Un estudio demuestra que San José tiene niveles elevados de contaminación acústica
UNA/DICYT El ruido producido por el flujo vehicular, la industria y la actividad comercial, son algunos de los factores que generan que la capital sea uno de los sitios más ruidosos del país. Estos datos se incluyen en el informe de monitoreo de la situación ambiental San José año 2010, presentado en la municipalidad de ese cantón por el Laboratorio de Análisis Ambiental de la Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional (UNA).
El límite recomendado por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos es de 68 decibelios (dB) entre las 6 de la mañana y las 10 de la noche. Los lugares más críticos son las inmediaciones del Hospital San Juan de Dios, en el paseo Colón, donde hay hasta 88,5 dB, y las cercanías de la antigua Botica Solera, con 88,4 dB; sin embargo, de acuerdo con los datos presentados por Jorge Herrera, coordinador del laboratorio, 21 de los 32 sitios monitoreados superan esa norma.
“Si bien existe una diferencia entre los niveles de ruido registrados durante la mañana y tarde con respecto a los de las horas de la noche, es claro que el ruido aumenta en las horas pico. Para cada sitio se deben tomar medidas particulares, ya que las fuentes son variadas, tales como el flujo vehicular, actividades industriales o comerciales”, añade.
Para Johnny Araya, alcalde josefino, el proyecto más importante para disminuir la contaminación sonora es el tranvía. “Estoy seguro de que el transporte eléctrico vendría a disminuir este problema. Ya el Gobierno de la República aprobó el presupuesto para que el gobierno francés inicie en noviembre la elaboración de un plan de factibilidad que tardará cuatro meses en estar listo; esto quiere decir que el tranvía ya no será un proyecto a largo sino a mediano plazo”.
Contaminación del aire
El estudio también demostró que si bien hay un avance en la disminución de las partículas gruesas (PM10) en el aire, las más pequeñas (PM2.5) superan las normas establecidas. “Los niveles de partículas PM10 que se originan por la suspensión de polvos, actividades de construcción, humo de escape de vehículos e industrias alcanzan los valores establecidos por el decreto 30221-S, donde los valores más altos se registran en La Uruca (37 ug/m3) y Hatillo (35 ug/m3)”, expuso Herrera.
Por el contrario, las partículas PM2.5 que son altamente tóxicas e ingresan directamente a los pulmones y de ahí al torrente sanguíneo, presentan incumplimientos en los alrededores de La Uruca y del Edificio Central de la Municipalidad de San José, donde se muestran promedios de 26 y 28 mg/m3, respectivamente cuando la norma de la Agencia de Protección de los Estados Unidos es 15 mg/m3.
Según Herrera, las partículas finas son generadas en un 71,3 por ciento por fuentes de emisión asociadas con actividades antropogénicas, que pueden ser controladas mediante herramientas de gestión de calidad del aire.
“Los avances que tenemos en la disminución de contaminantes en el aire, se deben a las políticas que se establecieron de poner más zonas peatonales y la arborización urbana, pero todavía nos queda disminuir la flota vehicular y mejorar las condiciones del servicio público”, argumentó Araya.
Especial atención merecen los datos registrados de dióxido de nitrógeno (contaminante generado por la quema de combustibles), ya que de 14 sitios monitoreados, seis muestran incumplimientos del criterio de la Organización Mundial de la Salud, entre ellos: Frente al Hospital San Juan de Dios, Parque Central Avenida Segunda, Bomba La Catellana, Edificio del AyA en el Paseo de los Estudiantes, Barrio Pitahaya y Barrio Cuba. “Los efectos de la calidad del aire en el cantón pueden ser medidos por la frecuencia de eventos de lluvia ácida. Durante el 2010 el 31 por ciento de las precipitaciones registraron lluvia ácida; es decir, un pH inferior al 5,60 lo cual podría afectar la calidad de los suelos, árboles y plantas y deterioro de estructuras metálicas”, subrayó Herrera.
La presentación de estos datos se da como resultado de un proyecto de cooperación conjunta entre la Universidad Nacional y la Municipalidad de San José denominado Agenda verde: San José, que desde el 2007 mantiene un monitoreo de la calidad ambiental del cantón, con el fin de generar un diagnóstico confiable de los principales retos en materia de gestión ambiental y la retroalimentación de los programas de trabajo del municipio capitalino.