Tecnología España , Palencia, Viernes, 01 de junio de 2007 a las 13:24

Un sistema de SIG ayuda a definir la ruta Jacobea a su paso por Palencia

Recoge datos sobre la toponimia y los diferentes paisajes de 26 municipios

VDV/DICYT Un equipo de investigadores de la Universidad de Valladolid, pilotado por el ingeniero de montes, Luis Carlos Fernández y el catedrático Manuel Betegón Baeza, han comenzado a estudiar la toponimia y los diferentes paisajes del Camino de Santiago a su paso por Palencia, empleando sistemas de información geográfica (SIG) que permiten un conocimiento exhaustivo de los detalles de cada uno de los 26 municipios que integran el estudio.

En total estudiarán 94.655’75 hectáreas, gracias a una beca otorgada por la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León. El trabajo se ha iniciado el mes de octubre de 2006, y se prolongará durante al menos dos años. El objetivo final es la elaboración de un Sistema de Información Geográfica donde interpretar y comprender el ambiente agroforestal que corresponde al espacio por el que pasa la Ruta Jacobea. Para ello usan la información escrita más antigua sobre el territorio, que son los topónimos, y también localizan los diferentes pagos que atraviesa el Camino.

Una vez definido el trazado, los expertos han tenido que considerar las curvas, vueltas y revueltas del propio camino y los trayectos urbanos, y clasificar los tipos de paisaje, que en este caso se dividieron en cuatro: zonas de ribera, zonas de regadío (vegas), zonas cerealistas y por último las dehesas. La base técnica la han constituido los mapas topográficos a escala 1:10.000, obtenidos de la propia Cartoteca Digital, elaborando planos a la medida para cada término municipal que han sido actualizados ya que datan de los años 50.

Igualmente, ha sido necesario elaborar estadillos donde se recogen los atributos de cada pago o municipio, y se han distinguido dos partes: la primera, la parte gráfica en la que se construye la delimitación del pago, y en definitiva el plano. Y la segunda parte, la identificación y recogida de los atributos asociados, que también está siendo transferida a formato digital.

Todo este procedimiento se realiza con el empleo de un SIG (Sistema de Información Geográfica), dotado por una serie de datos alfanuméricos recogidos en unas tablas y una parte gráfica bajo una representación vectorial. Utilizando una herramienta CAD se integran los mapas topográficos con los catastrones, obteniéndose un mapa digital que representa los pagos del viejo Catastro afectados por el paso del Camino, junto con los elementos físicos del terreno, añade Luis Carlos Fernández García. Así consiguen una base de datos de los atributos, organizándolos con un orden preestablecido y de manera eficaz. “Mediante el formato GeodataBase (GDB), es posible crear bases de datos de manera rápida y bajo el mismo sistema de coordenadas”, explican.

“El SIG que se está diseñando, nos deja investigar los diferentes ambientes que había en el Camino de Santiago, estudiamos dónde y cuantas veces aparece un topónimo, como por ejemplo, cascajares, cascajales, cascajera, puesto que la derivación fonética sucedida a lo largo de los tiempos es algo a tener en cuenta”, comenta Luis Carlos Fernández. Otro de los objetivos es la representación de la ubicación de edificios singulares y antiguos poblamientos en relación con los topónimos, habiéndose localizado unos ciento cuarenta.


Además, tampoco se descarta poner a disposición de los usuarios del camino los resultados de modo que puedan incorporar datos de interés a una PDA o GPS, o mediante la colocación de paneles informativos a lo largo de la ruta con explicaciones del paisaje y videos.