Previenen la osteoporosis con harina de nopal
UNAM/DICYT El nopal es una fuente abundante de calcio; por ello, investigadores lo aplican en un protocolo de investigación a tres grupos de 837 mujeres, de 35 a 55 años, que consumen cantidades controladas de esa cactácea molida para revertir la osteopenia, una fase previa a la osteoporosis, que se genera por falta de ese elemento en los huesos. Mario Enrique Rodríguez García, del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA) de la Universidad Nacional, explicó que se trata de “un equipo multidisciplinario e interinstitucional de colegas de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), la Universidad del Valle de México (UVM) y la UNAM, enfocado a entender desde el punto de vista biofísico y nutrimental la pérdida de la masa ósea; no hacemos farmacología”.
Tras estudiar desde el año 2000 las características fisicoquímicas de la verdura tradicional mexicana, el experto en propiedades físico-químicas de materiales orgánicos descubrió que la mayor concentración de calcio está en los nopales maduros, en las pencas grandes que se desechan en el campo porque no están tiernas y no se consumen en el mercado nacional.
El investigador del CFATA los llevó a su laboratorio para descontaminarlos (de microorganismos que se alojan cuando están sembrados al aire libre), limpiarlos, deshidratarlos y pulverizarlos al alto vacío, hasta lograr la materia prima de su investigación: la harina de nopal, que puede beberse disuelta en agua o consumirse en sopas o como complemento del cereal.
En una primera fase experimental biológica, realizada en 2006, la harina de nopal se incluyó en la dieta de ratas de laboratorio, que desarrollaron huesos largos, duros y cristalinos. Fue entonces que se inició el estudio en mujeres con osteopenia, acotó el doctor en física.
Prevención con calcio biodisponible
“Mientras una tortilla tradicional de 100 gramos tiene 320 miligramos de calcio, un nopal seco de 400 gramos incluye cuatro mil 200 miligramos del mineral. Es una mina de calcio”, resumió. El investigador comparó la verdura tradicional con las vacas, animales que no existían en nuestro territorio antes de la conquista española.
“Yo digo que el nopal es la vaca mexicana porque la cantidad de calcio que tiene suple a la leche y otros lácteos en la dieta tradicional. Esta “vaca” se complementó con la tortilla, también rica en calcio y carbohidratos, y con el chile, que aporta vitaminas”, señaló. Cada persona debería consumir mil 200 miligramos de calcio al día, pero casi nadie lo sabe. Las poblaciones campesinas en el país consumen en promedio 800 miligramos diarios, cifra que es menor entre las poblaciones urbanas.
“El nopal no cura la osteoporosis ni la osteopenia, pero es una fuente alternativa de calcio fabulosa y es biodisponible”, aclaró. Actualmente, Mario Rodríguez y sus colegas aplican la harina de nopal a un grupo de mujeres con osteopenia, que desarrollarían osteoporosis de no equilibrar la dosis adecuada.
Cada una de ellas consume mil 200 miligramos de calcio contenidos en 15 gramos de harina de nopal al día, que tiene otros beneficios, como un alto porcentaje de fibra. Luego de tres años de trabajo con este grupo de mujeres, el resultado es positivo. Los investigadores comprobaron que las pacientes con osteopenia que consumen la harina de nopal han mantenido la densidad mineral ósea, así que su situación no ha empeorado hacia el desarrollo de osteoporosis, como es usual con esa enfermedad.
Una de las ventajas de este suplemento a base de harina de nopal es que la osteopenia y la osteoporosis son reversibles y las personas pueden recuperar masa mineral ósea y tener mejores huesos.
La pérdida de calcio es más rápida en la mujer, debido a la menopausia y a factores estéticos. “Mientras en zonas pobres el problema es el cambio de hábitos de consumo, en las urbanas y grupos de clases media y alta parte del problema es de belleza, porque la mayoría de ellas quieren ser delgadas y hacen dietas en donde lo primero que dejan de consumir son tortillas, principal fuente de calcio”, concluyó Rodríguez.