Presentan una innovación tecnológica para administrar la hormona de crecimiento
AGENCIA ID/DICYT El que un niño no aumente la talla de calzado o ropa con la edad podría ser un indicador de un desorden de crecimiento conocido como el síndrome de talla baja, que se presenta cuando una persona tiene una estatura considerablemente por debajo de compañeros o familiares de la misma edad y sexo.
La prevalencia en México de talla baja está entre el 10 y el 14 por ciento, de acuerdo a información de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012. El principal tratamiento es a través de la hormona del crecimiento, que está contraindicada en niños que sufren de diabetes, porque el medicamento aumenta los niveles de glucosa en la sangre y complica la salud del paciente diabético.
Otro riesgo que representa la baja estatura es que puede detonar otras patologías, como displasias óseas, cardiopatías congénitas, asma o diabetes y trastornos genéticos como síndrome de Turner o Down, hipotiroidismo y déficit de hormona de crecimiento.
“Los niños deben estar siempre controlados por el endocrinólogo pediatra, además de ser medidos y pesados con diferentes frecuencias de acuerdo con su edad, para detectar a tiempo cuando el paciente tiene un problema de talla baja”, comentó María Dolores Rodríguez Arnao, especialista en endocrinología pediátrica del Hospital General Universitario Gregorio Marañón en Madrid.
Aunque la hormona del crecimiento es la mejor terapia para talla baja o déficit de esta proteína, se recomienda su uso hasta que los cartílagos terminen de crecer (aproximadamente a los 15 años), así como no administrar dosis inadecuadas, ya que un efecto secundario desarrollaría hipoglucemias o tumores.
Cabe destacar que la fórmula más sencilla para detectar la talla baja es a través de las tablas de crecimiento de la Organización Mundial de la Salud que manejan altura contra edad, se toma en cuenta primeramente la estatura familiar y la establecida para el país, si el resultado son dos o más desviaciones por debajo del estándar, se determina la enfermedad. En el caso de las mujeres adultas mexicanas, por ejemplo, la media de altura es de 155 centímetros, por el contrario de Holanda que es el país con las mujeres más altas del mundo con una medida de 172.
Para mejorar el apego del tratamiento contra enfermedades como déficit de hormona de crecimiento, recientemente en México se dio a conocer la hormona del crecimiento en una solución líquida creada a partir de la ingeniería genética, la cual se inyecta directamente sin necesidad de reconstituir el polvo liofilizado de la medicina como se hacía anteriormente.
Durante la presentación de esta nueva alternativa médica, el gerente médico de la farmacéutica que desarrolló la hormona de crecimiento líquida, Juan Omar Toledo Román, comentó que para los papás de niños con estatura o talla baja es frustrante someterlos a dolorosas inyecciones para administrarles la hormona del crecimiento. Sin embargo, con el apoyo de la tecnología y de la investigación se han desarrollado nuevos dispositivos que facilitan el tratamiento.
Este nuevo medicamento podrá emplearse en México para terapias contra enfermedades, de la misma manera que se emplea en España y otros países de Europa, donde el medicamento lo provee el Ministerio de Salud, comentó la endocrinóloga pediatra española María Dolores Rodríguez.
En México, cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) del 2010 indican que había una población de 32.5 millones de niños y niñas de 0 a 14 años de edad, en términos relativos representan 29 por ciento de la población total, de los cuáles por lo menos tres de cada 10 niños presentan algún problema de talla baja, algunos se solucionan con corregir estilos de vida como alimentación, sueño y actividad física, pero otros requieren de atención especializada.
Además, un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública mostró que los niños menores de dos años provenientes de hogares indígenas tienen mayor prevalencia de talla baja debido a los hábitos alimenticios.