Ciencia España , Segovia, Jueves, 27 de mayo de 2010 a las 19:26

La vacuna de "subunidades", de gran eficacia frente a la enfermedad hemorrágica del conejo

XXXV Symposium de Cunicultura de Asescu

LHM/DICYT Francisco Parra, Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo y director del Instituto Universitario de Biotecnología de Asturias destacó este jueves en Segovia la eficacia de la vacuna de "subunidades" frente a la enfermedad hemorrágica del conejo.

 

Parra; que además dirige desde hace más de 20 años un grupo de investigación sobre virología y parasitología molecular, en enfermedades que afectan a animales domésticos y silvestres, así como a algunos patógenos humanos; participó en el XXXV Symposium de Cunicultura de Asescu que se desarrolla hasta este viernes en el Teatro Juan Bravo de la capital segoviana con la ponencia titulada "Desarrollo de un candidato vacunal de subunidad contra el virus de la enfermedad hemorrágica del conejo".

 

En su ponencia reseñó que la vacuna de "subunidades" frente a la enfermedad hemorrágica del conejo “se produce mediante tecnologías similares a las empleadas en algunas vacunas humanas como la que se administra contra la hepatitis B”.

 

Esta nueva formulación, desarrollada por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (La Habana, Cuba) en colaboración con nsu laboratorio de Oviedo, “consiste en una proteína purificada que se obtiene a partir de cultivos de levaduras productoras con muy altos rendimientos, a bajo coste y en condiciones de mayor seguridad biológica que las que actualmente se utilizan en el mercado”.

 

En este sentido añade, “para hacerse una idea de la eficacia de ese sistema, a partir de un litro de cultivo de levaduras productoras de este antígeno vacunal podría obtenerse proteína suficiente para elaborar diez mil dosis vacunales. También parece que esta nueva formulación vacunal produce mejores respuestas protectoras frente a las nuevas variantes del virus de la enfermedad hemorrágica”.

 

Parra concretó que su equipo además trabaja sobre la caracterización de las vacunas que se emplean actualmente contra la mixomatosis, definiendo a nivel molecular las características de estos virus vacunales y buscando diferencias que permitan distinguirlos de los virus silvestres circulantes actualmente en las granjas.

“Con la tecnología actual es imposible distinguir mediante análisis inmunológicos los animales vacunados con las vacunas comercializadas en España de aquellos que pudiesen haber estado expuestos a un virus silvestre. Este hecho plantea grandes dificultades a la hora de hacer estudios epidemiológicos de esta enfermedad y dificulta la clasificación sanitaria de las explotaciones cunícolas”, añade.

 

Los estudios de este equipo, financiados en un 60% por INTERCUN y en un 40% por el MARM indican también “que los virus mixoma actualmente circulantes en España son bastante distintos de las cepas de referencia que se emplean para estudiar la potencia de las vacunas y podría explicar en parte la aparición de brotes de mixomatosis en algunas explotaciones”. No obstante, agrega Parra, “este es un tema muy complejo que no tiene respuestas simples y que va a requerir bastantes estudios adicionales”.


Tendencias

 

Este investigador apunta que la tendencia actual en el campo de las vacunas apuntan hacía la elaboración de formulaciones que permitan la diferenciación de los animales vacunados de los infectados por el patógeno.

Este tipo de vacunas "marcadas" requieren normalmente manipulación genética de los virus vacunales y hace que estos nuevos virus vacunales sean sometidos a pruebas muy rigurosas antes de que sean autorizados para su uso en el campo.

 

En la ganadería del conejo no hay en el mercado ningún tipo de vacuna de esta clase, precisamente por lo elevado de su coste de registro y el comparativamente bajo precio del animal que se pretende proteger.

“Es lamentable que dispongamos de la tecnología necesaria frente a estas enfermedades de los conejos pero que los costes de aplicación supongan un freno para la implantación de estas vacunas de última generación, comparables a las que se usan en la sanidad humana”, concluyó.