Health Brazil São Paulo, São Paulo, Thursday, January 25 of 2024, 09:46

Los casos de chikunguña y zika bajan en Brasil, aunque con alza en la mayoría de los clústeres de riesgo

Investigadores observaron los patrones espaciotemporales y los factores ambientales y socioeconómicos de existencia y coexistencia de ambas arbovirosis en todos los municipios brasileños

AGENCIA FAPESP/DICYT – Los clústeres de mayor riesgo referentes al chikunguña y al zika en Brasil, que inicialmente se encontraban ubicados en la región nordeste del país, se dispersaron por el centro-oeste y por la costa de los estados de São Paulo y Río de Janeiro (en la región sudeste) entre 2018 y 2021 y crecieron nuevamente en el nordeste entre los años 2019 y 2021. En términos nacionales, la tendencia fue decreciente: del 13 % y el 40 % respectivamente.

 

Sin embargo, el 85 % y el 57 % de los clústeres encontrados exhibieron una tendencia creciente de casos para cada una de las enfermedades. Esto es lo que muestra un estudio publicado en la revista Scientific Reports por investigadores de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de São Paulo (FSP-USP) y del Centro de Vigilancia Epidemiológica del Estado de São Paulo (CVE), quienes analizaron los patrones espaciotemporales de existencia y coexistencia de ambas arbovirosis en todos los municipios nacionales, como así también los factores ambientales y socioeconómicos asociados a ellas.

 

Consideradas enfermedades tropicales desatendidas por la Organización Panamericana de la Salud (OPAS/OMS), el chikunguña y el zika son arbovirosis causadas por virus de las familias Togaviridae y Flaviviridae respectivamente y transmitidas por mosquitos del género Aedes. Durante la última década, las cifras de casos de ambas afecciones aumentaron en todo el mundo y se expandieron geográficamente: se ha informado al respecto del chikunguña en 116 países y del zika en 92, de acuerdo con el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), la principal agencia sanitaria de Estados Unidos. Ambas dolencias suman más de 8 millones de casos, los cuales debido al subregistro pueden llegar a los 100 millones.

 

El surgimiento y el resurgimiento del chikunguña y del zika se ven favorecidos por la alteración ambiental causada por factores tales como la urbanización, la deforestación y las alteraciones climáticas: las sequías y las inundaciones, por ejemplo. “Por eso la determinación de áreas de alto riesgo para estos arbovirus es importante tanto para controlar los vectores como para orientar correctamente las medidas de salud pública”, afirma Raquel Gardini Sanches Palasio, investigadora del Laboratorio de Análisis Espacial en Salud (LAES) del Departamento de Epidemiología de la FSP-USP y autora principal del estudio.

 

Junto a su supervisor, el profesor Francisco Chiaravalloti Neto, y otros investigadores de la USP y del CVE, Sanches Palasio analizó más de 750 mil casos (608.388 de chikunguña y 162.992 de zika), en su mayoría autóctonos y confirmados mediante pruebas de laboratorio o clínico-epidemiológicas. Se observaron aspectos espaciales, temporales y estacionales teniendo en cuenta valores de temperatura y precipitaciones y factores socioeconómicos.

La investigación reveló que las regiones de alto riesgo presentaban temperaturas más elevadas y fueron identificados clústeres con alto riesgo de coexistencia en algunas regiones de Brasil. “Durante los primeros años del estudio, los clústeres de alto riesgo se ubicaban en el nordeste del país, y luego hubo una dispersión hacia el centro-oeste, en 2016 y en 2018 (del zika y del chikunguña, respectivamente), y hacia el litoral del sudeste, entre 2018 y 2021, seguida por un nuevo recrudecimiento en el nordeste”, dice Sanches Palasio. “El chikunguña y el zika mostraron tendencias decrecientes del 13 % y del 40 % respectivamente; pero el 85 % y el 57 % de los clústeres detectados mostraron una tendencia creciente también respectivamente. Con un probable crecimiento anual situado entre el 0,85 % y el 96,56 % para el chikunguña y entre el 2,77 % y el 53,03 % para el zika.”

 

“Observamos también que desde el año 2015 ambas arbovirosis estuvieron presentes con mayor frecuencia en el verano y en el otoño en Brasil. Sin embargo, el chikunguña aparece asociada a los bajos niveles de precipitaciones, a ambientes más urbanizados y a áreas con mayores desigualdades sociales, en tanto que el zika lo está con relación al alto volumen de lluvias y a áreas con baja cobertura de redes de alcantarillado.”

De acuerdo con la investigadora, ambas enfermedades son más frecuentes también en lugares con menores índices de vegetación en las áreas urbanas y, aparentemente, el factor socioeconómico se vuelve más evidente para el chikunguña que para el zika.

 

Los próximos pasos

 

“Por tratarse de enfermedades con los mismos vectores, existen ciertas semejanzas y, en teoría, deberían aparecer en los mismos lugares, pero no observamos esa superposición perfecta en el espacio y en el tiempo”, dice Sanches Palasio. Una de las hipótesis para ello, que formularon los investigadores participantes en el trabajo, financiado por la FAPESP, estaría relacionada con los factores socioeconómicos, ambientales y climáticos.

 

En este primer trabajo se utilizaron datos del Censo 2010 en Brasil. Por eso uno de los próximos pasos consiste en la actualización de este escenario, de acuerdo con las nuevas informaciones difundidas por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) en 2022. “Asimismo, pretendemos ahora realizar un análisis más complejo teniendo en cuenta al mismo tiempo y no por separado como en esta ocasión los factores socioeconómicos y climáticos [temperatura y precipitaciones] en un análisis espaciotemporal”, comenta Sanches Palasio.

 

Otro punto de atención consiste en observar la coexistencia de ambas enfermedades y si las mismas se superponen, a los efectos de modelar esa información con los escenarios de cambios climáticos futuros, tanto en un escenario optimista como en uno pesimista, relacionados con las emisiones de gases de efecto invernadero.