Alimentación España , Burgos, Jueves, 18 de junio de 2015 a las 15:01

Nuevos trabajos sobre la integraci贸n visuo-espacial en el g茅nero humano

El paleoneur贸logo del Cenieh Emiliano Bruner ha publicado dos art铆culos que recopilan sus investigaciones sobre la capacidad visual y espacial de humanos modernos y neandertales

CENIEH/DICYT El investigador Emiliano Bruner, responsable del Grupo de Paleoneurología del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh) ha publicado recientemente dos artículos sobre la evolución de las capacidades de integración visual y espacial en el género Homo y sus diferencias entre los humanos modernos y los neandertales.

 

El primer artículo, escrito con el investigador nipón Atsushi Iriki del Riken Brain Institute de Tokio, es una revisión publicada en la revista Quaternary Internationl sobre la importancia de la evolución de las áreas parietales en los homínidos que representan un nudo crucial para todas las funciones visuo-espaciales. Estas áreas permiten integrar el cuerpo con el espacio y con los objetos, “incluyendo procesos a pequeña escala, como la manipulación, o a una escala más amplía, como la orientación”, señala Emiliano Bruner.

 

El artículo en colaboración con Iriki integra informaciones sobre antropología, paleontología, primatología y neurociencias, con el objetivo de poner en evidencia el rol de las funciones visuo-espaciales en la relación entre cerebro, cuerpo y objetos. “Los cambios en estas funciones podrían haber aumentado el nivel de integración entre nuestro cerebro y el ambiente externo, ampliando nuestras capacidades cognitivas, al disponer de elementos e informaciones del ambiente exterior, y no solo de los recursos de nuestro sistema nervioso”, explica Bruner.

 

Las “tres manos” neandertales

 

En cuanto a la segunda publicación, se trata de un foro sobre las capacidades de integración visuo-espacial de neandertales y humanos modernos publicado en la revista Journal of Anthropological Sciences. Este artículo constituye la segunda parte de una serie de comentarios científicos acerca de unos posibles límites en la integración entre cerebro, cuerpo y cultura material en nuestros ancestros.

 

“Las poblaciones neandertales no presentan una ampliación de las áreas parietales dedicadas a la integración visuo-espacial parecida a los humanos modernos, y al mismo tiempo muestran marcas en los dientes que denotan el uso habitual de la boca para manipular objetos, con una frecuencia y un grado mucho mayor que cualquiera población de Homo sapiens”, afirma el paleoneurólogo.

 

Con esta hipótesis, Bruner y la investigadora del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) de Tarragona, Marina Lozano, se cuestionan el uso tan frecuente de los dientes. Ambos han llegado a la conclusión de que podría haber sido consecuencia de una capacidad de integración entre ojo y mano, y entre cerebro y objeto menos especializada que en nuestra especie, que compensarían con la ayuda de la boca.

 

El foro incluye comentarios de Karenleigh Overmann (Universidad de Colorado), Enza Spinapolice (Universidad de Cambridge), Joseba Rios Garaizar (Cenieh), Ariane Burke (Universidad de Montreal), Carlos Lorenzo (IPHES) y Duilio Garofoli (Universidad de Tubinga).