Los accesorios de los ojos: agentes de seguridad
Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT En los mamíferos, los ojos o globos oculares no son órganos que se encuentran totalmente desprotegidos, cuentan con sus propias estructuras accesorias que les brindarán seguridad. La principal protección se encuentra en el rostro. El rostro brinda a los globos oculares protección interna y externa. La protección interna la otorga el cráneo. Gracias a las células que constituyen el cráneo, éste es una estructura rígida que resguarda órganos importantes como el cerebro y los ojos. En la parte anterior del cráneo destacan los huesos o arcos zigomáticos. Los arcos zigomáticos se presentan en las especies de mamíferos que tienen los ojos en posición lateral como los caballos, perros, ratones, etc. Les ayuda a proteger a los globos oculares de cualquier impacto lateral. Las especies que presentan una posición frontal, pueden tener los ojos poco hundidos en el rostro, de esta manera también quedan protegidos por el rostro y los huesos supraciliares, que se ubican donde el humano tiene las cejas.
La protección externa que brinda el rostro a los ojos de los vertebrados está dada por la piel. En la región de los ojos se presentan dos capas de piel, una superior y una inferior, que son conocidas como párpados. Los únicos animales vertebrados que no poseen párpados son los peces. Algunos mamíferos presentan una tercera capa denominada membrana nictitante. La diferencia con los otros párpados consiste en que esta membrana es trasparente por lo que no le resta visibilidad al individuo y se encuentra en una posición lateral por debajo de los párpados. En los mamíferos que se encuentra puede presentarse de manera vestigial, es decir, no cubre por completo al ojo, solamente una fracción como en el caso de los perros; también puede presentarse completa como en los camellos, y más comúnmente en los mamíferos acuáticos como osos polares y focas. En el caso de los osos polares, esta membrana no solamente le brinda protección cuando está debajo del agua, también actúa como lentes de sol, filtrando las radiaciones más dañinas, debido a su hábitat que generalmente es blanco, lo que produce una sobrecarga de luz, lo que podría producir daños a su visión.
En los márgenes de ambos párpados se encuentran una serie de pelos llamados pestañas. Las pestañas son posiblemente el sistema de protección más importante del ojo debido a que detienen cuerpos extraños que se dirijan hacia el ojo al crear una red que se entrecruza cuando los párpados se cierran. Son altamente sensibles al tacto, lo que implica que al detectar el contacto más débil activan el movimiento reflejo que cierra instantáneamente los párpados y protege a la córnea y al ojo. En prácticamente todas las especies de mamíferos se tienen muchas más pestañas en el párpado superior que en el inferior.
Hay otra serie de pelos que protegen a los ojos, se trata de las cejas. Las cejas son más visibles en los humanos debido que poseemos una cara desnuda, es decir, no es peluda como en otros mamíferos, por lo que resaltan. Se encuentran situadas donde se ubican los huesos superciliares del cráneo. Su función también es la de detener cuerpos extraños, sobre todo detienen sudor o lluvia, ayudando en su función a las pestañas.
La función más común de los párpados es mantener humectados a los ojos, de esta manera un parpadeo ayuda a la distribución de las lágrimas por toda la superficie del ojo, además de que sirve para limpiar y quitar posibles agentes irritantes de la córnea como puede ser polvo. En particular los humanos en condiciones normales, parpadeamos aproximadamente 10 veces por minuto.
Por el tipo de células que tiene el ojo debe de permanecer humectado. Para secretar los humectantes necesarios, los ojos cuentan con las glándulas lagrimales y las de Meibomio (consideradas como accesorias a las lagrimales). Las glándulas lagrimales como su nombre lo indica, secretan lágrimas, que están constituidas por agua, cloruro de sodio y albúmina. El agua y el cloruro de sodio son los productos para realizar la limpieza, mantener húmeda la superficie del ojo y lubricarlo cuando el individuo parpadea. La albúmina presente tiene la función de alimentar a las células de la parte externa de la córnea, donde no existen vasos sanguíneos ni otros medios de transporte de nutrientes. Mantener nutridas a las células de la córnea es de suma importancia, ya que esta es la única capa del ojo que se regenera, es decir, si la córnea sufriera una abrasión o daño, ésta se regenera naturalmente.
Los ojos cuentan con sus propios agentes de seguridad que les brindan protección contra cuerpos extraños externos que puedan significar un riesgo para el ojo y en consecuencia para la visión del organismo.
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Autores |
Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S. C. Instituto Politécnico Nacional 195, CP. 23205, La Paz, Baja California Sur, México. Email beu_ribetzin@hotmail.com (AGM-G), sticul@cibnor.mx (STA-C). |