La acción humana pone en riesgo a los humedales de Costa Rica
UNA/DICYT Nandomojo es una comunidad costera localizada en playa Junquillal, en Santa Cruz de Guanacaste. Aquí los vecinos luchan por conservar el humedal en el que habitan diversas especies de animales, con el fin de que los turistas que visitan la zona realicen distintas actividades recreativas y deportivas en armonía con la naturaleza y la variada biodiversidad que ofrece la cuenca del río Nandojomo.
Sin embargo, la estabilidad del ecosistema se ve amenazada por la deforestación, construcciones de edificaciones en la zona marítimo terrestre, utilización de las tierras para proyectos hoteleros y agropecuarios, así como el uso del fuego para limpiar los terrenos.
maciones de bosques de mangle, los cuales se conservan mejor en la línea costero marina de la costa occidental de la península de Nicoya. Cuenta con una población de más de 1.200 habitantes y colinda con las comunidades de 27 de Abril, Delicias, Guapote, Río Seco, Paraíso, Venado, Junquillal y otros caseríos lineales.
Nandomojo es tan solo un ejemplo de los humedales que se encuentra en riesgo en la región de Guanacaste, producto del uso indebido del recurso por parte del hombre.
Precisamente el interés por preservar la diversidad estos lugares llevó al Centro Mesoamericano de Desarrollo Sostenible de la Universidad Nacional (CEMEDE-UNA) a realizar el “III Encuentro sobre humedales, biodiversidad y sociedad”, en el que expertos nacionales e internacionales externaron sus puntos de vista sobre la importancia de la conservación del ecosistema y cómo algunas experiencias podrían contribuir al conservación del humedal en Guanacaste.
Biodiversidad en peligro
Las áreas de humedales tienen una gran cantidad de recursos de flora y fauna que generan muchos beneficios para el ambiente y los pobladores de las áreas aledañas. Son áreas de anidamiento y visitación de aves migratorias, sirven de zona de amortiguamiento de mareas e inundaciones, previenen la erosión, son áreas de pesca, limpian el oxígeno, entre otros.
Rigoberto Rodríguez, director del CEMEDE, comentó que el tema de los humedales empezó a adquirir importancia hace más de 30 años, en el marco de la creación de la comisión Ramsar, en Irán, a la cual se unió Costa Rica en 1991. Como resultado de esta unión somos la nación con más sitios Ramsar (12) a nivel centroamericano, los cuales son considerados de importancia internacional por su riqueza en biodiversidad. Destacan, entre otros, el humedal Caño Negro y Térraba Sierpe.
Según Rodríguez, pese a la enorme riqueza que los ecosistemas de humedales generan al ambiente y a las comunidades cercanas, estos se encuentran en peligro, debido al manejo inadecuado del hombre, como por ejemplo cambios bruscos en el uso del suelo, incendios forestales y tratamiento inadecuado de los desechos, entre otros.
Detalló que un reciente informe de la Contraloría General de la República recomienda actualizar toda la información referente a los humedales, sobre todo los sitios Ramsar, para así definir políticas adecuadas en torno a su utilización y protección.