay otros órganos sanos que son sensibles, si se sabe la distribución espacial, la mayoría de la dosis se queda en el área enferma y a los órganos que están alrededor les llega muy poca radiación”.
Para llegar a este nivel, es necesario saber previamente cómo responde un dosímetro a diferentes tipos de radiación y las condiciones óptimas para su uso.
Guerda Massillon, originaria de Haití pero con nacionalidad mexicana, también fue seleccionada como una de las Research Fellows por la Sociedad científica Royal Society de Londres para desarrollar su proyecto de investigación.
“Cuando uno trabaja no lo hace por un premio, trabaja por pasión, para entender cosas, ser útil a la sociedad. Los premios son un honor, te dicen que estas bien, pero al mismo tiempo es un compromiso.”