Los carnívoros no causaron la acumulación de restos humanos en la Sima de los Huesos
Cristina G. Pedraz/DICYT La acumulación de cadáveres humanos en la Sima de los Huesos, en la Sierra de Atapuerca, es una de cuestiones que suscita más interés entre los investigadores. En este yacimiento se han localizado restos de al menos 28 individuos de hace cerca de 430.000 años, según las nuevas dataciones llevadas a cabo, junto con fósiles de cientos de osos y otros carnívoros. Pero, ¿cómo llegaron aquí todos estos cadáveres?
“La Sima de los Huesos es un caso único en el mundo. Se trata de un yacimiento poco común debido a su cronología, la abundancia de restos humanos y a su localización en lo profundo de una cueva. Estos aspectos hacen que nos preguntemos cómo han acabado 28 individuos en este lugar tan remoto”, explica a DiCYT Nohemi Sala, investigadora del Centro Mixto UCM-ISCIII y miembro del Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA).
La investigadora encabeza una reciente publicación en Quaternary Science Reviews que profundiza en las hipótesis que se barajan en torno a esta acumulación de huesos, en concreto, la que apunta a los animales carnívoros como agentes acumuladores.
“Evaluamos el papel desempeñado por los carnívoros (leones, osos, lobos, etc.) en la acumulación de los restos humanos. Para ello, ha sido necesaria una investigación de varios años para averiguar qué comportamiento caracteriza a cada especie de carnívoro en cuanto al transporte y acumulación de sus presas y qué tipo de marcas quedan en los huesos cuando son consumidos por diferentes especies. Una vez estudiado este comportamiento en carnívoros actuales, hemos comparado nuestros resultados con los observados en los fósiles de la Sima de los Huesos. Hemos cuantificado las marcas encontradas, medido los tamaños de las mismas y los hemos comparado no sólo con los datos actuales, sino también con datos de otros yacimientos interpretados como madrigueras o cubiles de carnívoros”, detalla.
Los resultados obtenidos indican que las marcas de carnívoros presentes en los fósiles de la Sima son muy escasas, es decir, “que el acceso de los carnívoros a los restos humanos y a otros animales carnívoros allí acumulados ha sido muy esporádico”. Asimismo, en el análisis comparativo de los distintos tipos de marcas han observado que se corresponden muy probablemente con la actividad de los osos y no con los leones, como se pensaba previamente. Además, asegura Sala, “las marcas que encontramos en los restos humanos y en los osos allí acumulados, son indistinguibles”.
En cualquier caso, añade, “los osos no tienen, ni tenemos motivos para pensar que en el pasado lo tuvieran, un comportamiento que implique el transporte y acumulación de presas en sus cuevas de hibernación; por tanto pensamos que las escasas dentelladas que encontramos en la Sima de los Huesos fueron producidas por osos que cayeron en el yacimiento y que carroñearon con los cuerpos que estaban allí previamente acumulados”.
Próximos pasos
De este modo, el trabajo refuta la hipótesis de los carnívoros como agentes acumuladores de los restos humanos en la Sima de los Huesos. Otras hipótesis barajan la posibilidad de un evento catastrófico como un accidente, una acumulación de los restos por arrastre de sedimento (coladas de barro) y, por último, una acumulación intencional, es decir, que otros humanos depositaran deliberadamente en esta cueva los cadáveres de sus congéneres. Esta última es la que lleva defendiendo el equipo de investigación de la Sima de los Huesos desde hace dos décadas, recuerda Sala.
“Por el momento, podemos descartar a los carnívoros como los responsables de la acumulación de los restos humanos. En este sentido, estamos trabajando en otras líneas que expliquen satisfactoriamente cómo llegaron allí 28 esqueletos: procesos geológicos, la distribución espacial de los restos, el estudio de las fracturas de los huesos que nos den información sobre cómo y cuándo se han roto, etc. Una vez vayamos obteniendo más información, seremos capaces de aproximarnos a esta gran incógnita sobre este yacimiento y podremos entonces averiguar si se trata del primer acto funerario de la historia de la humanidad”, concluye la investigadora.
Referencia bibliográfica: | |
Sala, N., Arsuaga, J. L., Martínez, I., y Gracia-Téllez, A. (2014). “Carnivore activity in the Sima de los Huesos (Atapuerca, Spain) hominin simple”. Quaternary Science Reviews, 97, 71-83. DOI: 10.1016/j.quascirev.2014.05.004 |