Environment Spain , Soria, Friday, February 12 of 2010, 16:06

Los documentos del Ciemat se guardarán en un edificio bioclimático del Ceder

El proyecto de Lubia pretende ser un ejemplo de arquitectura sostenible y ahorro energético

Víctor Manuel García/DICYT En el recinto donde se ubica el Centro de Desarrollo de Energías Renovables (Ceder) en Lubia, en la provincia de Soria, se están dando los últimos retoques al edificio bioclimático que albergará el archivo del Ciemat, organismo del que depende el Ceder. Se trata del segundo edificio de estas características en este lugar de investigación tras la puesta en marcha el pasado verano del perteneciente al proyecto singular estratégico Arquitectura y Frío Solar (Arfrisol). El nuevo edificio bioclimático, que se empezó a construir en agosto, incluye técnicas de vanguardia además de un ahorro en los costes considerables respecto a su predecesor, según explica al director del Ceder, Miguel Latorre.

 

La arquitectura bioclimática se basa en el aprovechamiento de los agentes externos de cara a conseguir la mayor eficiencia energética posible. Así, las condiciones constructivas están orientadas a neutralizar, estabilizar y/o aprovechar las condiciones medioambientales, facilitando la ventilación, la luminosidad precisa y el aislamiento frente a la contaminación exterior.

 

Incidencia del sol

 

La incidencia del sol es uno de los principales factores que se han tenido en cuenta. Se ha dispuesto de un gran cerramiento de cristal con forma cóncava, lo que aumenta la superficie de contacto, es decir, mayor radiación térmica cuando el sol incida. También aumenta la concentración de la luminosidad solar en la planta superior. No hay que olvidar que la iluminación constituye un factor primordial para el estado anímico de las personas en el entorno del trabajo, según los expertos.

 

También destaca la disposición del alero de cubierta, capaz de proteger la fachada principal del sol en los meses que más incidencia tiene, es decir, el verano, y con una inclinación que favorezca todo lo contrario en invierno, lográndose una incidencia directa de sol sobre la fachada, más radiación térmica y mayor aprovechamiento de la luz natural.

 

Destaca también el hecho de que se anula el impacto del sol en la planta baja mediante un doble envolvente con cámara de aire tanto en la fachada trasera como en la delantera que minimiza los contrastes térmicos del día y la noche. El ahorro energético se completa con calderas de calefacción de biomasa. Del mismo modo, se han colocado paneles solares y se ha incluido el denominado efecto chimenea.

 

Diseñado para evitar turbolencias
 
El diseño del edificio es aerodinámico en la fachada de más incidencia del viento, favoreciendo la no aparición de turbulencias en el entorno, es decir, mayor transmisión por convección. También se facilita la succión en el extremo del alero de la masa de aire del conjunto de la fachada-cubierta que favorezca el movimiento esta. Además, se incluyen rejillas de impulsión y extracción del aire en la planta baja a distinta altura que favorezca la no estratificación del aire dentro del archivo. Por último, se ha dotado a la planta baja de una altura suficiente para favorecer el movimiento dentro de esta y entre los archivadores. Respecto a la geometría del edificio y sus materiales, se ha optado por un proyecto vanguardista que aúna sencillez estructural, funcionalidad y diseño. Respecto a lo primero, se ha primado que el trabajador tenga percepción de comodidad. En cuanto a la funcionalidad, son formas geométricas rectangulares que aprovechan el espacio, hay una solera ventilada y se facilitan futuras ampliaciones. El diseño exterior se asemeja con su función de biblioteca, recreando archivos con las letras que se incluyen en los lomos incluídas. Se han utilizado materiales nobles, reciclados y propios de la zona.