Salud España , Valladolid, Lunes, 29 de septiembre de 2008 a las 16:33

Un investigador desarrolla un nuevo modelo para evaluar la eficacia investigadora en centros oftalmológicos

José María Martínez ha introducido nuevos parámetros, entre ellos, la transferencia de tecnología o las páginas web de los centros

YG/DICYT Elaborar un modelo objetivo para determinar la efectividad y eficacia de la actividad investigadora en centros o redes de centros oftalmológicos incorporando nuevas variables, entre ellas, la transferencia de tecnología o la existencia de páginas web ha sido el objetivo de la tesis doctoral realizada por el director general de la spin off de la Universidad de Valladolid Vision I+D y actual director de la División de Oftalmología del Grupo ASISA, José María Martínez García. Bajo la supervisión del director del Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA), de Valladolid, José Carlos Pastor, Martínez ha medido la efectividad investigadora en un total de seis centros de Madrid, Barcelona y Valladolid. 

 

Junto a los parámetros que habitualmente se utilizan para testar la eficacia investigadora tales como el número de patentes registradas o la bibliometría, el modelo elaborado por Martínez García introduce nuevas variables, como la transferencia de tecnología, la presencia on line del centro u otras de carácter más económico como la estructura de costes o la elaboración de presupuestos. En total, en este estudio se han medido en torno a 50 variables en seis centros de investigación, entre los que están el Instituto de Investigaciones Oftalmológicas Ramón Castroviejo, el departamento de Oftalmología del hospital Ramón y Cajal, el instituto Barraquer, de Barcelona, el Centro Internacional de Oftalmología avanzada Fernández Vigo y el IOBA.

Según ha precisado el investigador a DICYT, el modelo que ha desarrollado no es sólo válido para comparar la efectividad investigadora entre varios centros, sino que además permite evaluar esa eficacia a lo largo del tiempo para un mismo centro. De hecho, el estudio que ha realizado incluye un análisis de la eficiencia investigadora del Instituto de Oftalmobiología Aplicada, de Valladolid, durante los últimos cinco años.

 

“Este modelo es una herramienta que permite objetivar la medición de la eficacia de la investigación y abre paso a que se perfeccione y existan otros modelos, igual que en la Sanidad, donde existen fórmulas para medir la calidad”. De hecho, el objetivo de Martínez García es seguir perfeccionando este modelo para que “en un año y medio aproximadamente” pueda ser objeto de una patente y se pueda así medir “cómo evolucionan los centros de investigación y dado que hay recursos limitados para financiar la investigación, que esos recursos se usen lo más efectivamente posible”.

 

Entre las conclusiones del trabajo, el investigador señala que la transferencia de conocimiento sigue siendo en muchas ocasiones la asignatura pendiente de los centros de investigación, así como la creación y accesibilidad de sus páginas web. Asimismo “la mentalidad de cada gestor no es todavía muy homogénea” y de ello depende en gran medida la actividad investigadora de los centros.