También nos comportamos diferente
Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT Los seres vivos son diferentes en varios sentidos, algunos tienen estructuras específicas que permite su fácil distinción y permiten una caracterización a nivel de especie o de grupo. Esta combinación de elementos son los que permiten su identificación como especies diferentes y al poderlo agrupar de esta manera nos es posible entender la biodiversidad. Así es como los taxónomos han asignado las especies de los diferentes grupos biológicos. El reino de los animales tiene varios grupos entre los que destacan los animales con pelo o mejor conocidos técnicamente como mamíferos. A lo largo de los escritos pasados nos dedicamos a describir las estructuras y la fisiología general de los mamíferos y en las siguientes contribuciones nos dedicaremos a describir otro tipo de diferencias basadas principalmente en el comportamiento. Este grupo de estudios es conocido como etología y se asocia a conductas que han sido desarrolladas basadas en la anatomía, fisiología, evolución, genética, diferenciación sexual, apareamiento o por el lugar en el que viven o su entorno.
La etología es la ciencia que estudia el comportamiento de las especies en su medio natural o bajo condiciones controladas en cautiverio. Este estudio es muy antiguo, los humanos necesitaban cazar para alimentarse, por lo que la observación cuidadosa de los animales les permitía conocer algunos patrones de conducta que veían en sus presas, como horarios de actividad o si andaban solos o en grupo. El aprender sobre la conducta de los animales les permitió entre muchas cosas, optimizar sus métodos de cacería, hacerlos más eficientes, adecuarlos a las temporadas del año o incluso la domesticación. El lobo, cuyos descendientes en la actualidad son los perros, es a la mejor la primera especie que el hombre domesticó hace unos 10,000 años, que se convirtieron en ayudantes para realizar diversas tareas y compañeros de vida. En nuestros días, el estudiar el comportamiento animal ha despertado el interés científico que a su vez aporta las bases para el correcto manejo de las especies y con ello salvaguardarlas, de las amenazas que se presentan para que subsistan. De manera que, al inicio, el estudiar el comportamiento ayudó al humano a cazar y ahora le ayuda a protegerlos.
En el inicio de esta rama de la Biología, la conducta de los animales a menudo era humanizada, es decir, se interpretaba de acuerdo con la actuación conocida de los humanos. Incluso Darwin, en 1872, escribió un libro en el cual comparaba a los animales con los humanos “La expresión de las emociones en los animales y el hombre”. El médico veterinario Konrad Lorenz, que es considerado el padre de la etología, fue galardonado con el premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1973 por sus estudios. Lorenz enfocó sus estudios en las aves. Pero la etología en mamíferos es algo que causa mucho interés, debido a que nosotros, los mismos humanos somos mamíferos, siendo esta la causa de que un gran número de estudios se han enfocado en los primates, nuestros parientes biológicos más cercanos.
Se observó que la conducta de los animales podía variar de acuerdo con algunas condiciones del entorno. Por este motivo se han realizado diversos estudios de las especies fuera de su entorno natural y en condiciones controladas, como las que se pueden dar en un laboratorio. De esta manera, se pudo observar que el comportamiento de las especies puede ser de dos tipos: el innato (por instinto) o aprendido.
En el caso de los mamíferos, debido a su lento desarrollo en comparación con otros grupos de vertebrados, el periodo de sensibilización, es decir, cuando aprenden más cosas es más largo. En los mamíferos en general, la socialización es muy importante, debido a que las interacciones con otros individuos (“juego”), independiente de la edad, les ayudará a aprender y reforzar el vínculo social y en especial con la madre. En algunas especies, una de las primeras conductas que realiza una madre al nacer su cría es lamerlas, de esta manera la madre crea un vínculo con su cría, si no lo hace, la cría podría ser rechazada con un final trágico. En el periodo de crianza, donde puede o no participar el macho, hay especies en las que constituyen guarderías, donde las hembras del grupo contribuyen al cuidado colectivo de las crías. La comunicación dentro de los diferentes círculos sociales de las especies es algo fundamental, por lo que lo mensajes se presentan de diversas maneras, pueden ser olfativos, auditivos, visuales o un conjunto de todos.
La conducta de los mamíferos va cambiando conforme su edad avanza. No se observa el mismo comportamiento en un recién nacido, el cual es completamente dependiente de su madre. En el caso de los juveniles, es una etapa en la que están aprendiendo de todo, entre otras cosas la selección de los alimentos, de lo que puede depender su vida. Los adultos ya presentan conductas sexuales para lograr aparearse, y es diferencial entre hembras y machos, aunque sean de la misma especie, y de esta manera aseguran su progenie. En el caso de los adultos de edad avanzada la actividad disminuye y en algunos casos se aíslan del resto para no ser “una carga” y contribuir a la sobrevivencia del grupo.
El tipo de alimentación también es un factor que da variables a la conducta de los mamíferos. Los herbívoros por lo general se alimentan en grupo, esto para cuidarse entre ellos y poder huir a tiempo de los depredadores. Los carnívoros pueden tener una estrategia de caza en grupo o individual. La estrategia se asocia a las diferentes especies y al hábitat en los que se encuentran. El hábitat también propicia diferencias, por ejemplo, la actividad de las especies se asocia diferencialmente con los periodos de luz solar, mientras algunos inician actividad con el incremento de la luminosidad, otros lo hacen con la oscuridad. La temperatura es otro factor que tiene influencia directa, por lo que algunas pueden o no migrar de acuerdo con sus necesidades alimenticias.
Ya sea innato o aprendido, el comportamiento tiene un origen anatómico, debido a que todo proviene del sistema neurológico. Conforme han avanzado los estudios etológicos, se ha probado que los humanos tenemos más conductas similares a las de los demás mamíferos de las que nos hubiéramos imaginado.
Existen diferencias entre los grupos de vertebrados, algunas pueden ser fácilmente visibles, otras no tanto. Algunos comportamientos y conductas que realizamos en nuestra vida diaria son características y específicas para nuestro grupo, los mamíferos.
Autores | |
Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S. C. Instituto Politécnico Nacional 195, CP. 23205, La Paz, Baja California Sur, México. Email beu_ribetzin@hotmail.com (AGM-G), sticul@cibnor.mx (STA-C).
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