Salud España , Salamanca, Jueves, 11 de septiembre de 2008 a las 17:20

Reforzar la respuesta inmune ayuda a combatir algunos tumores

Un experto del Centro de Investigaci贸n M茅dica Aplicada (CIMA) de Pamplona, expone su trabajo en el Centro de Investigaci贸n del C谩ncer de Salamanca

JPA/DICYT Reforzar la respuesta inmune del propio organismo es una de las vías para combatir algunos procesos tumorales. Así lo ha expuesto hoy en Salamanca Ignacio Melero, investigador del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de Pamplona, que ha presentado parte de su trabajo en el Centro de Investigación del Cáncer (CIC). Activar la respuesta inmune junto a tratamientos convencionales como la cirujía, la quimioterapia y la radioterapia mejora mucho los resultados, según el científico.

 

"La inmunoterapia es una disciplina dentro de la Oncología que busca incrementar la respuesta del propio sistema inmunitario frente al tumor con la idea de destruir las células tumorales o el sistema que les da sustento", ha declarado a DiCYT el experto. Su trabajo se centra en protocolos de inmunización frente a antígenos del tumor y en explotar mecanismos de amplificación de la respuesta inmunitaria o desactivar los mecanismos de freno de dicha respuesta, de manera que ésta es más intensa y, combinada con otros tratamientos, puede conseguir mejorar sus efectos de modo significativo para la evolución de la enfermedad.

 

El peso que puede tener la respuesta del propio organismo frente a una enfermedad tan compleja como el cáncer es muy grande, según el investigador. "La mejor evidencia es que, cuando se han estudiado determinados tumores, como el de colon o de ovario, midiendo el infiltrado de células del sistema inmunitario que tiene el propio tumor o estudiando la respuesta inmunitaria de los pacientes, hay una correlación estadística en cuanto a índices de supervivencia que indica que los afectados que tienen una respuesta inmunitaria basal presentan una evolución mejor", apunta Ignacio Melero.

 

Además, ya existen multitud de protocolos en fase de investigación clínica, algunos de ellos puestos en marcha por el CIMA, que están analizando la eficacia y la seguridad de procedimientos que, de modo artificial, suministran los elementos que hacen que la respuesta inmunitaria sea más potente. El caso más claro es el de la técnica que usa linfocitos de un donante en un paciente después de haberle hecho un trasplante de médula ósea, una técnica "extraordinariamente eficaz". En melanomas existen experiencias similares. Asimismo, algunos ensayos clínicos sobre técnicas de vacunación podrían tener especial aplicación en la llamada enfermedad mínima residual, que se da cuando un paciente, después de someterse a cirugía, quimioterapia o radioterapia, ya presenta indicios de la enfermedad pero la puede seguir teniendo oculta y volver a desarrollar. "En este caso, pensamos que al vacunar podemos prevenir la reactivación del tumor", asegura Melero.

 

El investigador del CIMA y su grupo trabajan sobre todo con hepatocarcinoma, cáncer renal, melanoma y linfoma folicular, pero existen otros científicos que comparten la misma línea de investigación en neoplasias hematológicas, cánceres digestivos y gliomas.

 

Como un coche

 

A pesar de que "las metáforas siempre son muy peligrosas", este científico trata de resumir su trabajo comparándolo con un vehículo. "Si uno piensa que la respuesta inmunitaria frente al tumor es un coche, lo que queremos hacer nosotros es incidir en varios aspectos: arrancar dicha respuesta; eliminar los mecanismos de freno a través del desarrollo de fármacos; y pisar el acelerador con la mayor intensidad, puesto que hay moléculas del sistema inmunitario que se pueden activar. Además, podemos facilitar el camino del coche en la carretera e incluso fabricar muchos coches e introducirlos en ella, lo que significaría tomar células de un donante o del propio paciente y activarlas artificialmente", concluye.