Medio Ambiente México , Baja California Sur, Miércoles, 31 de mayo de 2023 a las 14:33
COLUMNA | SOMOS MAMÍFEROS

¿Son orejas o pinas?

A diferencia de todos los demás grupos taxonómicos, la mayoría de los mamíferos son el único grupo que cuentan con orejas visibles, también llamadas pinas, las que no solamente tienen la función de escuchar

Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT Las orejas o también conocidas como pabellón auricular son una estructura compuesta por cartílago y piel (cubierta de pelo o desnuda, dependiendo de la especie), que tienen como principal función la de captar las vibraciones sonoras que viajan a través del aire y redirigirlas hacia el oído. Esta característica de estar constituidas por cartílago y piel solamente se presenta en los mamíferos, por lo que es una estructura característica y diagnóstica de ellos. Existen especies que poseen falsas orejas, como algunos reptiles, pero su constitución es diferente, en este caso son escamas modificadas y su función no es la de escuchar.


La forma y tamaño de las orejas son muy variadas entre los mamíferos y no solamente eso incluso la movilidad de ellas, muchas especies tienen la capacidad de moverlas a voluntad para dirigir de una manera óptima la captación del sonido y de este modo poder determinar el origen. La capacidad de movimiento junto con el hecho de tener dos orejas (es importante el diferencial de tiempo de captación de sonido entre cada una de las orejas) permite la ubicación tridimensional del sonido. Mientras que, en otras especies como los primates la movilidad es mínima.


Las orejas son una estructura única de los mamíferos, la razón es que son el único grupo de especies que tienen un oído interno, por lo que la mayor efectividad del oído se incrementa con la direccionalidad de las vibraciones a las estructuras encargadas de su interpretación, es por ello que las pinas contribuyen al incremento de la cantidad de vibraciones que viajan a través del aire y son redirigidas al tímpano y de ahí al oído interno. El pabellón auricular tiene en general una forma de embudo, esta forma le permite captar y dirigir las ondas sonoras hacia el oído medio donde se encuentra el tímpano. La determinación de la pina en forma de embudo está en función de la importancia del sentido del oído para las diferentes especies, acordes a sus hábitos y el hábitat en el que se encuentren. En el caso de los herbívoros como los venados, su objetivo es determinar a grandes rasgos de dónde proviene el sonido, lo que le permitirá escapar oportunamente en dirección contraria.

 

Mientras que, en los depredadores como los grandes felinos, presentan un oído más desarrollado porque les es necesaria la ubicación tridimensional con mayor facilidad y rapidez a sus presas, y aumentar el éxito en la cacería. Cuando existe una ausencia de las pinas, el sonido no puede ser captado con la calidad que se presenta, debido a dos fenómenos básicos como los son la reflexión en la que el sonido rebotaría en la cabeza del individuo que carece de pinas y la difracción en la que la vibración seguiría de largo de la cabeza sin poder ser captada por el tímpano.


Las orejas o pinas tienen varias estructuras que las componen, las cuales pueden o no estar presentes en un organismo y cada una tiene un efecto en particular. Las cuatro estructuras principales son el hélix, antihelix, tragus y antitragus.


El hélix es el reborde principal del pabellón auricular, también llamado tubérculo de Darwin. A través de él está el nervio auricular y la irrigación sanguínea. El antihelix se puede decir que es la superficie de la oreja en sí, donde el cartílago se encuentra cubierto por piel desnuda y es el sitio en el que rebotan las ondas sonoras para ser dirigidas hacia el tímpano. El tragus o trago es una pequeña prominencia en la parte interna de la pina cerca del conducto auditivo que se proyecta hacia atrás sobre el meato auditivo, debido a su ubicación, tiene la capacidad de captar y retrasar los sonidos que provienen de atrás del individuo que los está escuchando, esto le permite al organismo detectar si la fuente del sonido es delantera o trasera. El antitrago se proyecta hacia delante y hacia arriba, lo que de la misma manera ayuda a la detección de los sonidos en esa dirección.


Estas cuatro estructuras varían mucho entre las diferentes especies de mamíferos, así por ejemplo en el caso de los murciélagos que utilizan el ecosonar para orientarse y localizar a sus presas, aunque se encuentren en oscuridad total, dependen exclusivamente del oído para detectar a los insectos de los que se alimentan. En este caso la pina está dirigida totalmente hacia enfrente y solamente deben de captar los sonidos por reflexión (rebote en el cuerpo de un organismo o en obstáculos). En este caso los sonidos que provengan de atrás, arriba o abajo carecen de sentido, por lo que muchas especies tienen el tragus y antitragus atrofiados o ausentes. El ecosonar se utiliza para la ecolocalización, este mecanismo es en el que el individuo emite un sonido que se refleja (rebota) al encontrar un objeto y producir un eco que es recibido por el mismo individuo. La diferencial entre la emisión del sonido y recepción del eco permite ubicar con precisión al objeto en el espacio, aunque éste no sea visible.


En el caso de los primates que viven o vivieron en tres dimensiones (los árboles) sí es importante poder determinar de dónde provino el sonido, si éste se produjo enfrente-atrás, derecha-izquierda, arriba-abajo, para poder hacerlo, los primates presentan el tragus y el antitragus, además de que el hélix está bien desarrollado. Los animales cuyas actividades las desarrollan por completo sobre el sustrato como muchos de los herbívoros, la importancia de la dirección de donde provienen los sonidos enfrente-atrás y derecha-izquierda, es por ello que carecen de antitragus e incluso son capaces de poder mover cada oreja de manera independiente.
Parece raro, pero con estos principios básicos ahora con ver las orejas de diferentes mamíferos podemos entender parte de su hábitat y como se desarrollan dentro de éste.

 

Autores

 

Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S. C. Instituto Politécnico Nacional 195, CP. 23205, La Paz, Baja California Sur, México. Email beu_ribetzin@hotmail.com (AGM-G), sticul@cibnor.mx (STA-C).