Medio Ambiente Colombia , Bogotá D.C., Martes, 23 de junio de 2020 a las 16:05

La sabana de Bogotá vivió su Pequeña Edad de Hielo

No fue lo que hoy se conoce de ella y tuvo variaciones climáticas y territoriales que cambiaron notablemente el paisaje actual y la forma de relacionarse entre las poblaciones

UNAL/DICYT En esta conclusión profundizó Katherine Mora Pacheco, doctora en Historia de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), como resultado de su tesis de 2014, pero que luego actualizó completando el estudio del periodo de la Independencia, que publicó en un libro.

 

Entre sequías, heladas e inundaciones: Clima y sociedad en la Sabana de Bogotá, 1690-1870 es una investigación climática con muy pocos precedentes, por lo que el libro marca un antes y un después en esta rama de la historia y la meteorología.

 

“Una zona como esta tiene unas ventajas: aquí no llegan plagas de langostas, por ejemplo; hay adaptación para otros trabajos y no hay enfermedades tropicales como dengue o malaria”, menciona la investigadora.

 

“Ese fue un factor que desde tiempos antes de la llegada de los españoles la hiciera una zona muy poblada, lo cual influyó en el cambio del clima”, destaca.

 

Para su trabajo, la doctora Mora recibió guías y sugerencias de selectos investigadores del clima, además de apoyo económico parcial del proyecto internacional Sustainable Farm Systems (SFS), financiado por la Beca de Asociación del Consejo de Investigación de Ciencias Sociales y Humanidades de Canadá, gracias a la cual pudo ir a eventos académicos internacionales y contar con los servicios profesionales para elaborar la cartografía original.

 

La investigación se centra especialmente en la “Pequeña Edad de Hielo”, cuyo pico más fuerte se da en 1690 con fenómenos de épocas muy frías durante esa década, pero la real “Pequeña Edad de Hielo” ocurre entre los siglos XIV y XV, cuando la temperatura global bajó 2 oC con respecto al inicio del siglo XX.

 

Se presentó, entonces, una secuencia recurrente con hielos muy fríos y veranos muy fríos, el clima global estaba alterado y, peor aún, alterado para perjuicios. Sin embargo, una de las ventajas de estar en la Sabana era que se podía pasar de clima cálido a templado y luego al páramo, lo que facilitaba el cultivo y la ganadería, es decir que el relieve geográfico permitió diferentes actividades.

 

Hace 1.000 años se llegó a un óptimo cálido y a mediados del siglo XIX empieza el calentamiento paulatino. Sin embargo, la investigadora concluye que la Sabana fue todavía más fría que en la actualidad, incluso llegó a encontrar rastros de frailejones a muy baja altitud: 2.500 m, algo que no es normal ahora; en los picos de los nevados la nieve alcanzaba niveles más bajos de los actuales y la temperatura global era más baja.

 

La tesis también aborda los diferentes conflictos que nacieron producto de las soluciones a la adaptación a la Sabana de Bogotá. Las resoluciones son diversas: hay inmateriales y preventivas, y materiales y reactivas, es decir, cuando “se tiene el problema encima”.

 

Las soluciones que generaron conflictos están en el manejo de agua: gente que tenía la mano de obra y la capacidad de financiar el desvío de ríos; a los vecinos blancos se perjudicaban porque al desviarlo hacían una especie de minipresa y ocasionaban inundaciones en sus tierras cuando llovía y pese a que tenían que revertir la obra, no lo hacían.

 

Hubo otros conflictos como que el ganado transitara por las tierras gracias a un pacto entre los habitantes, a veces pagando, otras gratis; en algunos casos, alguien cogía las vacas y las mataba y se las vendía al dueño original.

 

A medida que el clima cambiaba los conflictos se transformaban, observa la investigadora, quien para desarrollar esta investigación consultó fuentes en el archivo de la parroquia Santiago Apóstol, hizo entrevistas en la Sabana de Bogotá, involucró a sus dos abuelos paternos de origen campesino, y se documentó en el Archivo General de la Nación, la Biblioteca Nacional y la Biblioteca Luis Ángel Arango, en especial por su Hemeroteca y su Sala de Libros Raros y Manuscritos.