Ciencia México , México, Miércoles, 25 de mayo de 2011 a las 14:39

La química en su taza de café: nuevas evidencias sobre el poder antioxidante de la cafeína

Entender al detalle las interacciones químicas de la cafeína con otras moléculas es relevante para conocer su destino final en el cuerpo humano

Eva Aguilar/DICYT Un estudio realizado por dos investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa (México), presenta nuevas evidencias sobre la capacidad antioxidante de la cafeína y confirma el papel que esta desempeña en la prevención de las enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo. Jorge Rafael León Carmona y Annia Galano, quienes han publicado sus resultados en The Journal of Physical Chemistry B, realizaron un exhaustivo análisis químico sobre la forma en la que la cafeína interacciona con los diferentes radicales libres, llegando a la conclusión de que unas veces dicha interacción se produce con mayor éxito que en otras.

 

Diversos trabajos de investigación realizados en los últimos años han demostrado que la cafeína (presente en el café, té, cacao, aceite de oliva y otros alimentos naturales e industriales) es uno de los múltiples compuesto químicos que funcionan de manera efectiva como neutralizador de los radicales libres, o, lo que es lo mismo, como antioxidante. Sin embargo, León Carmona y Galano señalan en su informe que si bien existe un consenso general sobre la capacidad de la cafeína para "atrapar" determinados radicales libres, la información disponible sobre el efecto que produce sobre otras especies reactivas del oxígeno "es todavía escasa y en ocasiones contradictoria".

"Este es el primer estudio en el que se estima la importancia relativa de los diferentes mecanismos de reacción para la actividad antioxidante de la cafeína", dijo Galano a DiCYT.


Resultados consistentes con conclusiones previas

 

Aunque la respiración es fundamental para los seres humanos, también conlleva consecuencias negativas para su salud. Durante el metabolismo del oxígeno se generan moléculas muy pequeñas pero altamente reactivas conocidas como especies reactivas del oxígeno, entre las cuales se encuentran los radicales libres. Si bien las especies reactivas del oxígeno desempeñan un papel importante en las funciones celulares y del sistema inmunitario, bajo condiciones de estrés ambiental sus niveles pueden aumentar causando daños en las estructuras de la célula. Los radicales libres, por ejemplo, alteran la membrana celular, las proteínas, los lípidos y el material genético (ADN).

 

El desequilibrio entre la producción de especies reactivas del oxígeno y la capacidad del organismo de eliminar estos subproductos del metabolismo, se conoce como estrés oxidativo. Por el daño que los radicales libres causan a los componentes de la célula en los seres humanos, el estrés oxidativo está relacionado con enfermedades como Alzheimer, Parkinson, la aterosclerosis y el proceso de envejecimiento, entre otros padecimientos.

 

Tras realizar cálculos detallados en cuanto a la interacción de la cafeína con los radicales libres, León Carmona y Galano descubrieron que, efectivamente, su capacidad como antioxidante no es siempre igual.

 

"La cafeína es muy eficiente para atrapar radicales hidroxilo, moderadamente buena para atrapar radicales alcoxilo y más bien ineficiente para atrapar radicales peroxilo de cadena alquílica", explica Galano.

 

De acuerdo con la investigadora, conocer los detalles de la química detrás de la función de esta sustancia, es relevante para conocer el destino final de la cafeína en el cuerpo humano.

 

"Dada su naturaleza reactiva, los radicales libres desatan reacciones en cadena. De modo que conocer los intermediarios formados es importante para entender los pasos químicos subsecuentes".

 

De manera general, las conclusiones teóricas de los investigadores muestran una sólida consistencia con resultados experimentales previos llevados a cabo con animales y en el laboratorio sobre la capacidad de la cafeína para servir como trampa a partículas inestables y dañinas.

 

Entonces, ¿cuánta cafeína tendríamos que consumir al día para lograr un mayor beneficio? Según Galano, por el momento no es posible dar una respuesta definitiva.

 

"El mayor beneficio de la cafeína en este contexto es justamente su capacidad antioxidante. Sin embargo, en su consumo, como en el de cualquier otro compuesto químico con estas propiedades, hay que estar atentos a posibles efectos secundarios, particularmente si se toma en demasía", concluyó la investigadora.