Social Sciences Spain , Valladolid, Wednesday, October 04 of 2006, 19:49

La curiosidad femenina, un atributo fundamental para la ciencia

El Museo de la Ciencia de Valladolid ha acogido esta tarde el 'III Foro sobre Mujer y Ciencia'

MDS/DICYT ¿Sería diferente nuestra investigación si hubiera habido más mujeres en ella? Ésta es una de las preguntas con las que ha comenzado el III Foro sobre Mujer y Ciencia que ha tenido lugar esta tarde en el Museo de la Ciencia de Valladolid. El encuentro se ha desarrollado bajo el título La curiosidad sí es femenina en un intento de destacar esta cualidad, tradicionalmente asociada a las mujeres de forma peyorativa, como ingrediente fundamental en el avance de la investigación.

 

Eulalia Pérez, vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnológicas, ha centrado su intervención en el análisis de las aportaciones que han hecho las mujeres en un área de la ciencia en la que en 1960 no había doctoras y que ahora es fundamentalmente femenina: la primatología. Esta disciplina científica se define por los sujetos de estudio, los primates, y no por la especialidad académica del investigador, y agrupa ciencias naturales, sociales y médicas.

 

Pérez, que es catedrática de Lógica y Filosofía de la Ciencia y experta en temas relacionados con ciencia y género, ha explicado a DICYT que "los principales problemas a los que se enfrentan las investigadoras españolas son la discriminación pura y dura, el escaso reconocimiento y el techo de cristal". En concreto, se ha referido a las microdesigualdades, que ha definido como "pequeñas y sutiles discriminaciones que no tienen nada que ver con lo que una hace sino con el hecho de ser mujer".


Asimismo, en el foro también ha participado la directora de la Unidad de Mujeres y Ciencia del Ministerio de Educación y Ciencia, Capitolina Díaz, quien ha explicado que la función de este departamento, creado en marzo de 2005, es "intentar descubrir cuáles son los obstáculos que dificultan el acceso de las mujeres al proceso de investigación y tratar de removerlos".

Según ha manifestado, estos obstáculos se pueden dividir entre los que se producen dentro de la carrera académica y los que se encuentran las mujeres fuera de dicha carrera. Entre los primeros, la experta ha señalado los problemas derivados de un sistema de investigación que viene heredado de las masculinidades, es decir, de un pasado en el que los puestos superiores estaban reservados a los hombres y en el que cualidades como la brillantez o la inteligencia sólo se les suponían a ellos. El hecho de que las mujeres nunca vieran reconocidos sus méritos, aunque los tuvieran igual que los hombres, "es el principal escollo que todavía permanece en las cabezas tanto de varones como de hembras, y que aún hoy opera en forma de microdiscriminaciones, pequeños aspectos que influyen en el hecho de que las mujeres sean relegadas", concluye Díaz.