Potencian la producción de compuestos en hongos introduciendo ADN
Invdes/AGENCIA ID/DICYT Las enzimas y compuestos producidos por hongos son de gran interés para los sectores farmacéutico, textil, papelero y alimentario. Debido a que dichos organismos tienen capacidad de secreción, sus necesidades nutricionales son bajas y su tasa de crecimiento elevada, un grupo de investigadores de la UNAM y el Cinvestav logró potenciar con éxito tales propiedades.
El equipo científico, encabezado por el doctor Achim Loske Mehling, del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA), y el doctor Miguel Gómez Lim, del Cinvestav Irapuato, trabaja con un método que permite transformar los hongos (al introducirles ADN de otros organismos vivos) y obtener en un elevado porcentaje los compuestos que secretan.
“La tecnología consiste en aplicar ondas de choque a pequeños viales que contienen los hongos y el ADN en suspensión, lo cual ha demostrado ser sumamente eficiente”, refiere el doctor Loske Mehling. Explica que las ondas de choque son pulsos de presión producidos por un generador al liberar una gran cantidad de energía en un espacio y un tiempo muy corto, algo parecido a una explosión en miniatura.
Si pensamos ahorita en una célula nada más, la erosión ocasionada por las microburbujas produciría un poro, por lo que alguna molécula que se encuentre en el fluido puede ingresar a su interior, en este caso sería la información genética. Ésta se incorpora al cromosoma del hongo.
De acuerdo con el investigador, desde hace muchos años, en distintos sectores industriales se utilizan los hongos, en este caso los denominados filamentosos (antes llamados ‘mohos’). “Y efectivamente, uno de los principales problemas que se tenían era el referente a su transformación genética, pues si bien secretan enzimas en forma natural, la eficiencia es muy baja”.
No obstante, con la aplicación de esa singular tecnología es posible incrementar la eficiencia de forma impresionante, lo que a las industrias les puede interesar porque de esta manera se resuelve un problema al que se enfrentan comúnmente en el proceso de obtención de compuestos.
“Logramos demostrar que diferentes especies de hongos asimilan la información genética que queremos. De hecho, hay ciertas pruebas usadas comúnmente en biología molecular que nos lo aseguran; además, hemos comprobado que los hongos producen las sustancias requeridas en cantidades mucho mayores”, asegura el científico del CFATA.
Señala que los primeros resultados los obtuvieron con cuatro especies de hongos. El primero se llama Aspergillus niger, que es usado para la producción de todo el ácido cítrico que requiere la industria mundial, pues contrario a lo que pudiera suponerse, actualmente no se extrae de frutas como el limón o la naranja.
El segundo, denominado Trichoderma reesei es empleado en la producción de celulasa, una enzima que es requerida por la industria papelera debido a su capacidad de descomponer celulosa. El tercer hongo transformado con ondas de choque fue Phanerochaete chrysosporium, encargado de degradar lignina, una sustancia que aparece en los tejidos de los vegetales leñosos y también es necesaria para la fabricación de papel.
Finalmente, se transformó Fusarium oxysporum, un hongo que causa severo deterioro en el campo. “Al modificarlo genéticamente pierde su capacidad de ocasionar daño; además, posee la sorprendente capacidad de transformar biomasa, proveniente de plantas, en etanol. Sobra decir que su importancia en la generación de combustibles para el futuro es indiscutible, sobre todo, si al tratarlo con ondas de choque se logra aumentar su productividad”, subraya el doctor Loske Mehling.
Actualmente en el Laboratorio de Ondas de Choque del CFATA se siguen transformando más especies de hongos. Cuentan con una patente del método, por lo que el doctor Loske Mehling considera que todo está listo para realizar la transferencia de tecnología a las empresas que se interesen en el desarrollo.