Salud España León, León, Miércoles, 20 de junio de 2007 a las 10:43

La terapia ecuestre mejora la psicomotricidad de los discapacitados

El tratamiento está prescrito para personas con problemas físicos, psíquicos o sensoriales

EFA/DICYT> La terapia ecuestre logra grandes beneficios a nivel psicomotriz y de atención en personas con algún tipo de discapacidad, para ello, la Fundación Carriegos lleva tres años trabajando en León con diversos métodos de tratamiento con caballos. Dos fisioterapeutas, una educadora social y una psicóloga se encargan de los grupos que acuden a el centro El Caserío, que la Fundación tiene en la localidad leonesa de Robledo de Torio, en Villaquilambre.


La psicóloga de la Fundación, Carmen Mary González, asegura que se establece un vínculo entre el animal y las personas que asisten a las terapias. En un primer momento, se debe evaluar el estado del paciente para poder realizar un programa determinado y comenzar así con las sesiones de trabajo. “El caballo por su morfología, psicología o temperatura corporal, es el compañero ideal para tratar todo tipo de discapacidades, porque motiva a las personas que tienen trastornos del comportamiento, problemas en el aprendizaje o alguna disfunción en el control de impulsos”, argumentó González en declaraciones a DICYT.


De hecho, gracias a este tipo de terapias se puede conseguir una recuperación tanto a nivel de atención como de movimiento, siempre teniendo en cuenta que la rehabilitación ecuestre es un tratamiento complementario a la Fisioterapia y otras especialidades como la Pedagogía y la Psicología. 


Los métodos


La Fundación emplea diferentes métodos de trabajo en función del trastorno que afecta a los participantes en las distintas sesiones, aunque lo más frecuente es trabajar con personas que presentan una afección neurológica como parálisis cerebrales, accidentes cerebro vasculares o traumatismos craneoencefálicos. Por otro lado, se aplica la equitación terapéutica que se trabaja el área cognitiva de personas con síndrome de Down, autismo o trastornos del desarrollo y la comunicación.

 

Otra de las actividades que desarrolla la Fundación Carriegos es la implantación de un programa para realizar equitación, adaptando las actividades a las personas con alguna carencia motriz. En este contexto se llevan a cabo ejercicios de volteo terapéutico en los que el paciente trabaja diversos movimientos en compañía del caballo, al que mantiene sujeto por las bridas. Dichos ejercicios contribuyen a “regular el tono muscular y a establecer un estrecho vínculo de confianza entre el animal y el paciente”, señaló la psicóloga.