Cultura España , Burgos, Martes, 16 de julio de 2013 a las 16:48

La evolución de la belleza humana

El Museo de la Evolución Humana (MEH) de Burgos y L’Oréal España han presentado la exposición 'La belleza, una búsqueda sin fin'

CGP/DICYT El Museo de la Evolución Humana (MEH) de Burgos y L’Oréal España han presentado hoy, con motivo del tercer aniversario del museo, la exposición La belleza, una búsqueda sin fin, en la que han puesto en común sus investigaciones y experiencia científica. La exposición, que exhibe alrededor de 150 piezas de diversa procedencia, se presenta en seis ámbitos diferentes y realiza un recorrido científico y cultural que permite a los visitantes reflexionar sobre el concepto de la belleza desde sus inicios hasta nuestros días e, incluso, adelanta cómo será la belleza del futuro.


La exposición es una invitación a reflexionar sobre la evolución del concepto de belleza a lo largo del tiempo; acerca de las fórmulas y recursos técnicos que nuestra especie ha ideado para imitar la belleza de la naturaleza; preguntarnos cómo influye en nuestras vidas y cómo nos situamos ante los retos estéticos que nos depara el siglo XXI.


La muestra comprende seis ámbitos: la naturaleza de la belleza; fascinación por la belleza; generación de ‘la toilette’; belleza, poder y cotidianeidad; luces, cámara, acción; y belleza, ciencia y futuro. Abarca iconos singulares representativos a lo largo de la historia, desde los bifaces fabricados por el Homo Ergaster, que evidencian la búsqueda de la belleza de nuestros primitivos ancestros ya que la simetría de los mismos no les hace más efectivos para el trabajo que realizaban con estas herramientas, a los collares egipcios o las diademas romanas, pertenecientes en la exposición a la colección de Rafel Pagés, que revelan cómo el modelo de belleza se ha ido transformando a lo largo de las diversas épocas y civilizaciones, como la egipcia, la griega o la romana, donde las mujeres llegaron a importar cabellos del norte de Europa para confeccionar elaboradas pelucas rubias, ya que admiraban el pelo de sus esclavos germanos.


La muestra dedica un espacio al uso de la cosmética y de pigmentos singulares utilizados a lo largo de los años, hasta los monumentales estilos de peinado de la época de Enrique IV. En el siglo XIX llegaría el primer agua de colonia a través de Jean Marie Farina, de quien se exhibe en la propia muestra un ‘rodillo del emperador’ utilizado por Napoleón, según la información del MEH recogida por DiCYT.


Para esta exposición se han reunido alrededor de 150 piezas y se ha contado con la colaboración de museos como el Museo de la peluquería Raffel Pagés en Barcelona; el Museo Etnográfico de Castilla y León; el Museo de la Fundación Jiménez-Arellano; la Universidad de Valladolid; CAB-Caixabank Burgos; Museo de Burgos; Museo del Libro de Burgos; Museo de Altamira en Santillana de Mar; Museo de Ciencias del Instituto Cardenal López de Mendoza de Burgos; y Archivo Municipal de Burgos. También está presente la aportación de colectivos y colecciones particulares como la de Roger&Gallet de París; la Casa de las musas de Burgos; la Escuela de Diseño y Artes de Burgos; la Casa México de Burgos; la Sastrería Cornejo de Madrid; Artemisa de Burgos; la artista Paloma Navares; el fotógrafo José Ramón Ibáñez; y las tiendas Richana y El Corte Inglés.

 

Tres años de actividad


La consejera de Cultura y Turismo, Alicia García, ha hecho balance de los tres años de Museo que ha logrado atraer a más de 744.000 personas. La consejera de Cultura y Turismo se ha referido al programa cultural desarrollado, en el que han destacado 18 exposiciones con 126.000 visitantes; 135 conferencias impartidas por investigadores y expertos de distintas materias con 7.000 participantes; 42 proyecciones de películas y documentales con 4.000 participantes; 608 talleres dirigidos a familias, a colectivos diversos y a niños con 13.000 participantes, o 13 cursos de materias relacionadas con la arqueología experimental, la divulgación y los contenidos del museo con 500 participantes, entre otras actividades.


Según ha explicado García, el Museo de la Evolución Humana es un proyecto que nació con una vertiente internacional, algo que también se ha ido desarrollando a lo largo de estos años. Se ha atendido tanto a visitas de expertos y de personas relacionadas con el mundo científico cercano a la evolución humana, como a profesionales de la arquitectura, la museografía y la divulgación. En su vertiente internacional el Museo de la Evolución Humana forma parte, como miembro fundador, de la Ice Age Europe, una red europea de museos y cuevas con arte paleolítico y con vocación mundial que pretende crear un espacio de colaboración y difusión. Durante 2013 ha apoyado al Musée de Les Eyzies en Francia en su proyecto de presentar ante la Unesco una red de museos sobre evolución humana mundial, en la que el MEH y los yacimientos están incluidos.


Desde la pasada semana y hasta noviembre el Museo de la Evolución Humana está presente en Tecnópolis, en Buenos Aires, con la exposición Haciéndonos humanos, una muestra fruto de un acuerdo establecido entre el Museo de la Evolución Humana, la Universidad de Burgos y la Fundación Atapuerca, con el Ministerio de Ciencia de la República Argentina, y que podría ser visitada por cuatro millones de argentinos. Actualmente se trabaja en estrecha relación con la Fundación Atapuerca en la organización del XVII Congreso Mundial de la Asociación Científica Internacional de Ciencias de la Prehistoria y la Protohistoria y en la preparación de una exposición de carácter internacional para ofrecer a sus participantes una visita especial.


Respecto a la procedencia de los visitantes del museo, la consejera ha señalado que se han incrementado los visitantes extranjeros, que en 2010 rondaban un escaso 6 por ciento y en 2013 ya representan el 13 por ciento del total. De estos, el 6’40 por ciento son europeos, seguidos de los americanos que representan un 2’2 por ciento. El resto de los visitantes son españoles, de los que un 37 por ciento proceden de Castilla y León, un 16 por ciento de Madrid y un 8’6 por ciento de Barcelona.


Alicia García ha recordado que el Museo de la Evolución Humana es la cabecera del Sistema Atapuerca Cultura de la Evolución, y que durante estos 3 años se han puesto en marcha dos centros de recepción de visitantes gestionados directamente desde el museo. Desde el museo se gestionan también las visitas a los yacimientos y al Parque arqueológico a través de la Fundación Atapuerca. Durante este periodo, han visitado los yacimientos 230.500 personas, y el Parque 166.500. Todo ello hace que el Sistema Atapuerca haya atendido a lo largo de estos 3 años a un total de 1.146.900 visitantes.