Un investigador de la Universidad Nacional Mayor San Marcos recrea el sismo y maremoto de 1746
UNMSM/DICYT En un importante esfuerzo por recabar datos históricos y analizarlos para simular una situación similar en la costa peruana, César Jiménez Tintaya, investigador del Laboratorio de Física de Eventos Naturales (Fenlab) de la Facultad de Ciencias Físicas de la Universidad Nacional Mayor San Marcos (UNMSM) advierte sobre la probabilidad de un devastador terremoto tsunamigénico en la zona central de dicha zona.
Esto a partir de su estudio realizado en cooperación con la Universidad de Tohoku (Japón) en el que recopila información histórica del terremoto y posterior maremoto que devastó el Callao en 1746, para estimar la fuente sísmica del mismo mediante un modelo numérico de simulación.
La sismicidad histórica, que recaba información macrosísmica y datos históricos para prever futuros fenómenos, relaciona el movimiento telúrico de Pisco (2007) con uno muy similar ocurrido el año 1716. Asimismo, el terremoto de 1746, que tiene casi el mismo lapso de tiempo, llevaría a pensar que estamos próximos a un nuevo fenómeno de grandes magnitudes. No obstante, para los científicos les es imposible predecir la ocurrencia de sismos. “La posibilidad está dada. Podría ser mañana, en diez o en veinte años. Sabemos que habrá un terremoto, sabemos dónde ocurrirá, pero no sabemos cuándo será”, subraya el Lic. Jiménez.
30 veces el terremoto de Pisco
El desastre ocurrido en el Primer Puerto hace casi 270 años sería comparable al último terremoto ocurrido en Japón en 2011. Se calcula que en 1746, luego del maremoto con olas de más de 10 metros en el Callao, solo sobrevivieron doscientas personas de las cinco mil que habitaban dicho puerto. Su magnitud habría sido de 9.0 Mw (en la escala de momento), muy superior a los 8.0 Mw que registró el terremoto de Pisco. “Necesitaríamos 30 terremotos análogos al de Pisco para igualar la energía liberada en el terremoto de 1746”, recalcó.
Como explica el investigador, la ocurrencia de un desastre es solo cuestión de tiempo: “es como si yo tomara un resorte y lo estiro poco a poco, llegará un momento en que el material no soportará el esfuerzo adicional y se romperá. Algo análogo ocurre con la deformación de la corteza terrestre debido a la interacción de las placas tectónicas”.
La investigación, que lleva por título Seismic Source of 1746 Callao Earthquake from Tsunami Numerical Modeling, fue publicada en la revista japonesa Journal of Disaster Research, que está indexada en el sistema Scopus y tiene trascendencia en la comunidad científica internacional. Participaron también en la investigación Nabilt Moggiano (Fenlab), egresada de la Facultad de Ciencias Físicas e investigadores japoneses. El estudio, además, forma parte de la tesis de maestría del profesor Jiménez.