Los veganos consumen adecuadamente proteínas y aminoácidos esenciales, pero dependen de los ultraprocesados
AGENCIA FAPESP/DICYT – En un estudio publicado en la revista JAMA Network Open, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (FM-USP), en Brasil, analizaron la dieta de más de 700 adeptos al veganismo residentes en el país. Los resultados indican que, en promedio, los participantes en esa investigación consumen la cantidad recomendada de proteínas y aminoácidos esenciales. Y tienen una dieta basada fundamentalmente en alimentos no procesados y mínimamente procesados. Sin embargo, fue posible observar que quienes ingieren menos productos alimenticios industrializados tales como suplementos proteicos y proteína texturizada de soja se mostraron más propensos a tener una ingesta inadecuada de proteínas, lo que sugiere que existe en esa población algún grado de dependencia de nutrientes provenientes de los alimentos ultraprocesados.
El término “ultraprocesado”, acuñado por investigadores de la Facultad de Salud Pública de la USP, hace referencia a fórmulas de sustancias obtenidas en la industria mediante el fraccionamiento de alimentos, aparte del agregado de aditivos químicos (colorantes, aromatizantes, emulsionantes, espesantes, etc.) que vuelven a esos productos sumamente sabrosos.
“Nuestros resultados se contraponen al estigma de que la dieta vegana no sería capaz de suministrar la cantidad necesaria de proteínas y aminoácidos esenciales que una persona necesita. Tal como pudimos observarlo, la misma puede ser adecuada desde el punto de vista nutricional. Con relación a los alimentos ultraprocesados, observamos que los veganos evaluados consumían menores cantidades de este tipo de alimentos cuando se los comparó con la población en general”, afirma Hamilton Roschel, coordinador del Grupo de Investigaciones en Fisiología Aplicada y Nutrición del Centro de Medicina del Estilo de Vida de la FM-USP y coordinador del estudio, financiado en el marco de cinco proyectos de la FAPESP.
Los investigadores calcularon la ingesta de proteínas y aminoácidos esenciales, aparte del consumo de alimentos por nivel de procesamiento. Esta información se basó en un diario alimentario –enviado por cada uno de los 774 participantes en el estudio– que contenía la información de todo el alimento ingerido durante un día.
“Se sabe que los alimentos de origen animal son en general más densos no solamente en proteínas, sino también en aminoácidos esenciales. La carne, la leche o los huevos poseen más proteínas por gramo de alimento que el arroz o los frijoles, por ejemplo. Por eso era también importante investigar si esa demanda estaba supliéndose en las dietas compuestas únicamente por proteínas vegetales”, explica el investigador.
De este modo, de la misma manera que el consumo adecuado de proteínas puede ser una cuestión en la dieta vegana, también es esperable que exista naturalmente una mayor dificultad para llegar a los niveles necesarios de aminoácidos esenciales.
En el análisis, los investigadores detectaron que la alimentación de los participantes se basaba en gran medida en alimentos in natura o mínimamente procesados (el 66,5 % de la ingesta energética), mientras que los ultraprocesados correspondían al 13,2 %. En la población brasileña en general, de acuerdo con la Encuesta de Presupuestos Familiares (POF, en portugués), los valores son del 44,9 % para alimentos in natura y mínimamente procesados y del 23,7 % para los ultraprocesados.
En el estudio también se detectó una importante asociación entre la adecuación de la ingestión de proteínas y el consumo de alimentos ultraprocesados. “Pese a que esa población consume una baja cantidad de alimentos ultraprocesados, una parte parece depender de este tipo de alimentos para suplir la demanda proteica. Esto se debe en parte al hecho de que los alimentos in natura son en general menos densos en proteínas, lo que abrió una avenida de explotación para la industria de los denominados meat substitutes o sustitutos de la carne, que vienen ganando mercado”, dice.
Tal es el caso de los productos que imitan a los diferentes tipos de carnes a partir de proteínas vegetales procesadas, tales como hamburguesas, salchichas y nuggets veganos, u otros preparados tales como sustitutos de quesos y derivados, que poseen proteínas vegetales alternativas (tales como las de soja, arveja, arroz o papa) para la elaboración de alimentos ultraprocesados ricos en proteínas vegetales.
Es importante destacar que el consumo de alimentos ultraprocesados está asociado al incremento del riesgo de aumentar de peso, diabetes, hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares, aparte de la depresión, algunos tipos de cáncer y muertes prematuras, por ejemplo. Por otra parte, si bien aún no se conocen todos los efectos de los productos ultraprocesados a base de vegetales, las evidencias recientes sugieren que los mismos pueden ser igualmente perjudiciales para la salud.
Los investigadores de la FM-USP detectaron que los principales alimentos ultraprocesados que fueron determinantes para la adecuación del consumo de proteínas en el menú de los veganos brasileños son la proteína texturizada de la soja (PTS) y los suplementos de aislados proteicos de vegetales.
“Si bien se ubican en la misma clasificación de ultraprocesados, alimentos tales como la PTS y los suplementos proteicos no necesariamente son perjudiciales para la salud, cosa que no puede decirse de los alimentos ultraprocesados que contienen altas concentraciones de grasas, azúcares, sodio, conservantes y aditivos artificiales, por ejemplo”, remarca Roschel.
El investigador explica que, pese a que diversos estudios asocian a la amplia categoría de los ultraprocesados con los resultados perjudiciales, existen evidencias robustas de que los derivados de la soja no le hacen mal a la salud.
“La proteína texturizada de la soja es una fuente proteica y de aminoácidos esenciales importante para los veganos, pese a estar clasificada como un alimento ultraprocesado. Es importante entender que parece existir una variabilidad significativa en las fórmulas de los productos ultraprocesados, y aunque existe un consenso que indica que debe evitárselos en general, no es razonable ignorar distinciones claras entre ellos”, afirma el investigador.
De acuerdo con los investigadores, lo propio puede decirse al respecto de los suplementos de aislados proteicos de vegetales. “Se considera que el consumo de suplementos proteicos constituye una estrategia basada en evidencias de apoyo a la salud muscular en distintos contextos, como en los casos cuya alimentación basada en alimentos in natura y mínimamente procesados no satisface la demanda por proteínas. Otro ejemplo sería la existencia de alguna condición clínica que requiera otro tipo de manejo nutricional. Los suplementos a base de proteínas vegetales cumplen un rol importante y no debe ignorárselos.”
Así y todo, Roschel formula una advertencia importante: “Nuestros datos no sostienen que los alimentos ultraprocesados son buenos, ni tampoco deben servir para estimular su consumo. Pero no hay que cerrar los ojos ante importantes distinciones que existen entre ellos y acerca de su importancia en algunos contextos”, pondera.
“Los resultados del estudio sugieren que será necesario implementar políticas que faciliten el acceso a alimentos más naturales y sanos, aparte de esfuerzos tendientes a lograr una mejor educación nutricional a los efectos de promover mejores decisiones nutricionales en el seno de esa población. Con la expansión del mercado plant-based, resulta urgente que exista una regulación gubernamental para que se desarrollen productos accesibles, transparentes en cuanto a su composición, de mejor calidad y más sanos”, culmina diciendo.