La Asociación Leonesa de Astronomía critica el desinterés de las instituciones por su fragmento del meteorito Villalbeto de la Peña
MJF/DICYT La Asociación Leonesa de Astronomía ha mostrado esta mañana el fragmento de 126 gramos de peso que guarda procedente del meteorito que cayó hace hoy exactamente dos años en la localidad palentina de Villalbeto de la Peña, de la que recibe su nombre. Los miembros de la agrupación critican el desinterés que, según aseguran, han mostrado las instituciones leonesas por dar a conocer la existencia de esta muestra del bólido, a la que califican de "auténtico tesoro científico", formado hace 4.550 millones de años y que se desprendió del Cinturón de Asteroides hace 48 millones de años.
El secretario de la asociación, Saúl Blanco, ha explicado en rueda de prensa que el fragmento del meteorito que obra en poder de la agrupación tiene un valor incalculable, porque documenta una parte de la historia de la formación del sistema solar y tiene una antigüedad de 4.550 millones de años, mayor que la de la propia Tierra. Además, según indica, su importancia radica en que es una de las únicas nueve caídas de meteoritos en las que se dispone de un fragmento del mismo y, al mismo tiempo, de la trayectoria seguida por el bólido al entrar en la atmósfera de la Tierra.
Saúl Blanco también expone que es una de las caídas de meteoritos más documentadas, ya que se dispone de una gran cantidad de datos. Entre ellos, que el tamaño total del bólido antes de desintegrarse al entrar en contacto con la atmósfera de la Tierra era de un metro de diámetro y de 800 kilos de peso. Mientras, el fragmento que posee la asociación tiene 126 gramos de peso y un tamaño similar a un huevo de paloma. Está formada por una composición del 15% de hierro, y otra menor de niquel, aunque es un fragmento básicamente rocoso.
El presidente de la asociación, Ricardo Chao, ha señalado los factores que convierten al fragmento en una muestra de meteorito y no en una roca cualquiera, como el hecho de tener una composición isotópica (relativa a su composición de átomos) diferente, demostrada por análisis de laboratorio, a la que se encuentra en la Tierra, y el hecho de que su superficie está formada por unas motas redondas y esféricas denominadas cóndrulos. Además, otro de los miembros de la asociación que participó de forma destacada en las tareas de búsqueda de los restos del meteorito y gran experto en la materia, José Vicente Casado, indica que los fragmentos de meteorito tienen un brillo y una textura especialmente pulida formada en el proceso de combustión al penetrar en la atmósfera.
Por todo ello, los miembros de la asociación critican que las instituciones leonesas no hayan mostrado ningún interés por dar a conocer las valiosas cualidades de este fragmento, uno de los cinco recogidos por la Asociación Leonesa de Astronomía en colaboración con su homóloga palentina, que se quedó con otro de los fragmentos, mientras que los otros tres fueron a parar a la Universidad de California, a la Universidad de Barcelona y al Museo de la Ciencia de Valladolid, que lo mantiene expuesto al público.
Mientras, la asociación critica que no ha recibido ninguna respuesta por parte de las instituciones leonesas y, en concreto, del Ayuntamiento de León, ni siquiera para adquirir una vitrina adecuada para la exposición del fragmento de meteorito, mientras que han recibido numerosas ofertas de museos científicos del extranjero e incluso de particulares interesados en su importante valor y en mostrarlo al público.