Ordenando los capítulos de la evolución
CGP/DICYT Los más pequeños también se han sumado a la conmemoración del bicentenario del nacimiento de Charles Darwin y del 150 aniversario de la publicación de El origen de las especies. Todos los viernes hasta el 9 de diciembre, escolares de entre seis y once años de Valladolid participan en talleres divulgativos que pretenden “acercar a los niños a la visión del naturalista y sobre todo a la evolución de las especies y el origen de la vida”, tal y como ha explicado a DiCYT Silvia Ávila, monitora de las actividades. Los talleres se enmarcan en la muestra ‘Darwin y el árbol de la vida’, que se expone actualmente en el Museo de la Universidad de Valladolid (MUVA).
Durante el taller, que dura cerca de hora y media, los niños primero reciben una breve explicación. “A modo de cuento, con unas figuras que se van superponiendo en diferentes trasparencias, intentamos explicar cómo una especie de medusa que originó la vida hace millones de años se fue transformando y evolucionando hasta convertirse en el primer mamífero”, señala la educadora.
Posteriormente, los pequeños acceden a la parte práctica, que consiste en representar la evolución del hombre. Según Raúl Martín Vela, responsable de esta actividad, se les entrega una hoja con cinco viñetas “donde tienen que recrear la evolución a través de cinco historias que se les cuenta, desde los primates que viven la selva pasando por la sabana cuando estos primates se convierten en homínidos, a los humanos”, ha explicado. Las dos últimas viñetas representan el presente y el futuro. “Planteamos un interrogante, ya que han visto la evolución de las especies y después la evolución del hombre, cómo creen que va a ser el futuro”.
Piezas de los fondos de la Universidad
Los niños observarán ejemplos de esta evolución en las piezas de la exposición, compuesta por fondos de los museos Anatómico y Pedagógico de Ciencias Naturales de la propia institución, así como de la biblioteca. La pieza más destacada de la muestra es el esqueleto de una jirafa de dos años y medio procedente del Museo Anatómico, donde se guardan cerca de 6.000 restos. Las jirafas son uno de los animales que mejor ilustran la teoría de la selección natural de Darwin. No obstante, la exposición refleja también la evolución de los grandes primates gracias a algunos esqueletos, desde primates inferiores hasta el hombre. Asimismo, se pueden visitar otras piezas relevantes como el caparazón de una tortuga de las galápagos, uno de los pocos que hay en el país que se puede exhibir y además de gran tamaño.
Finalmente, la muestra cuenta con una parte de reflexión en la que se pueden observar algunos animales en peligro de extinción, algunos de los cuales se utilizan para el comercio, lo que están contribuyendo a su desaparición. En la misma línea, una vitrina exhibe especies invasoras, aquellas que se introducen en hábitats que no son los suyos y que causan muchos problemas con las especies autóctonas, como sucede con la suelta de bisones o el cangrejo americano. Además, varios armarios recrean una estancia científica contemporánea a Darwin y muestran objetos referentes a cómo se hacía la investigación en aquella época.
Completan la exposición diferentes libros, cedidos por la Biblioteca Histórica de Santa Cruz y otras bibliotecas de la Universidad, que reflejan la visión de la naturaleza y de la vida humana con anterioridad al siglo XVIII, así como la obra cumbre de dicho autor y de otros científicos contemporáneos, defensores o contrarios a sus teorías. Se puede ver también, cedido por el Archivo Universitario, el expediente de Augusto González de Linares, profesor de esta Universidad, que fue expedientado por defender las teorías del científico inglés.