¿Qué hay adentro de un ojo?
Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT Los ojos de los mamíferos son de diferentes en tamaños, por ejemplo, el peso de un ojo humano es de aproximadamente 8 gramos mientras que el de la ballena es de casi un kilogramo. Los ojos también pueden moverse de diferente modo, aunque la mayoría de los animales los mueven hacia la misma dirección, ejemplo de lo que sucede en los humanos para seguir con la vista un objeto, pero en el caso de los roedores, los pueden mover en direcciones contrarias, dependiendo de la posición de su cabeza. El movimiento independiente de los ojos les permite estar más atentos de posibles depredadores y tener tiempo de escapar en caso de ser necesario.
La anatomía de todos los ojos de mamíferos es muy similar, aunque puede variar levemente. Los mamíferos de hábitos nocturnos poseen de manera exclusiva el tapetum lucidum estructuras asociada poder tener una mejor visión en condiciones de poco o luz nula. El tapetum lucidum es una capa de tejido azulada que se localiza en la retina o detrás en la coroides. Su función es reflejar los rayos luminosos hacia el interior del ojo para incrementar la luz disponible para los fotorreceptores. Este fenómeno mejora la visión nocturna hasta casi cerca de un 40% en felinos. Otra de las estructuras que varían en los ojos es la pupila, por ejemplo, en el caso de los félidos, que por el día se ve como una línea, pero en la noche se abre mucho y parece un círculo, optimizando el ingreso de la luz para poder ver de noche.
El interior de un ojo, llamado formalmente bulbo o globo ocular, posee varias estructuras. La primera y la que está en contacto con el ambiente es trasparente y es la córnea, después se encuentra el iris, que es el disco colorido del ojo y cuya función es regular la cantidad de luz que entra al ojo. El siguiente es el cristalino, que se une al cuerpo ciliar por medio de la zónula, por lo que en ocasiones es considerado como el ligamento de suspensión de ojo. Este ligamento es el que deforma al cristalino por fuerza de tensión. La deformación del cristalino es lo que permite la capacidad de enfocar de los ojos. Entre la córnea y el cristalino se localiza cámara acuosa anterior y la cámara acuosa posterior entre el iris y la zónula.
En lo que es propiamente la esfera del ojo, posterior al cristalino se encuentra la cavidad ocular, ocupada por el humor vítreo que es un líquido que asemeja en textura y color a una clara de huevo. El humor vítreo es gelatinoso, se compone en su mayoría por agua (99%) y el 1% contiene cloro, sodio, glucosa, potasio, fibras de colágeno, ácido hialurónico y proteínas. El humor vítreo es el que mantiene estructuralmente al globo ocular en su forma esférica, lo que ayuda a tener una superficie apta para la recepción de la luz y proyección de imágenes.
En el fondo del ojo, en la llamada fóvea central, se sitúan los conos y bastones que son células fotorreceptoras que se encargan de transformar la luz captada en impulsos eléctricos que el cerebro podrá interpretar como imagen. Los conos y bastones hacen sinapsis primeramente con neuronas bipolares y después con neuronas ganglionares, que son las que forman el nervio óptico. En esta zona existen vasos sanguíneos. El nervio óptico en el humano tiene una longitud aproximada de cinco centímetros y se puede clasificar en cuatro segmentos.
La parte inicial del nervio óptico se denomina disco del nervio óptico o papila óptica. Se ubica al interior del ojo y es donde se conjuntan las neuronas ganglionares. En este segmento no existen conos ni bastones por lo que no se puede formar ninguna imagen, de manera que es el punto ciego. Cada ojo tiene el punto ciego en diferente orientación de la vista, por lo que un ojo compensa al otro en sus puntos ciegos. El nervio atraviesa las capas de la esclerótica y la coroides.
El segundo segmento es el intraorbitario y tiene una forma cónica. Se compone por músculos rectos y se encuentra el anillo o tendón de Zinn que está conformado por músculos fibrosos circulares.
El tercer segmento es el intracanalicular. En este segmento el nervio atraviesa el foramen ocular del cráneo, por lo que, si se sufre una fractura o se lastima el cráneo en este sitio, es muy probable que se dañe la visión del individuo.
Finalmente, se encuentra el segmento intracraneal. En este segmento los nervios ópticos de ambos ojos se entrecruzan y forman el denominado quiasma óptico. El quiasma óptico se compone por el tracto óptico y los tubérculos cuadrigéminos, los cuales se conectan con el tálamo y la corteza cerebral. Es entonces que la luz que han captado las estructuras del ojo se interpreta por el cerebro como imágenes.
Los ojos, son más de lo que vemos a simple vista. Sus estructuras internas y conjunto de lentes ayudan a que los organismos podamos transformar luz en imágenes.
![]() |
Autores |
Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S. C. Instituto Politécnico Nacional 195, CP. 23205, La Paz, Baja California Sur, México. Email beu_ribetzin@hotmail.com (AGM-G), sticul@cibnor.mx (STA-C). |