Technology Spain , Salamanca, Monday, July 06 of 2009, 12:19

Una empresa de jóvenes emprendedores comercializa un sistema que sirve de guía en interiores

Dos alumnos de Informática de la Universidad Pontificia de Salamanca crean una aplicación para móvil y para edificios cuya función es similar a la de un GPS en el exterior

José Pichel Andrés/DICYT Dos estudiantes de Informática de la Universidad Pontificia de Salamanca acaban de crear la empresa Mirblu con el objetivo de comercializar una aplicación para teléfonos móviles que permite al usuario guiarse dentro de un edificio, del mismo modo que un GPS lo hace en el exterior. El desarrollo ha tenido su germen en un proyecto que se inscribe dentro del Club de Innovación Tecnológica de la institución académica y la Fundación Caja Duero, pero las ideas asociadas a esta iniciativa son múltiples, ya que se puede aprovechar la aplicación para fines publicitarios dentro de un centro comercial o para crear itinerarios y dar información en un museo.

 

"Estamos intentando cubrir un campo que no cubre un GPS, que es el interior de un edificio", explican a DiCYT Alexandre González e Ignacio Gutiérrez. "Para ello, usamos unas balizas con el sistema bluetooth que funcionan con energía solar, lo que hacen es ubicarte dentro del edificio y guiarte hasta un destino”, como hace un GPS normal en el exterior con el apoyo de un satélite", agregan.


El hecho de que las balizas funcionen con energía solar en el interior de un edificio puede resultar paradójico, pero tiene su explicación. “La luz artificial tiene un componente que es el que alimenta estas placas y, como el dispositivo consume muy poco, es suficiente para que sean autónomas, sin que estén enganchadas a la red eléctrica”, señala Ignacio Gutiérrez.

 

Sin embargo, ahí no quedan los servicios, ya que los promotores de este proyecto han pensado en añadir la función publicitaria a la hora de crear rutas. Así, la aplicación muestra una publicidad que podría ser muy útil dentro de un centro comercial, por ejemplo. De hecho, ya hay un primer proyecto donde va a ser implantada esta posibilidad, una instalación que actualizará la publicidad todas las noches. “El empresario cambiará la publicidad en nuestra página web y la baliza la actualiza a su vez para el día siguiente”, apuntan.

 

Sin embargo, las aplicaciones pueden ser variadas y los jóvenes informáticos ya piensan en otro tipo de edificios, como hospitales y museos. “Si quieres ver la Mona Lisa, marcarás esa opción y la aplicación te llevará. En un futuro hemos pensado que el mismo sistema puede servir para ofrecer información sobre el cuadro”, agregan.

 

“Si tienes que llegar a un lugar concreto de un hospital, que suelen ser enormes, basta con que te manden al correo electrónico una aplicación para el móvil cuyo archivo de instalación apenas ocupa 300 kilobytes (kb), 20 veces menos que una canción en MP3”, indican. Con esta aplicación en el teléfono, el usuario sólo tendrá que llegar a la puerta para encontrarse con la primera baliza y dejarse guiar por las señales que emiten las demás.

 

Proceso sencillo

 

El objetivo era que la aplicación fuese usable al 100 por 100, el usuario simplemente llegará a un edificio, encontrará un panel informativo a la entrada para que arranque desde su móvil y, a partir de ahí, el proceso es automático: se descarga, se instala y basta con poner un origen y un destino para crear la ruta. Incluso se puede usar sin poner el origen, puesto que la red de balizas es capaz de localizar el móvil para calcular la ruta.

 

Todo arranca a raíz del proyecto piloto FImap, de la Facultad de Informática de la Universidad Pontificia de Salamanca, que hace llegar notificaciones a los estudiantes en el momento en que acceden al edificio, un servicio que no tiene coste, porque este sistema de mensajería no requiere la intervención de una operadora telefónica. “Vamos a crear Mirblu Maps reutilizando todo el código que hemos probado en el proyecto piloto”, apuntan.

 

Los jóvenes emprendedores ya están haciendo contactos con empresas, puesto que por fin “hay un proyecto final vendible”, de manera que esperan llegar a acuerdos que permitan implantar de verdad el sistema. Hasta el momento, ha sido la sede central de la Universidad Pontificia el lugar de las pruebas.