Alimentación España , España, Miércoles, 20 de julio de 2011 a las 17:32

Las aves migratorias con madurez sexual tardía se vuelven sedentarias en las islas

Los jóvenes permanecen cerca de las áreas de reproducción para cubrir las posibles vacantes de su grupo de población, según la investigación en la que han participado científicos de la Reserva de la Biosfera de Doñana

CSIC/DICYT Las aves de gran tamaño que llegan a la madurez sexual tras una infancia prolongada son sedentarias en las islas, aunque sus congéneres en el continente presenten comportamientos migratorios. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado un estudio internacional liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y que ha sido publicado en el último número de la revista PLoS ONE.


El estudio analiza las pautas migratorias de 563 especies de aves en todo el mundo y compara el comportamiento entre poblaciones continentales e insulares. Los resultados indican que las especies con madurez sexual tardía sólo sobreviven en poblaciones pequeñas, como las islas, si su comportamiento es sedentario.
 

Siempre disponibles


“Las especies con una esperanza de vida elevada y gran tamaño tienen un periodo de inmadurez prolongado. Durante esa etapa, los jóvenes de poblaciones migratorias no vuelven a las islas hasta pasados unos años y no pueden ocupar posibles vacantes que surjan dentro del esquema reproductor de su comunidad. Sin embargo, los jóvenes de poblaciones sedentarias están siempre disponibles cerca de la zona de reproducción para ocupar los huecos tan pronto como aparecen y atenuar así las fluctuaciones de la
población”, explica el investigador del CSIC Miguel Ferrer, de la Estación Biológica de la Reserva de la Biosfera de Doñana.


Según este estudio, esta diferencia de comportamiento hace que las fluctuaciones de población sean mayores entre las aves migratorias que entre las sedentarias. “Si la población es grande, como en los continentes, este hecho carece de importancia, pero si la población es pequeña, como en las islas, se convierte en un factor crítico para lasupervivencia de la comunidad. Las fluctuaciones intensas aumentan el riesgo de extinción de las poblaciones pequeñas”, continúa Ferrer.


Migratorias en el continente, sedentarias en las islas


“Si la especie tiene un periodo de inmadurez corto, típico de especies pequeñas, los jóvenes vuelven a la población reproductora, tanto si son migratorios como sedentarios, un año después de nacer. Por esta razón las paseriformes, aves de pequeño tamaño, pueden ser migratorias o no en las islas, mientras que especies
mayores, como grandes rapaces, garzas o cigüeñas, tienen que ser sedentarias para sobrevivir”, añade el investigador del CSIC.


El comportamiento, apunta esta investigación, puede variar dentro de la misma especie en función de su lugar de residencia. “Algunas especies, como el águila calzada en Mallorca o el alimoche en Canarias, son sedentarias en las islas y migratorias en la Península Ibérica. Situaciones similares se repiten en todas las islas del mundo”, comenta Ferrer.


Fábricas de biodiversidad


Según los investigadores de este estudio, al desaparecer el comportamiento migratorio de las poblaciones insulares se favorece un cierto aislamiento genético que acelera los procesos de diferenciación de especies. “El cambio de comportamiento migratorio es un proceso que afecta a la velocidad con la que aparecen nuevas especies de aves, lo que convierte a las islas en fábricas de biodiversidad”, concluye Ferrer.