Salud México , México, Jueves, 21 de febrero de 2019 a las 14:27

La reproducción asistida, técnicas avanzadas que dan vida

Cuatro décadas después de la primera fecundación 'in vitro' los métodos para lograr el embarazo se han perfeccionado

DICYT La reproducción asistida permite hoy en día que muchas mujeres y parejas puedan tener hijos aunque sufran problemas de fertilidad, lo que sucede aproximadamente en un 15% de los casos. Diversas técnicas basadas en la manipulación de los gametos, óvulos y espermatozoides, facilitan el deseado embarazo. Con este fin, las clínicas de fertilidad estudian cada situación y proporcionan tratamientos individualizados.


Las probabilidades de éxito son muy altas, explican los expertos de FertilT centro de fertilidad, ya que los especialistas acumulan más de cuatro décadas de experiencia desde el nacimiento del primer ‘bebé probeta’ en 1978, todo un hito científico. Fue una niña, Louise Brown, nacida al norte de Inglaterra tras 10 años de investigación que permitieron desarrollar el método de la fecundación in vitro.


Esta técnica sigue siendo una de las principales, aunque no la única. Consiste en la obtención de un óvulo para que sea fecundado por espermatozoides en el laboratorio. Una vez lograda la fecundación, se implanta el embrión en el útero.


Tanto los óvulos como el esperma pueden ser de los miembros de la pareja que esperan ser padres, pero la fertilización también se puede conseguir con óvulos o semen de donantes en función del diagnóstico que realicen los profesionales. Por ejemplo, es posible que una mujer presente problemas de ovulación o que la calidad de los espermatozoides no sea óptima.


Inseminación artificial


Sin embargo, la fecundación in vitro no es la única opción. La inseminación artificial o inseminación intrauterina es una técnica más sencilla, generalmente más utilizada y en muchos casos, la primera posibilidad para mujeres que acuden a la consulta porque no logran quedarse embarazadas. En este caso, se introducen los espermatozoides en el útero y, a partir de ahí, la fecundación se realiza de forma natural. La idea es que el recorrido que tienen que hacer los gametos masculinos es mucho más corto y, por lo tanto, con muchas más probabilidades de éxito de llegar hasta el óvulo.


Asimismo, en una clínica de fertilidad se trabajan otras estrategias más indirectas. Una de ellas es el coito programado, basado en determinar la fecha de ovulación de la mujer con el fin de que los encuentros sexuales con su pareja masculina tengan mayores posibilidades de fecundación. Esta estrategia suele aplicarse en casos en los que no se ha detectado una causa concreta de la esterilidad y la pareja prefiere seguir apostando por la vía natural.


A veces el coito programado se combina también con la inducción de la ovulación, una terapia que promueve la maduración del folículo para que se produzca la liberación del óvulo. Para lograrlo se administran medicamentos a la mujer y se realiza un seguimiento para comprobar los efectos que van produciendo sobre la calidad de la ovulación.


Congelación de óvulos


La investigación científica no deja de avanzar en este campo, desarrollando mejoras y proporcionando alternativas para todos estos métodos en función de las demandas de la sociedad. Por ejemplo, cada vez es más común la congelación de óvulos o vitrificación de ovocitos, que permite alargar la capacidad reproductiva de la mujer.