La Ciuden y el Ciemat restaurarán un complejo de escombreras de Arlanza
AMR/DICYT La Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden) y el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) desarrollarán un programa conjunto para la dirección científica, supervisión y ejecución de la restauración de un complejo de escombreras situadas en las proximidades de la localidad minera de Arlanza, en el municipio de Bembibre (El Bierzo, provincia de León). Así consta en un documento que han subscrito hoy el director general de la Ciuden, José Ángel Azura, el alcalde de Bembibre, Jesús Esteban, el director general del Ciemat, Cayetano López, y el presidente del Consejo Comarcal, José Luis Ramón.
La inversión total para los cuatro años en los que se desarrollarán los trabajos de restauración es de 564.814 euros. De esta cantidad, un 42% se destinará a la investigación aplicada, según informó la Ciuden en un comunicado recogido por DiCYT. Por este convenio, la fundación asume la dirección técnica y la coordinación de tareas, además de los gastos de los trabajos, servicios y materiales necesarios para la conclusión satisfactoria de las tareas de restauración. El Ciemat, a través del Departamento de Medio Ambiente, se encargará de la dirección científica y coordinación general.
El proyecto para la restauración de este paraje degradado se fundamenta en los principios de fidelidad ecológica (replicación estructural, éxito funcional y durabilidad) y tiene una proyección en objetivos sociales que persiguen una mejora de las condiciones de la población afectada, informó la Ciuden. El Ayuntamiento de Bembibre se encargará de tramitar los permisos necesarios para la ejecución del proyecto y realizará los trámites de contratación de los trabajadores que participarán en las diferentes fases del proyecto, asumiendo los gastos de gestión. Entre sus misiones, también está la de proporcionar a los vecinos toda la información relevante de las actuaciones del Ciemat, con el fin de divulgar entre la población las labores científicas y de recuperación que en Arlanza se desarrollen.
El proceso de restauración se divide en cuatro fases. En el primer año se procederá al acondicionamiento de las escombreras, aplicación de enmiendas orgánicas y reintroducción del banco de semillas. En el segundo año se procederá a la replantación del estrato arbustivo ya las labores de corrección. El tercer año se procederá a continuar con los trabajos de replantación del estrato arbóreo. El cuarto y último año se procederá finalmente a las labores de labores de corrección, reposición de marras. Durante todo el proceso, se monitorizará el trabajo con el fin de conocer la evolución del miso.
El Ciemat ya tiene experiencia en la restauración de escombreras y entornos degradados en la comarca de El Bierzo. En 2007 comenzó la recuperación de una escombrera en Tremor de Arriba. Esta experiencia piloto ha permitido adquirir mayores conocimientos sobre la formación del suelo de este entorno y la dinámica global del paisaje berciano. La actividad minera ha provocado la proliferación de escombreras en la comarca. La superficie afectada está en torno a las 5.000 hectáreas.
Bacterias e insectos como indicadores biológicos de la recuperación | |
El proyecto de recuperación de las escombreras de Arlanza tiene una perspectiva de "investigación aplicada real" con el que los responsables de la Ciuden y tres organismos públicos de investigación quieren conocer cómo la recuperación de la masa vegetal del entorno contribuye asimismo a la reactivación de la vida animal. Para ello, el proyecto contempla tres apartados por el que se monitorizará la restauración de los sistemas bacterianos, la entomofauna y las propiedades concretas del suelo recuperada. Correrán a cargo de científicos de las universidades Complutense de Madrid, de León y del Ciemat, respectivamente. Estos estudios biológicos pretenden esclarecer la evolución del suelo que, desde el momento inicial, es estéril. Las comunidades biológicas de bacterias e insectos servirán, por lo tanto, de indicadores biológicos de la recuperación del terreno. ""Queremos conocer de qué es capaz la comunidad vegetal que llegue a estos suelos", explica Luis del Riego, de la Ciuden.
Este tipo de trabajos, "algo nuevo en España sobre lo que solo se han realizado previamente trabajos experimentales", contemplan en el primer año de monitorización el uso de abono de gallinaza y estiércol de oveja para regenerar los nutrientes del suelo. En junio y julio de este año se procederá al abonado y en octubre al acolchado a partir de ecotipos de El Bierzo, con hierba segada en la época de semillación. Esta estructura se fijará en el terreno a partir de una malla de fibras de coco, "el único aporte exterior de todo el proyecto". En el segundo año, se introducirán semillas de monte bajo recogidas en el banco que tiene la Ciuden en Pobladura. Posteriormente, se sembrarán las semillas de roble y madroño, ya que Arlanza se encuentra en una zona intermedia entre el clima atlántico y el mediterráneo. |