Rescatan ecosistemas y producen alimentos con acuaponia
AGENCIA ID/DICYT Ante la escasez alimentaria y la necesidad de resguardar especies acuáticas y vegetales en peligro de extinción, investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Xochimilco (UAM-X), aplican el sistema de acuaponia usando materiales reciclados en las prácticas de los alumnos. Debido a su funcionalidad, consideran viable utilizarlo en los ríos Balsas y Lerma para evitar la pérdida de sus ecosistemas.
Este proceso tiene su antecedente en las chinampas de Xochimilco y “también lo hemos implementado para proteger especies susceptibles a desaparecer, como el ajolote, el acocil y el charal, además de algunas plantas acuáticas (ninfas y potamogeton)”, señala el doctor Alejandro Federico Alva Martínez, adscrito al departamento “El hombre y su Ambiente” de la UAM-X.
Este sistema combina la acuacultura tradicional (cría de animales acuáticos) con la hidroponía (cultivo de plantas en agua) en un ambiente simbiótico, y es apta para desarrollarse en las ciudades debido a que puede instalarse en un espacio de un metro cuadrado.
“Los desechos de los peces suministran el fertilizante natural a las plantas; al pasar el agua por las raíces se purifica y nuevamente es aprovechada por las especies acuáticas. Además, a ambos les provee proteínas y minerales”, explica el investigador.
Asimismo, resalta que ya se ha comprobado la eficiencia del sistema, pues en un área de 18 por ocho metros cuadrados con cuatro estanques pequeños es posible cultivar al año 400 kilogramos de verduras y 100 de pescado.
En cuanto al rendimiento del método, el académico afirma que es mayor al de los cultivos convencionales porque los organismos se desarrollan de forma más rápida gracias al intercambio de nutrientes. Así, una lechuga está lista para cosechar en 45 días en lugar de 60 y los peces de la especie tilapia en cuatro meses, cuando generalmente su crecimiento ocurre en seis meses.
“Como ventaja adicional, el sistema permite un ahorro sustancial de agua. Tan sólo hay que considerar que en acuacultura se gasta 60 por ciento más por recambios del líquido y en la hidroponía hasta 14 por ciento”, resalta Alva Martínez.
Su instalación requiere contenedores unidos por tuberías, una bomba y filtros percoladores; los peces son introducidos en agua y, una vez controladas las bacterias, se siembran las plantas –lechugas, pimientos y tomates, entre otras– que permitirán la purificación del agua para un uso cíclico.
De acuerdo con el experto, para que funcione la acuaponia es fundamental saber tratar los desechos sólidos de los organismos en cultivo, lo cual se efectúa al utilizar un filtro externo que retire sedimentos, o bien, instalar uno a base de bacterias; estas últimas son capaces de neutralizarlos.
Variedades de cultivo
La instalación del sistema de acuaponia puede realizarse en tres formas diferentes. La primera, usada en pequeña escala y basada en sustrato, utiliza “camas” rellenas de gravilla o arcilla expandida, ahí se siembran las semillas o plántulas. Luego, se inundan y drenan con agua proveniente del estanque donde habitan los peces, permitiendo al líquido enriquecerse de oxígeno y nutrientes.
La segunda, explica Alva Martínez, es conocida como “raíz flotante” o “balsa”. Este sistema se utiliza, con mayor frecuencia, en instalaciones de tipo comercial y se diseña utilizando canales sobre los cuales se colocan láminas flotantes con perforaciones, donde se colocan las plantas de modo que mantengan sus raíces sumergidas en agua durante todo su periodo vida.
Y la tercera variedad emplea un canal con agujeros por donde fluye continuamente el agua proveniente de los filtros que ayudan a mantener la calidad de agua para los peces. Las plantas cuelgan en macetas tipo cesta y sus raíces están expuestas al flujo continuo de los canales, de los cuales extraen los nutrientes necesarios para desarrollarse y filtran el agua para los peces.
La acuaponia destaca como un ejemplo sustentable en los sectores agropecuario, forestal y de pesca, lo que comprueba su servicio medioambiental al funcionar como un filtro natural artificial de depuración del vital líquido.