Social Sciences Spain Madrid, España, Tuesday, March 02 of 2004, 19:50

Los partidos políticos abren la campaña electoral a la Ciencia y la tecnología

Análisis de los programas de las tres formaciones estatales

Marcelo Sabbatini/DICYT La Ciencia y la tecnología se han ganado un espacio propio en los programas electorales. A dos semanas de las elecciones, los tres partidos con representación estatal incluyen en sus propuestas epígrafes específicos sobre política científica e investigación, desarrollo e innovación (I+D+i). Tras años de ocupar espacios complementarios en sus programas, los partidos políticos han asimilado la importancia creciente de este tipo de políticas en el Estado moderno. No en vano, el pasado mes de febrero un grupo de reconocidos investigadores hicieron público un manifiesto con sus demandas en materia de política científica, para la que piden un pacto de Estado.

El Partido Popular, el PSOE e Izquierda Unida han presentado a la sociedad sus propuestas en materia de Ciencia y tecnología como parte fundamental de su apuesta estratégica para el futuro del país. DICYT ha analizado y extractado de cada uno de esos programas las diferentes propuestas e iniciativas.

El PP recoge en su programa electoral, bajo el título El protagonismo de la Ciencia, su propuesta para el sistema de Ciencia y tecnología y también un balance de ocho años de gestión al frente del Gobierno. Entre sus logros, el PP destaca la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología en el año 2000 y el incremento de tres veces y media de los recursos públicos destinados a la investigación y desarrollo, alcanzando el 1’03% del producto interior bruto (PIB) en el año 2002.

Los populares reconocen en su documento a la Ciencia y la tecnología como elementos prioritarios para el progreso económico y fuente de creación de empleos y de cohesión social. En sus objetivos también reconoce la dimensión internacional del sistema de Ciencia y tecnología, el papel de los recursos humanos como una base de un sistema dotado de calidad, la importancia de la investigación básica para la creación del conocimiento y la necesidad de acercar el sector público y el privado, especialmente el sector empresarial para un mayor aprovechamiento económico del conocimiento generado.

Entre sus propuestas concretas destacan el incremento presupuestario en esta materia, con la meta de alcanzar un crecimiento del 10% hasta el 2008, superando la recomendación de la Comisión Europea de hacer crecer los presupuestos públicos de I+D+i un 6% hasta 2010, así como el establecimiento de un régimen fiscal especial para empresas dedicadas a las actividades de I+D. Propone la creación de una Agencia Nacional de I+D y el control y evaluación de los proyectos de investigación seleccionados.

 

Pero el apartado en el que el propio partido hace una mayor incidencia es la promoción de la innovación tecnológica y empresarial. El PP propone un plan de promoción de patentes y un marco financiero para la innovación, con el análisis de riesgo en relación con proyectos de innovación y la dotación de instrumentos de capital riesgo para inversiones en empresas de base tecnológica.

En cuanto a los recursos humanos, el programa del PP propone la meta de incorporar 8.000 nuevos investigadores y tecnólogos al sistema nacional, mejoras e incentivos para los investigadores, la aprobación de un Estatuto del Investigador, la promesa de mejorar estructuras de renumeraciones y el establecimiento de un mecanismo de participación del rendimiento comercial de patentes. También promete la creación de una Oficina del Investigador, que proporcionaría apoyo a los profesionales de la investigación, y la creación del Espacio Europeo de Investigación, con el objetivo de incrementar la presencia internacional de la ciencia española. 

En su propuesta también se refleja la preocupación por la sensibilización social hacia la ciencia y la tecnología, y propone un programa específico de fomento de la cultura científica y la necesidad de potenciar el papel de los museos científicos

Incremento de un 25% los fondos públicos

Por su parte, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) dedica un apartado de su programa electoral a la Ciencia, Tecnología y Sociedad del Conocimiento: Nuestro Futuro, dentro del capítulo La educación nuestra prioridad básica. El PSOE destaca las carencias del actual sistema de Ciencia y tecnología del Estado español, así como la necesidad de aumentar las inversiones públicas y privadas y de converger hacia los patrones europeos. De esta manera propone incrementar en un 25% los fondos públicos de investigación y desarrollo, contabilizando solamente los gastos de I+D destinados a fines “sociales, económicos y culturales” y descartando los correspondientes a la investigación militar o a la construcción de armamento.

El PSOE propone la creación de un Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología para promover acciones coordinadas entre los distintos agentes del sistema, la constitución de una Agencia de Financiación de la Investigación para promover la agilidad y flexibilidad administrativa y la creación de una Conferencia Sectorial de Ciencia y Tecnología, para la distribución de responsabilidades en los ámbitos de comunidades autónomas. Además, prevé la aprobación definitiva del Plan Nacional de I+D+i como mecanismo de promover la investigación básica y las acciones estratégicas.

Pero el eje central de la estrategia de Ciencia y tecnología para los socialistas es la política de recursos humanos: en su programa se propone la creación sostenida de plazas de investigadores, el apoyo a jóvenes investigadores a través programas de incorporación en los sectores públicos y privados y también a grupos de investigación de prestigio, así como políticas para incentivar la movilidad y la participación en redes de investigación de carácter internacional.

Otro punto clave para el PSOE es el “acercamiento necesario” del sistema de Ciencia y tecnología a la sociedad, proponiendo un Plan de Ciencia y Sociedad con referencia al IV programa marco de la Unión Europea que recoja iniciativas como creación de un Comité Español de Ética de Ciencia y Tecnología y de una Oficina de Evaluación de Tecnologías (en la línea de la experiencia realizada en Estados Unidos y diversos países europeos a través de las Office of Technological Assessment – OTA) que elaborarán informes para el Parlamento acerca de aquellos temas que preocupan a la sociedad, como por ejemplo la clonación y los alimentos transgénicos. Asimismo, propone un programa de divulgación científica para fomentar las vocaciones científicas y políticas dirigidas a favorecer la presencia de la mujer en el sistema de Ciencia y tecnología.

En lo referente a la innovación tecnológica y empresarial, las propuestas socialistas aparecen incluidas en un Programa de Innovación, basado en la colaboración y en la creación de instituciones de intermediación entre comunidades autónomas, sindicatos y empresarios y teniendo en cuenta la oferta científica y tecnológica existente y la demanda de los diversos sectores.

Hasta el 1’5% del PIB

Por su parte, Izquierda Unida presenta sus propuestas bajo el epígrafe Investigación, desarrollo e innovación, incluido dentro del capítulo dedicado a la política económica y social. La propuesta principal se basa en poner a la Ciencia y la tecnología en el centro del debate social, utilizándolas como base para la cohesión territorial y social, pero que también sean compatibles con el desarrollo económico ecológicamente sostenible. Frente a la situación de España frente a los objetivos planteados por Europa, Izquierda Unida se marca el objetivo de aumentar hasta el 1’5% el porcentaje del PIB dedicado a la investigación científica y tecnológica, y un incemento del 50% del personal dedicado a la investigación.

Entre las medidas concretas se destacan la orientación de los recursos de I+D hacia las aplicaciones civiles, descartando la innovación militar y la eliminación de los gastos de construcción de armas, además de la creación de una Ley de Objeción Científica como marco legal para la objeción de los científicos que se nieguen a trabajar en programas de Defensa. Propone también la derogación del Estatuto del Becario, con la conversión de becas hacia contratos laborales como forma de potenciar los recursos humanos en I+D. En la cuestión de la innovación tecnológica empresarial, propone la creación de centros tecnológicos sectoriales, de financiación mixta público-privada como forma de promocionar el sector público y el sector privado y el establecimiento de políticas de crecimiento de plantillas de I+D y programas de formación en innovación, con especial atención a las pymes.

En el plano institucional Izquierda Unida plantea la creación de un Consejo Nacional de Tecnología, con representación equilibrada entre distintos agentes sociales y comunidades autónomas, aunque no distingue entre las competencias de este consejo y del Ministerio de Ciencia y Tecnología que concentraría todas las políticas en I+D.

También incide en la investigación científica como motor para la cohesión europea, sugiriendo creación de redes y centros de excelencia, reconocimiento de títulos y diplomas europeos, y en recuperar el concepto de cooperación para el desarrollo con el aumento de la cooperación científica y tecnológica con los países en vías de desarrollo.

En su programa electoral, también se plantea línea de ayudas financieras para proyectos de investigación que atiendan a demandas de organizaciones sociales como sindicatos, organizaciones ecologistas y asociaciones de consumidores. Con orientación marcadamente ecologista propone la aplicación del “principio de precaución” (según la declaración de Río en 1992, “cuando existen amenazas de daños serios o irreversibles, la falta de certeza científica total no podrá ser usada como una razón para posponer medidas de costo-beneficio con el fin de evitar la degradación ambiental”) en la evaluación de los programas científicos, principalmente aquellos relacionados con la Biotecnología, Medio Ambiente y Energía y en la propuesta de dar prioridad al desarrollo de tecnologías “genéricas y respetuosas con el medio ambiente”, con el objetivo de mejorar la calidad de vida en los entornos rurales y urbanos.