Las raíces de árboles tropicales representan una reserva de carbono poco apreciada
STRI/DICYT Pídale a alguien que dibuje un árbol e invariablemente dibujarán un tronco con ramas, dejando las raíces fuera de la imagen. En un estudio único sobre las raíces de árboles tropicales en el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, publicado en PLOS ONE, las raíces representaron casi el 30 por ciento de la biomasa total de árboles jóvenes. Los autores esperan que las estimaciones futuras del almacenamiento de carbono y el uso del agua por los bosques tropicales incluyan información sobre la biomasa y la arquitectura de la raíz.
"Estudios como el artículo publicado por Baccini et al. en la edición del 28 de septiembre de Science utilizan datos satelitales para medir la densidad de carbono sobre el suelo ", comentó Jefferson Hall, director del experimento del Smithsonian en la Cuenca del Canal de Panamá (Agua Salud). "Es una práctica bastante común calcular el almacenamiento de carbono forestal ya sea incorporando la masa de la raíz a través de un factor de improvisación, o dejándolo fuera por completo. ¿Qué porcentaje de un árbol es subterráneo? ¿Cómo cambia esto con el clima, la fertilidad del suelo y el paso del tiempo? Las respuestas a estas interrogantes refinarán nuestra capacidad para comprender cómo los bosques responden al cambio global".
"Durante la temporada de lluvias en el 2009, nuestro equipo excavó todas las raíces de hasta 2 milímetros de diámetro de seis especies de árboles tropicales", comentó Katherine Sinacore, estudiante de doctorado en la Universidad de New Hampshire. "Elegimos árboles de 6 a 8 años de los experimentos de reforestación en Sardinilla y en el Parque Nacional Soberanía en la Cuenca del Canal de Panamá, con el permiso del Ministerio del Ambiente de Panamá".
"Hubo grandes diferencias entre las especies", comentó Sinacore. "Encontramos que los árboles tienen arquitecturas muy distintas. Por ejemplo, algunas especies invierten en una raíz primaria grande que desciende directamente debajo del tronco, mientras que otras especies expulsan grandes raíces lateralmente justo debajo de la superficie del suelo. Estos árboles enviaron raíces más pequeñas desde las raíces laterales que, cuando se excavaron, se asemejaban a los tentáculos de un pulpo. Los tentáculos fueron tan profundos como las raíces de las otras especies, por lo que los árboles no intercambiaron las diferencias estructurales por la capacidad de buscar nutrientes y agua en las profundidades del suelo. De hecho, no detectamos una diferencia entre especies en el volumen de suelo alcanzado por las raíces. También encontramos raíces que se extienden a más de 20 metros (60 pies) del tronco del árbol".
Los seis árboles en el experimento, Anacardium excelsum (Espavé), Cedrela odorata, Dalbergia retusa (Cocobolo), Pachira quinata (Cedro Espino), Tabebuia rosea (Roble) y Terminalia amazonia (Amarillo), todos tienen alto valor en su madera y son comúnmente utilizados para la reforestación en Panamá.
"Tal vez no sea sorprendente que encontremos que los sistemas de raíces sean tan diversos como las copas de los árboles, una diversidad morfológica que es importante comprender ya que sugiere una explotación más profunda de los recursos subterráneos", comentó Hall. "Curiosamente, también encontramos que dos de los 40 árboles (el 5 por ciento) que excavamos (una Terminalia amazonia y una P. quinata) estaban conectados con especies vecinas a través de injertos de raíces gruesas. ¿Estos árboles comparten recursos? ¿Hubiéramos encontrado un mayor porcentaje de injertos de raíz si hubiéramos tenido la capacidad de observar raíces finas? Claramente hay más trabajo por hacer".
El apoyo para este proyecto fue brindado por la La Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Panamá SENACYT, Stanley Motta, Frank Levinson, la familia Hoch, la Fundación Agua Salud y la Autoridad del Canal de Panamá.