Tecnología Colombia , Antioquia, Miércoles, 23 de junio de 2021 a las 11:58

Un robot para apoyar al personal de UCI

El dispositivo ayuda a rotar pacientes que requieren tratamiento por problemas respiratorios

UDEA/DICYT Además de la fatiga anímica que representa estar continuamente cerca de pacientes infectados con covid-19 y del riesgo de contagio con esta enfermedad, el personal de la salud que atiende a estos pacientes termina su jornada con un elevado cansancio físico, pues deben poner boca abajo y volver a poner hacia arriba, en repetidas ocasiones en el día, a muchas de esas personas.

 

Esta técnica, que se llama pronación, ha demostrado ser una ayuda importante en casos de problemas respiratorios —algo muy frecuente en pacientes covid—, pues cambia la movilidad del diafragma y mejora la ventilación pulmonar.

 

Hasta ahora este procedimiento se hace de forma manual, por lo que el médico y magíster en epidemiología de la Universidad de Antioquia, Alejandro Vargas Gutiérrez, se dio a la tarea de liderar el desarrollo de un dispositivo para ayudar al personal de la salud: el Robot 180°, iniciativa con la que obtuvo el Premio Nacional al Inventor Colombiano 2020, categoría Investigador individual, que entregó la Superintendencia de Industria y Comercio en mayo pasado.

 

"Había un agotamiento físico del personal hospitalario, porque si pronar un paciente de 75 u 80 kilos es complejo, imagínese este procedimiento en áreas donde hay más de 20 pacientes", explicó el médico, quien agregó que "esto genera dolores en el hombro, la muñeca y la espalda de quienes realizan este procedimiento".

 

En busca de la solución, Vargas y su equipo encontraron que en Estados Unidos ya hay en funcionamiento un equipo muy robusto y costoso, que se usa solamente en algunos quirófanos y para ciertas cirugías. Pero ellos querían diseñar un equipo para usar en camas de unidades de cuidado intensivo —UCI—, que ocupan un espacio más pequeño.

 

Durante su exploración, que empezó en octubre de 2020, también descartaron sistemas con grúas o palancas, que pueden resultar poco confortables para los pacientes y requieren de todos modos el esfuerzo físico del personal de la salud.

 

"Pensábamos en algo suave y seguro para los pacientes, que tuviera las mismas dimensiones que una cama de UCI. Por eso, nuestra invención tecnológica es un robot en forma de colchón, con un software que permite calcular el mejor proceso de pronación, según la talla y el peso del paciente, de tal forma que el proceso de una persona de 85 kilos y 1,75 de estatura se hace de manera diferente a una de 55 kilos y 1,65 de estatura", informó Alejandro Vargas.

 

Así funciona

 

El dispositivo médico incluye un compresor de aire que se ubica en la parte inferior de la cama, con el cual se envía aire a unas cámaras dentro del colchón, que cuentan con unos circuitos electrónicos, mediante los cuales se determinan las áreas que deben inflarse para el proceso.

 

El inventor indicó que "nuestro colchón tiene inteligencia artificial —en este caso machine learning—, que permite pronar a los pacientes en forma automática y segura, sin que el equipo de enfermería o el grupo de intensivistas deban hacer un gran esfuerzo físico".

 

Esto se logra gracias a que al dispositivo se le pone un código de barras con la historia clínica del paciente, en la que se incluyen su talla y peso. De esta manera, con solo un clic desde un equipo electrónico como celular, tableta o computador portátil, se da la orden y el colchón se infla y cambia de posición a la persona en pocos minutos.

 

En definitiva, se trata de una invención que, además de dar más comodidad y seguridad al paciente, también aporta al bienestar del personal de la salud, pues ayuda a disminuir el riesgo de contagio de covid-19 o de otra enfermedad, por el menor contacto con una persona infectada, y reduce la fatiga y las lesiones o dolores musculares de los cuidadores.

 

Pero para que esto se haga realidad, los inventores necesitan recursos —alrededor de 92 millones de pesos— para construir un prototipo a escala real, que se hará con base en los diseños que se tienen, los cuales fueron probados en simulaciones computarizadas y en un pequeño modelo que hicieron con un muñeco de 100 gramos, gracias a los cuales demostraron ante la SIC que su propuesta es funcional.

 

Además de las pruebas, el prototipo servirá para empezar a buscar la manera de superar las dificultades que se presentan con personas obesas, pues en las simulaciones se estableció que no es posible realizar la pronación a estos pacientes con este dispositivo en una cama de UCI.