La Universidad de Valladolid crea una empresa de desarrollo de genes sintéticos para la obtención de nuevos materiales
BGA/DICYT La Universidad de Valladolid ha creado una empresa a partir de un proyecto de investigación sobre el desarrollo de genes sintéticos llevado a cabo por el equipo de Física de Materia Condensada que dirige el profesor José Carlos Rodríguez Cabello. Nanobiomatters es el nombre de la empresa, que se encargará de la explotación de un descubrimiento que es noticia a nivel mundial tras ser publicado en la revista Progress in Polymer Science, la primera del mundo en el campo de los materiales polímeros.
La empresa se ha puesto en marcha en colaboración con un grupo de investigación de la Universidad Jaume I de Castellón y el Instituto IATA del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que desarrolla la tecnología necesaria para dar salida a sus investigaciones y puedan por esta razón comercializarse, es decir que no se queden en el laboratorio.
Así, el origen de la sociedad es el desarrollo o creación de genes nuevos sintéticos con destino a la fabricación de nuevos materiales como los polímeros (caucho, plásticos, entre otros), que evitaría de esta forma la utilización del petróleo como materia prima para su obtención, aunque tiene otros usos en otras áreas como la medicina regenerativa y la nanotecnología.
A través de esta iniciativa lo que se ha conseguido es construir un gen sintético nuevo, creado desde cero, y que no tiene nada que ver con lo que se venía haciendo hasta ahora en genética, estaba más orientado hacia las modificaciones genéticas o la traslación de genes de unos seres a otros (por ejemplo las plantas). La creación desde la nada de un nuevo gen supone la apertura de muchas posibilidades de desarrollo e investigación para la obtención de nuevos productos y aplicaciones.
En este caso, las investigaciones del doctor Rodríguez Cabello se han orientado a tres campos fundamentales: la biomedicina, la nanotecnología y la obtención de productos de producción masiva (polímeros). Sin embargo, y según explica su impulsor a DICYT, "hasta ahora ha habido poco interés en el desarrollo de estos productos basados en nuestras investigaciones, ya que la utilización del petróleo como materia prima era relativamente barata por lo que no interesaba un sustituto".
De las tres líneas de investigación en las que han trabajado durante estos ocho años existen dos en las que de momento la demanda ha sido mayor: la obtención de nuevos materiales para aplicaciones biomédicas, como la medicina regenerativa (ingeniería de tejidos) y la dosificación controlada de fármacos, y los avances en el campo de nuevos sistemas y dispositivos nanotecnológicos, como los dispositivos autoensamblados ultraminiaturizados.