Los hongos micorrícicos hacen más resistentes a árboles y plantas frente al cambio climático
DICYT Los hongos micorrícicos, aquellos que tienen una relación de simbiosis con las raíces, son capaces de modificar la absorción de agua y de nutrientes en situaciones de estrés abiótico para las plantas, como una sequía, una inundación, el exceso de la salinidad o las altas temperaturas. Este tipo de situaciones se están multiplicando a medida que avanza el cambio climático. Por eso, científicos de la Unidad de Excelencia de Producción Agrícola y Medio Ambiente AGRIENVIRONMENT de la Universidad de Salamanca están estudiando el uso de hongos micorrícicos y sus derivados para incrementar la resistencia de los organismos vegetales.
El nuevo grupo de investigación ‘Herramientas Biotecnológicas de Plantas Frente al Cambio Climático’, ubicado en el Laboratorio 8 del Instituto de Investigación en Agrobiotecnología (CIALE), está formado por ocho miembros y analiza los efectos que tienen los hongos micorrícicos en los bosques. En concreto, estudian los metabolitos secundarios que producen, como los compuestos orgánicos volátiles, sustancias que se dispersan en el ambiente. El objetivo es comprobar “cómo modifican la reacción de las plantas frente a los distintos tipos de estrés, desde un punto de vista fisiológico, bioquímico y molecular; es decir, incluyendo los genes implicados en la respuesta”, explica la investigadora Mónica Calvo-Polanco en declaraciones a DiCYT.
Investigación focalizada en las especies forestales
Los científicos confían en encontrar herramientas biotecnológicas útiles que provengan de los hongos. El conocimiento derivado de esta investigación podría aplicarse directamente cultivando una serie de hongos, aprovechando su simbiosis natural con las raíces: o, indirectamente, a través de volátiles concretos que tengan alguna función en el desarrollo de la planta. “Estamos trabajando con la planta modelo Populus tremula x alba y el hongo micorrícico Laccaria bicolor, pero queremos ampliar el efecto a más especies de árboles y hongos forestales y, a largo plazo, posiblemente también en cultivos de interés agronómico”, comenta la experta.
La investigación científica relacionada con los mecanismos moleculares y las señales de comunicación que controlan la interacción entre hongos micorrícicos y especies forestales no está ampliamente estudiada. Por eso, “nosotros queremos conocer los principales genes involucrados en esta interacción y como afecta a la las características de las plántulas forestales”, comenta la Dra. Calvo-Polanco, a través de estudios en el laboratorio y en el invernadero del CIALE. A más largo plazo, los resultados podrían aplicarse en el campo con la participación de ingenieros forestales y empresas relacionadas con la actividad forestal.
Procedentes de Zamora
De hecho, este grupo de investigación colabora con la Diputación de Zamora para obtener los hongos del Parque Micológico Montes Del Noroeste Zamorano (espacio natural que incluye las comarcas zamoranas de Aliste, Tábara y Alba). “Ahí recogemos los cuerpos fructíferos, ya contamos con 30 especies y, en un futuro, esperamos conseguir una colección de hongos representativa de Castilla y León”, destaca la investigadora. Por el momento, trabajan con hongos relacionados con las especies forestales de este parque: rebollo, encina, alcornoque, castaño, quejigos, madroños y pinos.
Muchos de los hongos que crecen junto a estos árboles son comestibles, incluyendo los famosos Boletus edulis, muy apreciados a nivel culinario y por sus usos potenciales en el sector farmacéutico y alimentario, y, por lo tanto, con un gran potencial económico.
Nuevos proyectos de investigación
Esa es la base sobre la que se asientan dos importantes proyectos nacionales: uno de la convocatoria Consolidación Investigadora y otro de la convocatoria Generación de Conocimiento del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. La puesta en marcha del grupo, el equipamiento del nuevo laboratorio y la financiación que va a guiar los primeros años de este nuevo campo de trabajo del CIALE proceden de estas importantes ayudas. Por ejemplo, una de las líneas de investigación tiene que ver con la influencia de los hongos micorrícicos en el posible silenciamiento genético de las plantas para la mejora de su resistencia a estrés. Otra analiza cómo la simbiosis con los hongos modifica la arquitectura de la raíz y los mecanismos moleculares por los cuales la raíz absorbe agua en condiciones de sequía.
Así, por diversas vías, los resultados de este nuevo grupo de investigación de AGRIENVIRONMENT pueden ser del interés de empresas de distintos sectores industriales, de los agricultores y de las propias administraciones, que se enfrentan al reto de mantener bosques sanos en el contexto de incertidumbre que conlleva el cambio climático.