Salud España , Salamanca, Viernes, 25 de enero de 2013 a las 20:44

Una investigaci贸n busca anticipar el diagn贸stico del alzh茅imer

El estudio de biomarcadores bioqu铆micos y las resonancias magn茅ticas podr铆an determinar si una persona va a desarrollar una demencia, seg煤n ha explicado un experto en Salamanca

JPA/DICYT Juan Fortea Ormaechea, investigador del Hospital San Pau Barcelona, ha explicado hoy en el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl) de la Universidad de Salamanca que a través del estudio de biomarcadores bioquímicos y de resonancias magnéticas en un futuro podría conocerse con mucha antelación si una persona va a padecer alzhéimer. El experto es cauteloso porque de momento sólo se trata de una línea de investigación, pero ya se sabe que la enfermedad comienza entre 10 y 20 años antes de que aparezcan los primeros síntomas.

 

“Trabajamos con biomarcadores bioquímicos en líquido cefalorraquídeo y con resonancias magnéticas para diagnosticar la enfermedad incluso antes de que pueda dar síntomas”, ha explicado en declaraciones a DiCYT. Desde el punto de vista de la investigación básica, estos estudios sirven también para “intentar entender la fisiopatología de la enfermedad, cómo se llega a producir”.

“Es fundamental entender cuáles son los procesos que conducen a la enfermedad para poder intervenir en sujetos que todavía no padecen ningún tipo de síntomas aunque tengan los procesos biológicos en marcha”, asegura, una hipotética intervención que podría ocurrir en un futuro que todavía está lejano.

 

Los científicos ya son capaces de hallar biomarcadores para evaluar las etapas previas a la demencia. “En la etapa de deterioro cognitivo ligero, que antecede a la demencia en cinco años, ya están en marcha y es probable que esto se pueda incorporar a etapas más precoces”, señala Juan Fortea.

 

¿Qué son estos biomarcadores? Desde un punto de vista bioquímico, lo que analizan los investigadores en el líquido cefalorraquídeo son las proteínas que se acumulan en el cerebro produciendo un daño neuronal. Por otra parte, con la resonancia magnética “podemos ver las consecuencias de esa acumulación de proteínas en forma de atrofia cerebral, daño cerebral o alteraciones funcionales”, afirma.

 

Si alguna vez esta forma de realizar el diagnóstico llega a aceptarse de forma clínica, los pacientes tendrían que realizarse pruebas no demasiado complejas, porque la obtención del líquido cefalorraquídeo comporta una punción lumbar y la resonancia magnética puede variar entre 20 y 40 minutos.

 

Sin predicciones individuales


En cualquier caso, el experto se muestra muy cauto. “Aunque por grupos detectamos cambios entre 10 y 20 años antes de que se desarrolle la enfermedad, no se están aplicando estas técnicas porque a nivel individual, a día de hoy, no se pueden hacer predicciones”, indica, “no sabemos si todos los que presentan los biomarcadores desarrollarán la enfermedad ni cuándo podrían hacerlo”.


Sin embargo, en las fases de deterioro cognitivo ligero, cinco años antes de que se manifieste la enfermedad con todos sus síntomas, “los biomarcadores ya indican con bastante seguridad que estamos ante el inicio de un proceso de demencia como el alzhéimer”.

 

En realidad, hoy en día anticipar el diagnóstico no ayuda a combatir la enfermedad desde el punto de vista farmacológico y a que todavía no existe ningún medicamento que frene la enfermedad. Sin embargo “un diagnóstico precoz es una información muy relevante para el paciente, con muchas implicaciones psicológicas y de planificación”, comenta el especialista, y “si alguna vez disponemos de fármacos, estos estudios serán fundamentales para iniciar los tratamientos del futuro”.