Nuevos giros en la historia de los primeros pobladores del Caribe
DICYT - La historia de los primeros pobladores isleños del Caribe adquiere un enfoque más nítido gracias a un nuevo estudio publicado hoy en ‘Nature’ que combina décadas de trabajo arqueológico con avances en tecnología genética. Un equipo internacional dirigido por David Reich, de la Facultad de Medicina de Harvard, analizó los genomas de 263 individuos en el estudio más grande de ADN humano antiguo en las Américas realizado hasta la fecha. Los datos genéticos apuntan a dos grandes olas migratorias en el Caribe con miles de años de diferencia.
El laboratorio de Reich ha desarrollado una nueva técnica genética que posibilita estimar el tamaño de poblaciones pasadas. Mediante esta técnica, se ha conocido que la cantidad de personas que vivía en el Caribe cuando llegaron los europeos era mucho menor de lo que se pensaba, probablemente decenas de miles de personas en lugar del millón o más señalado por Colón e historiadores posteriores.
La técnica utiliza segmentos compartidos de ADN, un método que también podría aplicarse a futuros estudios en torno a otras poblaciones antiguas. Según sus datos, entre 10.000 y 50.000 personas vivían en dos de las islas más grandes del Caribe, la Española y Puerto Rico, poco antes de la llegada de los europeos.
ADN “escondido” en un hueso del oído
Los arqueólogos a menudo confían en los restos de la vida doméstica (cerámica, herramientas, restos de huesos o conchas) para reconstruir el pasado. Ahora, los avances tecnológicos en el estudio del ADN antiguo están arrojando nueva luz sobre el movimiento de animales y humanos, particularmente en el Caribe, donde cada isla puede ser un “microcosmos” de vida único.
Si bien el calor y la humedad de los trópicos pueden descomponer rápidamente la materia orgánica, el cuerpo humano contiene una “caja fuerte” de material genético: una pequeña e inusualmente densa parte del hueso que protege el oído interno. Utilizando sobre todo esta estructura, los investigadores extrajeron y analizaron el ADN de 174 personas que vivieron en el Caribe y Venezuela hace entre 400 y 3100 años, combinando los datos con otros 89 individuos previamente secuenciados.
Los resultados apuntan que los primeros habitantes de las islas, un grupo humano usuario de herramientas de piedra, navegó a Cuba hace unos 6.000 años, expandiéndose gradualmente hacia el este a otras islas durante la Edad Arcaica de la región. No está claro de dónde provenían: aunque están más estrechamente relacionados con los centroamericanos y sudamericanos que con los norteamericanos, su genética no coincide con ningún grupo indígena en particular. Sin embargo, algunos artefactos similares encontrados en Belice y Cuba pueden sugerir un origen centroamericano.
Posteriormente, hace unos 2.500-3.000 años, agricultores y alfareros del noreste de América del Sur establecieron un segundo camino hacia el Caribe. Viajaron desde el interior hasta la costa de Venezuela y avanzaron hacia el norte y después al Mar Caribe, estableciéndose en Puerto Rico y finalmente moviéndose hacia el oeste. Su llegada marcó el comienzo de la Edad de la Cerámica de la región, marcada por la agricultura y la producción y uso generalizados de la cerámica.
Esto "hace avanzar drásticamente nuestra comprensión del Caribe de una sola vez", asegura William Keegan, investigador del Museo de Historia Natural de Florida y coautor principal del estudio, quien trabaja en la zona desde hace más de 40 años. "Los métodos que desarrolló el equipo de David ayudaron a abordar preguntas que ni siquiera sabía que podíamos abordar", añade.
En el estudio ha colaborado un amplio equipo de investigadores de Estados Unidos, España, Italia, Cuba, México, República Dominicana, Venezuela y Bahamas.