Technology Spain Béjar, Salamanca, Friday, March 12 of 2004, 13:28

La Escuela de Ingenieros de Béjar trabaja en el tinte de un nuevo tipo de poliéster

El proyecto está financiado por la Fundación Samuel Solórzano con 5.100 euros

Ana Victoria Pérez/DICYT Desde hace un año, los profesores Javier Sánchez y Juan Ovejero, de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de Béjar, coordinan una investigación para mejorar el tintado del poliéster PTT, cuya denominación comercial es Corterra. Esta fibra es un tipo de poliéster de mayor elasticidad que los existentes en el mercado, y que puede convertirse en la competencia de otros elastanos como la Lycra o el Dorlastán que se utilizan habitualmente en la fabricación de tejidos poliéster-lana destinados a la confección de prendas de vestir. El proyecto, en el que también trabajan Raúl García y Silvia Hernández, dos jóvenes investigadores del centro, acaba de recibir el apoyo de la Fundación Samuel Solórzano, que ha aportado 5.100 euros.

 

Tal y como ha explicado a DICYT Juan Ovejero, "aunque el proyecto se ha desarrollado durante el último año, la idea de investigar el comportamiento tintóreo del Corterra surgió durante una visita de estudios a las instalaciones de La Seda de Barcelona. El interés que esta empresa tiene en lanzar comercialmente el tejido ha servido para que apoyase nuestras investigaciones facilitándonos la materia prima".

 

El valor de los estudios que está realizando el Departamento de Ingeniería Química y Textil de la Universidad de Salamanca, al que están adscritos ambos profesores, es grande, ya que tal y como explica Javier Sánchez "los procesos de tintura de una fibra son muy complejos, por lo que es necesario conocer bien y saber actuar sobre el material, los colorantes y el baño en el que se va a efectuar el teñido". Uno de los objetivos del estudio es determinar las diferencias que presenta el comportamiento de esta fibra en los procesos de tintura comparándola con otros tipos de poliéster convencional, lo que reduce la incertidumbre de las empresas y los laboratorios a la hora de utilizar nuevas fibras, ya que existe una orientación de los resultados que se pueden obtener cuando el proceso de teñido se realiza a gran escala.

 

Una de las ventajas que a priori presenta el Corterra con respecto a otros tipos de poliésteres es que resulta más fácil de teñir, ya que el proceso puede efectuarse a temperaturas más bajas y, aunque existían algunos estudios acerca de estas características, según Javier Sánchez, los miembros del equipo que trabajan en el proyecto han querido estudiar cuál es la cinética de tintura de esta fibra. Se trata realmente de teñirla a una temperatura constante, con un colorante seleccionado, y determinar como varía su concentración a lo largo del tiempo. Así se obtienen los valores de concentración del colorante absorbido por la fibra mediante un procedimiento espectrofotométrico. Después se repite el proceso a otras temperaturas y con otros colorantes.

 

De este modo se seleccionan las temperaturas óptimas para que el color obtenido en la tintura tenga buena calidad y que el aprovechamiento del colorante sea máximo, lo que abarataría el proceso. Aunque tal y como asegura Javier Sánchez, "aún se está completando el estudio, pero si los resultados son satisfactorios esperamos publicarlos en revistas especializadas del sector".

 

Competencia de la lycra

 

El Corterra es un polímero de la familia de los poliésteres cuya estructura era conocida desde 1941, pero que hasta la década de los 90 no se había sintetizado de manera que su producción a escala industrial fuese rentable. En 2001 las empresas Shell Quemical y SGF Chimie se decidieron finalmente a construir una gran planta para la fabricación de esta fibra en la ciudad canadiense de Montreal, que comenzará a funcionar en breve. Se estima que la producción de esta fábrica ronde las 95.000 toneladas al año, lo que puede suponer una competencia importante para otras fibras elásticas como la Lycra.

 

Al servicio de las empresas

El estudio sobre el comportamiento tintóreo del Corterra es sólo un ejemplo de la estrecha relación que existe entre las empresas del sector textil y la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de Béjar, ya que el Departamento de Ingeniería Química Textil cuenta desde 1989 con un laboratorio de ensayos textiles, surgido de la colaboración entre la Universidad de Salamanca y la Agrupación de Fabricantes de Béjar.

Actualmente, el laboratorio que dirige el profesor Juan Ovejero realiza entre 300 y 400 estudios al año tanto para empresas como para instituciones oficiales. La mayor parte de estos análisis facilitan el control de calidad de los tejidos mediante un estudio de sus características físicas y químicas, comprobando su resistencia, la finura y longitud de las fibras de lana o la calidad de las tinturas.