Tecnología España , Valladolid, Lunes, 16 de marzo de 2009 a las 16:51

Renault y Nissan fabricarán en Valladolid un motor turbo comprometido con el medio ambiente

El nuevo propulsor cuenta con tecnología ‘downsizing’ para conseguir una mayor potencia con menor cilindrada y consumo

CGP/DICYT Las compañías automovilísticas Renault y Nissan fabricarán en alianza en la factoría de Motores de Valladolid un motor turbo “pionero”, el TCe130, un propulsor de gasolina de 1,4 litros que se montará en toda la familia de Renault Mégane. El nuevo propulsor ha supuesto una inversión de 42,8 millones de euros y la instalación de nuevas líneas para el montaje, cárter y cigüeñal, ya que es fruto del denominado downsizing, una tecnología “comprometida” con el medio ambiente cuyo objetivo es conseguir una mayor potencia con menor cilindrada y menor consumo.

 

Según ha informado a DiCYT la compañía gala, con 130 caballos y un par de 190 newton por metro (la fuerza que es capaz de ejercer un motor en cada giro), el TCe130 emite 153 gramos de dióxido de carbono por kilómetro. Se trata de un motor que ofrece una aceleración firme y continua desde los regímenes más bajos, gracias a la asociación entre una baja cilindrada y un turbo de inercia reducida, que proporciona una mayor potencia y un menor consumo.

 

La parte más novedosa del TCe130 se centra en el efecto tumble de su cámara de combustión, que asegura una mayor homogeneidad en la mezcla de carburante y una mejor combustión. Gracias a su diseño, la mezcla penetra en forma de turbulencia cilíndrica en las cámaras de combustión y explosiona en menos tiempo y con más homogeneidad, lo que repercute de forma positiva en la eficiencia termodinámica del motor y en sus emisiones de gases de escape. Además, el motor lleva incorporadas una serie de mejoras que reducen significativamente el coste de mantenimiento, como la distribución por cadena, en lugar de por correa, lo que evita su cambio con el consiguiente ahorro para el consumidor.

 

En total, se han necesitado 25 meses de trabajo dentro de la Alianza Renault Nissan para realizar un proyecto en el que han intervenido ingenieros de varios países, como España, Japón, Francia y Reino Unido. Se trata de un nuevo producto que, por primera vez, se ha diseñado entre Nissan y Renault y el sistema industrial de ambos. En la puesta en marcha del proyecto se ha invertido 42,8 millones de euros en tres nuevas líneas dedicadas al montaje, cárter y cigüeñal y para la integración de la culata y la biela sobre líneas ya existentes. En total son 4.500 metros cuadrados dedicados al TCe130 con una capacidad de producción de 645 motores al día.

 

En la elección de la factoría vallisoletana para fabricar el nuevo motor ha influido su experiencia con el motor diésel K9K y el motor de gasolina K4, así como la posibilidad de reutilizar y adaptar la maquinaria de otras fábricas de la Alianza. Otra clave para su elección ha sido la capacidad de optimización y flexibilización de sus líneas de fabricación.