Ciencias Sociales España , León, Viernes, 28 de noviembre de 2008 a las 19:17

Psic贸logos, neur贸logos y afectados analizan las facetas del trastorno l铆mite de personalidad

La colegiata de San Isidoro acoge hoy y ma帽ana las segundas jornadas sobre el tema

AMR/DICYT El trastorno límite de personalidad, una disfunción de la conducta que se caracteriza primariamente por la disregulación emocional, el pensamiento extremadamente polarizado y relaciones interpersonales caóticas y que poseen aproximadamente dos de cada cien ciudadanos, es objeto de estudio entre hoy y mañana por parte de psicólogos, neurólogos y afectados, reunidos en las II Jornadas Trastorno Límite de la Personalidad, que se celebran en la casa de espiritualidad de la real colegiata de San Isidoro de León. El acto está organizado por la Asociación Leonesa de Ayuda e Investigación del Trastorno Límite de Personalidad (ALAI-TLP), con el objeto de difundir un conocimiento más preciso de este mal entre la población general.

 

Las jornadas cuentan con la presencia de la doctora en Neurociencias y directora del Centro de Organización Neurológica Neocortex María López Juez, que disertó hoy sobre la prevención del TLP desde la perspectiva neurológica. La inauguración, además, corrió a cargo de la secretaria de Estado de Política Social, Amparo Valcarce. Psicólogos, afectados, familiares, equipos multidisciplanes de tratamiento y el personal especializado del departamento judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de León ofrecerán durante los dos días diferentes enfoques de este trastorno de la personalidad.

 

El TLP, que tiene una prevalencia mayor entre mujeres que entre hombres, provoca en los afectados sentimientos crónicos de vacío y soledad, predisposición a actuar de forma impulsiva sin valorar las consecuencias y una incesante búsquedae de la identidad. Su tratamiento es multidisciplinar y la intervención en los afectados requiere generalmente psicoterapia individual, terapia en grupo, tratamiento farmacológico y supervisión médica. Es una enfermedad psiquiátrica que presenta gran comorbilidad. Según la investigación Comorbidity of borderline personality disorder, publicada por Mary Zanarini y otros autores en 1998, está asociada entre el 41% y 83% a la depresión mayor y entre el 12% y 39% a la distimia.